1-El Comienzo

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— Uchiha ____ estás aprobado—.
—¿En serio?—
—No, era una broma, estás suspendido.—
—¿Por qué?—
—Porque así lo quise yo.—

Abrí los ojos con una respiración rápida, me hallaba en una habitación con las paredes pintadas de azul donde había un mueble al lado derecho de la cama y al lado izquierdo había un armario empotrado viejo, el suelo de madera estaba viejo. Me levanté de la cama para ir hasta la cocina y hacerme un cuenco de ramen (mi comida favorita), después de comer me cambié pues hoy era el gran día, hoy podía aprobar o volver a hacer la academia ninja.
Cuando terminé de cambiarme fui hasta la academia yo solo como ya era rutina, ya que aunque fuese un uchiha no tenía ni amigos ni familia ya que mis padres me abandonaron en las puertas de Konoha.
Después de andar me paré enfrente de la academia, había muchos niños y niñas alrededor de ella, al parecer con el mismo objetivo que el mío, aprobar. Sentía muchas dudas, pero me llené de valor y fui a la academia, entré por la puerta y fui a sentarme. En la sala en la que me hallaba tenía mucho espacio entre el profesor y donde empiezan los sitios donde se sientan los alumnos en forma de escalera. Mi profesor,Iruka, entró por la puerta cuando ya todos los niños estuvieron sentados, nos dio un discurso bastante rollazo y luego nos fue llamando uno a uno para que le demostrásemos la técnica de transformación.
—______, venga aquí por favor.
—Voy.
—Muéstreme su técnica por favor.
— ¡Henge no jutsu!
Dicho eso me transformé en el profesor Iruka a la perfección.
—¡Estupendo! _______, está aprobado.
—¡Bien!
Volví a mi sitio de antes y mientras el resto lo hacía yo me puse a dormir, puesto que tenía mucho sueño.
—______, despierta, van a decir los equipos—dijo una voz cálida y suave.
—Eh, si, no estaba dormido.
—Ya te vale dormirte en medio de clase, espero que no lo vuelvas a hacer.
Por fin mi vista enfoca y veo que la que me estaba hablando era una chica con gafas rojas, ojos negros a juego con su pelo.
—Disculpa, ¿quién eres?
—Sarada. Ahora calla que van a decir los equipos.
Hay que ver con esta chica, no he hecho nada y ya está gruñendo.
—Bueno, ya habéis sido evaluados y ahora os vamos a decir vuestro equipo, y ya sabéis que tenía que llevaros bien y trabajar bien en equipo. Empecemos...—
Que no me toque con esta chica por favor...
—El equipo 7 está compuesto por Uzumaki Boruto, Uchiha Sarada y Uchiha _____.
Se montó un rebaño de palabras de los demás chicos...
—Disculpe profesor, pero no cree que dos uchihas en el mismo equipo no está desequilibrado?— preguntó la chica del pelo negro.
—No.
—A mí me da igual cambiar de equipo—dije y
la chica de gafas rojas me miró sorprendida.
—¿Por qué me miras así? No me gusta—la susurré. Su cara pasó a ser de un color rojizo.
—Es porque no me lo esperaba.
—¿Algo más que decir?—preguntó Iruka.
—No, da igual tenerle como compañero.—respondió la otra Uchiha.
—Perfecto, continuemos...—prosiguió el profesor Iruka.
—¿Por qué te querías cambiar de equipo?—me susurró la chica cuyo color de piel antes se volvió de un tono rojizo.
—Dije que me daba igual cambiarme de equipo, no que me quisiera cambiar, son dos conceptos totalmente diferentes.
—Llegas a ser un tonto.
—La tonta eres tú que no te callas.
—¡Vosotros dos callaros ya!—gritó Iruka.
Al parecer habíamos elevado la voz más de lo normal.
—Perdón, profesor—se disculpó la pelinegra.
Durante el resto de la clase no nos volvimos a hablar y cuando acabó la clase nos llamó Iruka.
—Más os vale empezar a llevaros bien.—dijo cuando llegamos hasta donde él se hallaba.
—No puedo con alguien que es muy pesada—contesté.
—Lo mismo digo—repuso ella.
—Pues entonces no me va a quedar otra que separaros y buscar a otro. Quiero que sepas que me has decepcionado Sarada, si quieres ser una buena Hokage te tienes que llevar bien con todos.—soltó Iruka.
—No hace falta profesor, ha sido culpa mía, me portaré mejor con ella—dije rápidamente y
noté como ella volvía a mirarme sorprendida.
—Yo también profesor empezaré a portarme mejor con él.—contestó ella.
—Más os vale—suspiró.—Podéis iros.
—Gracias por darnos otra oportunidad profesor.—respondió Sarada.
Me fui lo más rápido posible de allí, que chica más pesada me había tocado en el equipo, esperaba que ese Boruto no sea así.
Estaba dando un paseo para despejarme de todo lo ocurrido de esta mañana cuando noté que alguien me seguía e hice cómo que no lo sabía y continué mi paseo. Llegué hasta la montaña y me senté a mirar las vistas, seguía notando la presencia de antes.
—Sal de ahí ya—dije cuando me cansé de esperar a que hiciese algún movimiento.
—¿Cómo sabias que estábamos ahí?—preguntó mientras salía un muchacho rubio con ojos azules.—Me llamo Boruto y soy tu compañero, y ella es Sarada—dijo señalando hacia atrás.
—Hola Boruto, encantado, yo soy _____.—me limité a responder yo.
—¿Sarada quieres salir de ahí ya?
—¡Cállate Boruto, si me quiero quedar aquí me quedo aquí!—respondió una voz proveniente de un árbol que había atrás.
—Sarada,¿puedes salir? Supuestamente nos tenemos que llevar bien.—propuse yo.
—Paso, yo solo vine a acompañar a Boruto, que él te tenía que decir algo—contestó Sarada.
—Cierto, te iba a decir si venías a venir a entrenar con nosotros.
—Por mí encantado, no tengo nada mejor que hacer.
—Entonces acompáñanos.
Me levanté y acompañé a Boruto hasta que llegamos a una zona cerca del río, al parecer ese era el lugar favorito del chico pelirrubio.
—¿Quién va primero contra mí?—preguntó el chico de ojos azules
—Déjamelo a mí, Sarada—la susurré al oído—Quiero ver sus habilidades.
—Si tanto insistes... ve tú primero.
Me levanté del suelo y fui hasta su posición quedando frente a frente.
—Cuando quieras, pero que sea rápido.—dije.
Y él acto seguido lanzó el primer puñetazo, lo paré fácilmente pues lo había predecido. Saqué mi mano izquierda del bolsillo y me puse a pelear en serio. Una lluvia de puñetazos y patadas continuas surgió del campo de batalla, yo le daba casi todo y el solía intentar darme pero fallaba pues yo le paraba los golpes,es decir, a este paso iba a ganar la pelea.
—Ríndete ya Boruto.
—Jamás—respondió mientras sacaba un kunai de su bolsa.
Yo hice lo mismo y se escuchó un ruido metálico cuando nuestros kunais chocaron. El sol estaba empezando a guardarse cuando...
—Me rindo, paso de seguir luchando—grité en mitad de la batalla.
Otra vez aquella mirada de Sarada, odiaba esa mirada de sorprendida.
—¿Por qué te rindes si ibas ganando?—preguntó con curiosidad ella.
—Ya lo dije me cansé de luchar.
A la pelinegra se la veía con más dudas que antes pero en cambio no dijo nada más.
—Una cosa, no vuelvas a mirarme con cara de sorprendida.—¿Entonces quieres ser hokage?—intentando cambiando de tema.
—Así es, ha sido mi sueño desde pequeña.—dijo sonriendo—Boruto hay que irnos ya, está anocheciendo.
—No quiero, habré perdido este combate, pero no perderé otro.
—Como quieras, ¿___ me acompañas?
—Si no me queda otra...
Estuvimos caminando un buen rato en un silencio bastante incómodo, así que para romper ese silencio decidí empezar yo una conversación.
—Dime Sarada,¿te gusta Boruto,verdad?—
su piel antes blanca pasó a transformarse de un color rojizo, pero no ese color rojizo anterior sino que fue creciendo hasta el punto en el que parecía un tomate—Jaja pareces un tomate.—después de decir eso se puso mas colorada.—Oye, oye, tranquila.
—Eesdñdsj—dijo
—No te he entendido nada.
—Eestoooo, lo siento.
—No tienes por qué disculparte, yo te he preguntado algo en lo cual he acertado porque si no no te hubieses puesto tan colorada.
Ella se paró en seco, sus ojos negros resplandecían.
—¿Por qué te paras?
—Porque no sé nada de ti.
—No me cambies de tema, dime que te gusta y ya está.—
—No me gusta.—y siguió caminando.
Su cara decía que no quería hablar de ese tema cuando iba a formular otra pregunta, así que decidí cambiar de tema.
—¿De qué quieres hablar?
—De nada, ya hemos llegado a mi casa.
—Entonces adiós.
Me di media vuelta sin esperar su nadiós y me fui caminando hasta mi casa. Entré en casa y me puse el pijama y me fui a dormir.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora