6-¿¡Cómo!? ¿Kakashi es el Hokage?

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El ya fastidioso ruido de la alarma me volvió a despertar como todos los días que ya habían pasado desde que me gradué, y los dos amigos que había conseguido. Cuanto había cambiado mi vida en tan solo 5 días. Sin dejar de pensar en Boruto y Sarada fui a hacerme el desayuno y después me duché, cambié y me fui. Iba a llegar tarde pero me daba igual. Iba caminando relajado hasta que me topé con Naruto y Boruto que iban al puente, ósea que tan tarde no había llegado. Cuando nos juntamos el equipo entero Naruto empezó a hablar.
—Boruto, practica el jutsu de invocación, mientras vosotros dos vendréis conmigo.
—¿Por qué? Yo quiero ir con ellos.—protestó Boruto.
—Cuando lo logres irás con nosotros, yo solo les voy a dejar con el Hokage que me dijo que os llevase, y luego volveré para ayudarte—dijo Naruto.
—Como quieras viejo.—aceptó Boruto.
Fuimos hasta un edificio grande con forma de tronco de árbol y con un símbolo arriba, el símbolo de fuego.
—Es aquí donde está el Hokage, pasad.
Entramos a un espacio bastante abierto el cual contenía una mesa al fondo de la habitación, y en la mesa había alguien sentado, ese alguien era Kakashi.
—¿Kakashi?¿Qué haces aquí?—pregunté al peli-plateado.
—Pensé que sabias que era el Hokage.—me dijo él.—Lo sabe todo el mundo.
—Pues yo no lo sabía.—respondí.
—Bueno,¿que querías Kakashi?—intervino Naruto.
—Quería deciros que mañana tendréis vuestra primera y es un tanto difícil, así que tener cuidado. Ah, y otra cosa, _____, Sarada, quedaos conmigo,os tengo que enseñar una cosa.
—Vale, adiós Kakashi—se despidió Naruto con una inclinación y se fue de la sala.
—Vale chicos acompañadme, os voy a enseñar un jutsu que igual Sarada tú ya sabes cual es por tu padre pero ____, no.—dijo Kakashi, mientras se levantaba de la silla.
Le acompañamos hasta un lago redondo en el cual había un muelle al principio del lago de madera.
—Os voy a enseñar una técnica que es de los uchihas.
—Vale.—dijimos a la vez.
—¿Quién quiere empezar?—preguntó Kakashi.
—Sarada, tú primero.—le dije a la otra Uchiha.
—Vale.—respondió ella mientras se adelantaba.
—Sarada, recuerda los sellos ¿vale?
—Sí.
Serpiente,carnero,mono,jabalí,Caballo,tigre.
Katon:Gōkakyū no jutsu.—dicho eso Kakashi cogió aire y lo expulsó todo pero su aire era fuego y se formó una gran bola de fuego.
—Increíble—dije.
—¿Podrás hacerlo Sarada?—preguntó Kakashi.
—Creo que sí.—contestó ella.
Lo intentó y no le salió, pero después de dos intentos lo consiguió.
—Tú turno perdedor—dijo Sarada cuando acabó de hacer el jutsu.
—Lo que tú digas, pero yo lo voy a lograr a la primera.
¡Katon:Gōkakyū no jutsu! Cogí aire y noté una sensación, la cual consistía en que mis pulmones y tráquea estaban ardiendo, saqué el aire poco a poco así disminuyendo el calor que sentía por dentro. Lo que más me sorprendió no fue aquella sensación, sino que el aire que había expulsado por la boca no era aire, era fuego, fuego que se juntó transformándose en una bola de calor.
—¡Chúpate esa,Sarada!—me burlé de ella.
—Al menos te he ganado en una batalla, cosa que tú no.—contestó ella picada.
—Muy bien chicos, la verdad es que me sorprende que lo hayáis hecho tan rápido.—intervino Kakashi porque sabía que íbamos a acabar peleando otra vez.—¿Os han dicho que los que se pelean se desean?
—No, por favor, esa frase de nuevo no... No me gusta.—dije yo mirando hacia Sarada, pero ella se había puesto roja.
—____, ¿nos puedes dejar a nosotros dos solos?—preguntó Kakashi.—Puedes volver con Naruto si quieres.—añadió.
—Vale...¿Sabes dónde está?—pregunté a Kakashi.
—Pues... la verdad es que no.—contestó el Hokage.
—Creo que sigue con Boruto...—susurró Sarada aún con la cara roja.
—¿Qué has dicho Sarada?—pregunté pues lo dijo tan bajo que no la había escuchado.
—Dije que sigue con Boruto.—volvió a decir la chica de gafas rosas.
—Vale, gracias. Adiós.
Y dicho eso me fui hacia donde estábamos antes de irnos hacia el lugar del Hokage. Cuando llegué vi a Boruto sentado en el suelo y Naruto a su lado.
—Hola chicos—dije sentándome al lado de Boruto.
—Hola ___, ¿qué habéis hecho con el Hokage?—preguntó Boruto con curiosidad.
—Nos dijo que mañana tendríamos nuestra primera misión.
—¿Entonces por qué has tardado tanto?—volvió a preguntar Boruto.
—Porque Sarada y yo nos liamos a hablar...—me inventé ya que si le decía la verdad él iría hasta el Hokage y le diría que a él también le enseñase esa técnica.
—¿Y Sarada?—me interrogó.
—Pues... dijo que se iba pero que enseguida volvería.—volví a mentir.
—Vale... ¿sabes qué? Conseguí hacer el jutsu de invocación.
—¿En serio? Me alegro.
—¡Chicos!—dijo de repente una voz femenina.
Nos dimos media vuelta para observar de quién se trataba y vimos que Sarada se acercaba.
—Hola Sarada—respondió Boruto.
—¿Qué tal, ya lo conseguiste?—cuestionó Sarada.
—Sí.
—Boruto, nos tenemos que ir, no querrás ver a Hinata enfadada, ¿verdad?—intervino Naruto.
—Vale, vámonos.—contestó Boruto.
—Hasta mañana—se despidieron Naruto y Boruto.
Cuando ya no les vimos Sarada empezó a hablar...
—Bueno,___, otra vez a solas...
—Si, bueno... digamos que te vas a quedar sola.
—¿Por?
—Porque quiero entrenar.
Justo después de decir eso noté un fuerte dolor de cabeza.
—Oye,¿por qué me pegas?
—Por tonto, siempre pensando en entrenar.
—¿En qué más iba a pensar?
—No sé, igual en tus amigos...
—Vale... me quedo contigo. Pero podrías haberlo dicho sin haberme dado.
—Así aprendes.
—Bueno,¿de qué quieres hablar?
—Pues de ti.
—¿De mi? ¿Para qué?
—Te recuerdo que necesitamos saber los puntos fuertes y débiles de nuestros compañeros, perdedor.
—Vale... a ver, qué te puedo decir... pues me llamo ____, y me encanta el ramen, tengo dos amigos y no me gusta la gente maleducada como tú.—dije y recibí otro puñetazo.—oye,que era broma, me gustas.—dije sonriendo, y vi la cara de Sarada muy roja, más roja que normalmente.—Oye, ¿estás bien?
—S...s....si.
—Si es por lo de gustar me refería a tu personalidad, tú no me gustas, además me haces una buena pareja con Boruto.—dije hablando a Sarada pero cuando dejé de mirar al punto en el que me fijaba en esa última frase, y mis ojos fueron a parar a la chica vi que estaba en el suelo tumbada. Se había desmayado, y me había dejando hablando solo.
Ay, esta chica nunca cambiará, ya me tocó otra vez llevarla a su casa. Cuando llegué a su casa llamé a la puerta y esperé a que abriesen. Cuando Sakura abrió y me vio me invitó a pasar, yo acepté amablemente y dejé a Sarada en manos de Sakura, la pelirrosa me dijo que la esperase en el salón, y yo acepté. Cuando Sakura llegó me preguntó...
—Y dime ___,¿ahora por qué se desmayó?
—Creo que fue porque la dije me gustas refiriéndome a su personalidad.
—¿Quieres un té?
—No, gracias, dentro de poco tengo que ir a entrenar con Kakashi.
—No le digas esto a Sarada, pero no para de hablar de ti ___,¿sabes?
—¿En...enserio?
—Sí, dice que eres un gran chico, aunque a veces un poco repelente...
—¡Oye mamá!—intervino Sarada.—Eso no tienes por qué decirlo.
—Lo siento hija.—se disculpó Sakura.
—¿Ya estás bien?—pregunté a Sarada.
—Sí, fue solo que me molestó mucho el sol...
—Ya veo, bueno, me tengo que ir.—respondí.
—Sarada, acompáñale hasta la puerta.—dijo Sakura.
—Voy.—contestó la pelinegra.
Me levanté y me despedí de Sakura. Luego fui hasta el pasillo con Sarada y salí afuera, mientras Sarada se quedó en la recepción.
—Olvida lo que te dijo mi madre, por favor.—empezó Sarada.
Yo di unos pasos hacia delante y quedé a pocos centímetros de Sarada.
—Vale, lo olvidaré—dije con una sonrisa.
—Siento haberme desmayado, fue que no me esperaba lo que dijiste...
—No pasa nada, bueno me voy.—me di media vuelta y di un paso, cuando iba a dar otro paso noté una mano en mi hombro derecho. Me giré y automáticamente Sarada fue hacia mi y cuando recorrió el poco espacio que había entre nosotros me abrazó.
—Gracias de nuevo por habeme ayudado. Aunque no lo admites sé que te preocupas por nosotros, sobre todo por mí.
—Claro, eres mi amiga,¿no?
—Sí.—se separó de mí y tenía una sonrisa en la boca, y yo la devolví la sonrisa.
—Adiós.—me despedí.
—Hasta mañana.
Me fui hacia la montaña, sitio en el cual era donde entrenaba con Kakashi, al llegar no había nadie, y aunque estuve esperando bastante tiempo, no llegó nadie. Así que entrené por mí solo hasta que se hizo de noche, estaba tan reventado de entrenar que me eché en el suelo y me puse a dormir.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora