PK2

Gula

Tomamos nuestras copas y nos dirigimos una mesa de las que tienen un gran sofá circular alrededor. Las copas son carisimas pero no me importa pagar eso si es cierto lo que ese tipo nos ha contado.

-Tío, tres mil yens por una copa es demasiado.- Dice Kyoraku suspirando.

-Si no cobran entrada y el sexo y condones son gratis, en algún lugar te la tienen que clavar.- Digo suspirando.

-Mientras solo "la claven" en las copas...- Dice Zangetsu sin dejar de mirar la suya.

Miro a nuestro alrededor y aunque no hay mucha gente puedo ver claramente como es cierto lo que ha dicho el rubio que nos ha recibido. Hay varios tipos con la polla colgando por la bragueta y otros que pasan de uno a otro chupando pollas a diestro y siniestro. Esto ralla lo asqueroso pero si alguien quiere chuparmela y está bueno no pienso negarme. Hace más de un mes que no follo, más que nada por la pereza de tener que salir a conocer tíos que luego quieran terminar en la cama con mi polla en su culo.

-No es por nada pero ese tipo creo que nos está haciendo señas.- Dice Grimmjow intentando disimular, cosa que no le sale demasiado bien.

Al girarnos lo hacemos todos a la vez, cosa que mata cualquier disimulo. Efectivamente, unas mesas más hacia la pared vemos a dos hombres sentados en un sillon. El que nos llama es moreno o castaño con el pelo por la mandíbula. Con esta luz no se ve muy bien. Nos llama con la mano mientras nos sonríe con cara de confiado mientras que el hombre que lo acompaña está de espaldas a nosotros y solo puedo ver que es moreno y su pelo, más largo de los hombros, está recogido en una coleta baja.

-Podríamos acercarnos para ver que quiere.- Dice Grimmjow.

-Es demasiado masculino para mi.- Dice Kyoraku.

-Igual solo quiere hablar.- Todos miramos a Zangetsu que en seguida pone su cara seria.- Vale.

-Pues yo no me quedo con la curiosidad de qué es lo que quiere.- Dice Grimmjow levantandose y yendo hacia ellos.

***Soujun***

En cuanto he visto entrar a esos hombres sabía que a Sousuke le iban a gustar. Son cuatro, mayores y parecen activos. Yo lo miro con cierta preocupación pero él solo me sonríe.

-No te preocupes. ¿Cuando me he equivocado con nuestros invitados?

-Nunca.- Le digo por no enfadarlo. No sé cuanto ha bebido en casa pero aquí ya va por la tercera copa y se nota lo alegre que está.

-¿Tu como estas?- Dice refiriendose, obviamente, a lo que tengo dentro de mi cuerpo.

Yo no puedo evitar moverme algo molesto ya que llevar estas bolas en mi interior desde que salimos de casa me está llevando al limite de mi aguante. Todo mi cuerpo parece arder y solo de pensar en lo que viene ahora, tengo que hacer un gran esfuerzo por concentrarme y no atender a mi erección.

-Estoy bien.- Le digo mirandolo y viendo como sonríe al comprobar mi estado.

-Soujun, jamás has sabido mentir.

Veo como no quita ojo del grupo de hombres y cuando menos lo espero alza la mano haciendo una señal para llamarlos. Dios, ha llegado la hora y en lo único que puedo pensar es en cuanto desaría poder sacar esas bolas de mi cuerpo y sustituirlas por una buena polla.

-Creo que no se fían.- dice Sousuke riendo suavemente.- Tal vez deberías ir a invitarlos tu mismo.

Cuando me voy a girar para mirarlos veo a un chico joven de cabellos azules como sus ojos aparecer a nuestro lado.

-Buenas noches, - dice mirandonos a ambos aunque cuando me mira a mi parece sorprenderse un poco.- ¿Que quieres?- Dice directamente a Sousuke que sonríe ladinamente.