Estúpida soberbia

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Entro en el local viendo como Kouga me dedica una de sus miradas de pocos amigos. Es un joven bastante serio y callado aunque en el fondo sé que le van las mismas cosas que a mi. Mas de una vez lo he visto entrar en las habitaciones de puerta negra en el piso superior y allí, todos sabemos lo que hay.

-Buenas noches Kouga san.

-Ichimaru.- Dice secamente.

-¿No te cansas nunca de estar siempre en la puerta?

-No estoy siempre y, además, es mi trabajo.

-Si quieres un día cambiamos los puestos. Estoy seguro de que te vendría muy bien.- Sus ojos verdes se clavan en los mios advirtiendome de que no siga por ahí. Desde luego, hay gente que no es capaz de reconocer sus gustos pese a ser evidentes.

Al llegar a la gran sala, que todavía está toda iluminada, veo a Ukitake y Urahara hablando en la barra con Soujiro.

-Buenas noches señores.- Digo llamando su atención. Inmediatamente veo como Ukitake me sonríe aunque su cuerpo se mueve ligeramente para evitar un contacto directo.

Es normal esa reacción ya que su adicción peligra conmigo cerca. Hemos tenido un par de sesiones juntos y aunque las ha disfrutado al máximo, luego ha tenido problemas para controlarse por lo que Urahara me ha prohibido que acceda a estar con él. Por supuesto, eso lo he cumplido porque esta preciosidad no me ha propuesto tener sexo duro de nuevo porque sino, Urahara puede irse al cuerno. Sin duda, el cuerpo de Ukitake, es uno de los que mejor reaccionan a mis sesiones y eso lo hace tremendamente seductor.

-Gin, ¿que tal te va?- Me dice educadamente.

-Bien. Las consultas de urología no son tan divertidas como las que realizo aquí pero me mantienen entretenido.

-Si la gente supiera lo retorcido que eres y cuales son tus preferencias te quitarían la licencia.- Dice Soujiro guiñándome un ojo.

-Pues mejor,- interviene Yumichika que aparece del almacen con un par de cajas de bebidas.- así tendría mas tiempo para sus maravillosas sesiones sado.

-Muchas gracias Yumi chan.- Le digo sonriendole aunque no lo miro a él, sino al joven pelirrojo que lo sigue cargando otras dos cajas.

En cuanto sus ojos claros se fijan en mi lo veo desviar su mirada intimidado. Nova es demasiado puro para este sitio y su inocencia solo me hace desear tenerlo para mi en una de mis habitaciones. Dios, lo que podría hacer con esa inocencia.

-No lo mires así.- Dice Ukitake aunque sin tono de amonestación.- Sabes que es demasiado cortado y lo intimidas.

-Pero si no le he hecho nada.- Levanto las manos a modo de defensa.

-Ya, pero sabe lo que les haces a los demas y eso le asusta.

-Eso es porque sigue siendo virgen. No sé como aun no ha tenido relaciones y más trabajando con todo este sexo a su alrededor.

-Eso es porque es un buen chico.- dice Urahara.

Es cierto. Nova es un buen chico que Urahara mantiene como su protegido. No sé exactamente como llegó a hacerse cargo del chico pero vive con él y Ukitake y, desde que lo conozco nunca lo he escuchado hablar. Supongo que fuera lo que fuera lo que le ocurrió, lo marcó tanto que lo dejó mudo.

-No seré yo quien haga que deje de serlo.- Le digo con bastante ironía a lo que Urahara sonrie como siempre.

-Mas te vale, Ichimaru. Ya tienes suficientes presas para tus aficiones retorcidas entre nuestra clientela.

***Ukitake***

Veo como tras varios comentarios mordaces por ambos, Ichimaru se aleja para ir a preparar el show de esta noche.

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