Pi-pi,pi-pi,pi-pi.
Maldita alarma, la apagué, y en vez de levantarme me quedé en la cama. No me apetecía hacer nada, solo quedarme en casa, durmiendo. Cerré los ojos de nuevo y no los volví a abrir hasta que mi tripa empezó a rugir de hambre.Me levanté de la cama y fui hacia la nevera, no tenía nada, genial, ahora tenía que salir a la calle. Pasé de salir y volví a la cama. Intenté dormirme pero no era capaz, solo me entraba más hambre a cada rato. Así que me levanté, me puse la ropa y salí. Al principio la
luz me molestaba pero mis ojos se adaptaron fácilmente. Fui hacia la tienda y compré bastante comida, sobre todo Ramen, cuando volvía una voz detrás de mí hizo pararme.
—____,¿qué haces aquí?¿Por qué no viniste a entrenar?—preguntó la voz.
Me di media vuelta y vi a Sarada.
—Ah, eres tú.—dije y seguí todo recto.
—¿Por qué me ignoras?
—No he ido a entrenar porque estoy cansado.
—No cuela, todo el mundo que te conozca sabe que tú siempre vas a entrenar aunque estés muy cansado.
—Déjame en paz quieres, además no me conoces.
—No te pienso dejar en paz hasta qué me digas por qué no viniste hoy.
—Pues te vas a cansar...
—¿Mira sabes qué? Ahí te quedas, encima que me preocupo por ti. Adiós.—dijo y se fue.
Seguí mi camino y mi arrepentimiento se fue incrementado, me había pasado con Sarada, ella se había preocupado por mí y yo la había ignorado. Llegué a mi casa, entré y comí, después, fui hasta mi habitación de nuevo y me volví a echar. Por mucho que intentase dormir no me dormía, tenía que encontrar a Sarada y disculparme.
Salí de mi casa y me dirigí hasta la suya, se podía ver que eran las 4 de la tarde fácilmente porque el sol estaba emitiendo mucho calor, cuando llegué a casa de Sarada estaba seco, el calor me había quitado todo el agua que tenía mi cuerpo. Llamé a la puerta y salió la madre de Sarada: Sakura.
—Hola Sakura...¿puedo hablar con su hija?—pregunté.
—Si claro,hace mucho calor fuera,¿quieres pasar?—me ofreció Sakura.
—No gracias.—respondí amablemente.
La madre de Sarada se fue a buscar a su hija y lo que volvió luego no fue Sakura sino que fue Sarada con una cara que mostraba su enfadado, lo más seguro que por tener que venir a estar conmigo.
—¿Qué quieres?—preguntó con un tono de voz diferente al suyo.
—Disculparme, digamos que me porté mal contigo y vengo a pedirte perdón.—respondí sin mirarla a la cara.
Sarada suspiró.
—Vale, te perdono.—dijo con un tono de voz más alegre.
Alcé la cabeza y la vi sonriendo.
—Demos un paseo anda, me lo debes.—propuso.
—Vale...
—¡Mamá, salgo un momento!—gritó hacia dentro de su casa.
—Vale Sarada, no vuelvas tarde.—se logró escuchar desde dentro de su casa.
—Vale, estoy, vámonos.—dijo ella cuando su madre la contestó.
Estábamos caminando tranquilamente por Konoha pero en silencio hasta que rompí aquel momento incómodo que estábamos pasando.
—Esto...Sarada.
—¿Qué?
—La verdad es que esta mañana estaba así porque no quería saber nada de nadie.
—¿Por qué?
Me paré en seco y miré hacia otro lado, ella también se paró al ver que yo me paraba. Suspiré.
—Por las palabras de aquel hombre contra el que nos enfrentamos.¿Te acuerdas de él?
—Sí,¿pero, qué te dijo?—me miró a mis ojos, en los cuales una lágrima se intentaba colar.
—Qué él era mi padre y que me abandonaron por ser demasiado débil.
—Eso no es verdad y lo sabes ___, si de verdad fuese tu padre no te hubiese intentado dar un espadazo.
—Pero todo cuadraba, él tenía razón, siempre he sido demasiado débil. Además se parecía a mí físicamente, y podía utilizar el sharingan cómo yo.
—Mira ___, no te preocupes por eso.
—Tienes razón, pero es que no puedo quitármelo de la cabeza.—ya no pude contener más la lágrima la cual fue recorriendo mi cara.
Sarada con su mano derecha me quitó la lágrima, de hecho, después de quitarme la lágrima fue acercando su cara cada vez más y...
—¡Chicos!¡Estáis aquí, os estaba buscando!—exclamó Boruto, haciendo que nos sobresaltásemos y Sarada se alejó más de mi cara.
—¿Qué quieres,tonto?—preguntó ella, se la veía mosqueada.
—Decirle a ___ qué venga a entrenar conmigo.—contestó él.
—Tonto.—dijo y le dio un puñetazo en la cabeza.
—¿Pero qué he hecho ahora?—preguntó el rubio.
—Ni idea tío.—contesté yo.—A mí también hoy casi me da un puñetazo.
—Serás tonto tú también. Me voy.—dijo y se fue enfadada.
—Qué rara está. ¿Vienes a entrenar?—repuso Boruto.
—No, quiero ir a buscar a Kakashi.—respondí.—Adiós.
—Adiós.—me contestó él.
Fui a buscar a Kakashi a la torre, pero no le encontraba, así que salí de ahí,y, a la salida le vi. Ahí estaba Kakashi.
—¡Kakashi!—le llamé, él se dio media vuelta y me sonrió, o eso creo porque llevaba su máscara.
—____,¿qué tal tu primera misión?
—Bien, hablando de eso... ¿me puedes decir qué es el sharingan?
—¿Por qué lo preguntas?
—Porque hubo una vez que en una pelea el hombre con el que me estaba enfrentando me dijo "chaval, has despertado el sharingan."
—Vale, te lo explico. El sharingan es uno de los tres grandes Dōjutsu del clan Uchiha. El usuario que lo posee puede utilizarlo en cualquier momento después de su aparición.
—Entiendo,¿pero para qué sirve?
—Puedes ver el flujo del chakra con él, tbm puedes ver y tomar en cuenta hasta el más mínimo detalle: como imitar cualquier tipo de movimiento ya sean sellos manuales o del cuerpo entero. Esta capacidad va aumentado mientras mas aspas obtengas. Aparte de esas habilidades una de las más conocidas, es el poder de comprender, captar o copiar cualquier tipo de Ninjutsu, Genjutsu y Taijutsu y utilizar dichas técnicas como si fueran suyas.
—Vale.
—Ah, me alegro de que hayas despertado el sharingan.
—Gracias, pero hay algo que no entiendo, si los uchihas son los únicos que pueden poseerlo, y solo viven en Konoha,¿por qué mi padre lo tiene si no vivía en Konoha?
—Hay dos opciones: una que o es un Uchiha pero abandonó la aldea, o la otra es que le hayan traspasado el poder, haciendo que él lo tuviese, pero creo que me decanto más por la primera, porque en la segunda siempre tienes el sharingan activado, y eso te gasta mucho chakra.
—Y otra cosa,¿cómo sabes tanto sobre el sharingan?
Kakashi se levantó la banda que tenía cayéndole sobre el ojo izquierdo y destapó un ojo rojo con tres aspas.
—Porque a mí me plantaron un sharingan, un amigo mío.
—Vale.
—Por cierto ___, te tendré que volver a entrenarte,cierto es si tú quieres.
—Si quiero,¿cuándo?
—Empecemos mañana, qué ahora tengo mucho papeleo que hacer.
—Vale, perfecto, hasta mañana entonces.
—Hasta mañana, pásalo bien.
Me fui de ahí y me entró una felicidad por el simple hecho de que Kakashi me volvía a entrenar y podía hacerme más fuerte. Aunque mi padre volvió a mi mente no me quitó esa felicidad.
—___,¿qué tal? Veo que ya te encuentras mejor.—dijo una voz a mi espalda.
Me di media vuelta y descubrí que era Naruto con su hija a hombros.
—Naruto, ¿qué haces por aquí?
—Vengo a buscar una figura del kyubi de nueve colas.
—Guay,¿qué es para tu hija?
—Sí—dijo la chica con pelo corto y ojos azules.
—¿Cómo te llamas?—la pregunté.
—Himawari—respondió alegremente.
—Encantado Himawari, yo me llamo ___.—la respondí.
—Bueno ___, vamos a seguir mirando.—dijo Naruto.
—Os acompaño.
—¿No tienes nada mejor que hacer?—preguntó Naruto.
—No que yo me acuerde.
—Vi antes a Sarada, igual quieres hablar con ella, porque me dijo Boruto que se había enfadado con vosotros.
—___, Sarada me dijo que...—empezó Himawari pero Naruto la interrumpió.
—No puedes decir eso.—dijo Naruto.
—Lo siento.—se disculpó Himawari.
—Bueno ___, nos vamos.—se despidió Naruto.
—Adiós.
¿Qué habrá dicho Sarada a Himawari de mí? Pensé qué sería una buena idea ir a preguntársela a ella en persona.¿Qué podría salir mal?
La busqué un rato, pero no la encontraba por ningún lado, así que me rendí de buscarla y fui a mi casa.
Cuando llegué se veía el sol cómo se guardaba, entré cogí un poco de comida, la comí y me puse a dormir.
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¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADO
FanfictionAntes que nada un par de cosas importantes: -Esta historia la podrá leer cualquiera que no se haya visto la serie, ya que no contendrá muchos spoilers, he decidido hacerlo así para que la gente que se esté viendo Boruto o Naruto no se coma ningún o...