PK2

Vicios

Cierro los ojos intentando descansar la vista un rato justo cuando la puerta se abre y veo aparecer a Mura con unas bolsas. Ah, sí, la comida. Miro el reloj de la pared y veo que ya son las nueve de la noche.

-¿De nuevo has perdido la nocion del tiempo?- Me dice mi amigo dejando las bolsas sobre la mesa e intentando hacer algo de hueco para poder sacar las cosas.

-He estado enredado con la nueva pagina porno.

-¿Te está dando problemas?

-Algunos pero ya está prácticamente terminada.- me acerco viendo la comida china que ha traido y me hago con la cajita que trae los tallarines fritos.- ¿Que tal ayer?

Veo como Mura se queda paralizado unos segundos y luego alza sus ojos haciendo que suspire. Anoche salió y seguramente terminó en el PK2. No me gusta que vaya sin mi ya que, cuando vamos juntos puede resistir la tentación de follar con ese portero. Esa relación es demasiado tóxica. El tal Kouga solo lo utiliza y sé que Mura siente algo más por él.

-No me mires así.- dice sin mirarme directamente.

-¿Asi como?

-Como si fueras mi madre. Sé lo que hago.

-Sí. Follar con un tio que solo te utiliza para sus más retorcidos deseos.

-A mi me gusta follar así con Kouga.

-Mura...- Le digo escuchandolo suspirar mientras sus ojos comienzan a aguarse.

Lo sabía. Seguramente anoche follaron como a él le apetenció y luego paso de mi amigo como del condón que usó. Aparto la comida y me acerco tirando de su mano para arrastrarlo hasta mi cama. Él me mira algo sorprendido y le quito los palillos de la mano para acercarme y besarlo. No suelo hacer este tipo de cosas con él fuera de un contexto sexual más amplio, pero Mura es alguien especial para mi. Nos conocemos desde hace años y ambos hemos pasado por momentos duros y por demasiados rechazos en la vida. Nos hemos apoyado cuando lo hemos necesitado y nos aceptamos tal como somos. Él es uno de mis pilares y si me falla, no sé que me ocurriría.

Mi amigo abre sus labios lentamente dejandome entrar en su boca y saborear el pato que estaba comiendo. Le acaricio el rostro viendome reflejado en sus increibles ojos aún algo humedos y dejo resbalar mis manos por su cuello para ir desvistiéndolo lentamente. Nada similar a como ese tipo se lo tira siempre. Cuando mis manos llegan a su cintura y meto un poco mis dedos bajo la tela, acaricio el poco vello pubico que tiene en el nacimiento de su sexo y puedo notar como está casi endurecido del todo.

-Ah...- gime suavemente cuando muerdo su cuello expuesto.- Ulqui... no hace falta... ah...

Yo alzo la cabeza y lo miro directamente dejandole claro que quiero hacer eso. Él me sonrie con dulzura y siento una punzada en el pecho. Ese desgraciado... no sé ni como es incapaz de ver lo hermoso y necesitado de cariño que está mi amigo. Él solo se limita a follarselo hasta quedar satisfecho. Dios, como desearía darle una lección y conseguir que Mura pasara de él.

Ayudo a mi amigo a tumbarse en mi cama y yo hago lo mismo sobre él acoplandome entre sus piernas. Nuestras pollas ya están duras y las rozo deliberadamente viendo como se retuerce bajo mi cuerpo. Vuelvo a besarlo y siento como sus manos tiran de mis ropas haciendo que me las quite. Ambos somos igual de pálidos, no como cuando follamos con otras personas, que suelen tener un tono de piel más oscuro. No puedo evitar que la imagen de ese idiota de Urahara se cuele en mi mente pero la deshecho de inmediato centrandome solo en Mura.

-Ah...- Un nuevo gemido escapa de sus labios cuando muerdo suavemente uno de sus pezones comprobando que tiene algunas marcas amoratadas de la sesión de ayer. Eso me hace apretar los dientes. Sin duda, tengo que hacer algo con esto.