9-¡Y el ganador es...!

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—¡Ya!
Idate y su rival salieron corriendo hacia el barco, pero cuando estuvo a punto de llegar al barco giró a la izquierda. Nosotros que íbamos detrás de él nos pilló de sorpresa menos a Naruto.
Tuvimos que correr un poco más rápido para no quedar atrás, cogió un camino que había por ahí cerca, iba muy rápido, por mucho que intentáramos alcanzarle siempre nos sacaba un buen trozo, hasta que de repente se paró en una playa, se acercó a un hombre muy mayor.
—Lo de siempre,¿me equivoco?—dijo el señor mayor.
—Efectivamente, y, cómo siempre gracias.
—De nada, ¿ves ese bote?—señaló a un bote de los cuatro que había en la play.—Es el más rápido y resistente, te vendrá bien.
—Muchas gracias.—respondió Idate y se fue corriendo hacia el bote que antes había señalado el hombre mayor.—Vamos chicos, hay que darse prisa.
Llegamos hasta él cansados y subimos.
—¿Quién rema?—preguntó Boruto.
—Yo, apártate.—dije y me acerqué a los remos, los cogí y empecé a remar.
Así seguimos hasta que Boruto empezó a hablar.
—___, quita, ahora voy yo.
—Todavía no estoy cansado.
—Da igual.
—Vale, todo tuyo.
Boruto se colocó dónde yo me hallaba hace unos momentos. Pasaron minutos, e incluso me atrevería a decir horas, Boruto se había cansado y se había puesto Naruto a remar, cuando de repente se escuchó un sonido.
—¿Habéis escuchado eso?—pregunté.
—Sí.—respondieron todos.
—Estad atentos, esto se va a complicar.—dijo Naruto.
Saqué un kunai de mi bolsa y vi que tanto Boruto como Sarada también lo hicieron. Escuchamos otro ruido, esta vez más fuerte y a mi derecha, miré hacia allí y no vi nada encima del agua, en cambio, sí que vi algo, algo debajo del agua.
—Chicos, en el agua.—dije.
—Lo sé.—repuso Naruto.
Estábamos formando un rombo en torno Idate , yo vigilaba la derecha, mientras que Boruto vigila la izquierda, Sarada el frente y Naruto mientras remaba vigilaba la espalda.
—¡Lo veo!—exclamó Sarada.
Todos nos giramos menos Naruto que seguís vigilando la espalda, pero no vimos nada.
—Ha desaparecido.—dijo Sarada
—No, sigue aquí, solo que ahora está debajo de nosotros.—contesté yo.
—¿Cómo lo sabes?—preguntó Boruto.
—Instinto.—respondí.
Y efectivamente estaba debajo,  atacó al barco para tirarnos y lo logró. Nos caímos al agua, pero con el chakra nos mantuvimos en el agua. Estuve buscando con la mirada al que nos tiró del bote, pero no le vi, le había perdido de vista, cuando de repente noto una presencia detrás de mí, me giré y me sorprendí al ver lo que era. Era al tío al que estaba siguiendo esa misma mañana, llevaba la misma capa a las espaldas,y, en su cara tenía muchas cicatrices, aunque tuviese unos 30 años parecía que tenía más. Sonrió al verme, pero no era una sonrisa normal, tenía un punto que daba mal rollo. Me entró un escalofrío pero fui hacia él para darle un golpe. Él lo esquivó con facilidad y se río. Si te fijabas bien en su cara parecía que estaba disfrutando, y así era, estaba disfrutando viendo cómo yo le intentaba golpear. Intenté probar con el jutsu de multiplicación pero no logré nada, golpeó a todos los clones haciendo que desaparecieran y fue hacia mí, me golpeó en el estómago con tanta fuerza que parecía que me había partido en dos. Me caí al agua y cómo me dolía tanto el estómago me hundí en el agua, y todo se volvió negro mientras me hundía.
Al cabo de un rato empecé a escuchar voces a lo lejos, aunque no era capaz de entender lo que decían. Cuando todo se volvió más claro y las voces se escuchaban más cerca y mis ojos se abrieron pude enfocar a tres personas corriendo frente a mí. Cuando de repente, una de esas personas se paró y dijo algo que no llegué a entender pero todos se pararon y empecé a notar tierra debajo de mi culo. Cuando ya por fin logré enfocar del todo vi a 4 personas rodeándome, eran Naruto, Boruto, Sarada e Idate, me estaban observando.
—_____, ¿ya despertaste?—preguntó Naruto
—Sí.—y de repente noté un fuerte dolor en el estómago.
—Hay que seguir corriendo—dijo Idate.
—Lo sé.—dije mientras me levantaba, pero me volví a caer.
—____, tienes que quedarte aquí.—propuso Naruto.
—No, voy con vosotros.—repuse mientras me levantaba de nuevo, esta vez logré quedarme de pie. Ya volvía a sentir la fuerza que me estaba volviendo. Me adelanté y empecé a correr ignorando el dolor del estómago.—Vamos.
Sarada me dirigió una mirada de preocupación pero yo ignoré aquella mirada. El resto empezó a correr y yo les seguía. Al parecer ya faltaba poco, pues habían avanzado bastante mientras yo me despertaba.
—Vamos, ya solo faltan subir estas escaleras—dijo Idate cuando estábamos llegando a una escalera.
Pero de repente escuché a Boruto gruñir y me di media vuelta y vi al tío de antes. Había vuelto.
—Os tengo que entretener mientras el otro sube las escaleras y gana la carrera.—dijo con una voz muy grave.
—Idate, ve subiendo enseguida volveremos contigo.—dijo Naruto.
El hombre sonrió y yo me di cuenta de eso.
—Naruto, tienes que ir con Idate, lo más seguro es que hayan puesto una trampa.—repuse.
—¿Podéis contra él?—preguntó Naruto.
—Sí.—contesté.—Iros, el otro ya ha subido la escalera entera.
—Vale. Vamos Naruto.— dijo Idate.
—Sí, voy.—contestó mientras se ponía a correr, dejándonos solos contra el hombre.
—Je, cuánto me voy a divertir.—empezó el ninja.
—Cállate, para pelear no hace falta hablar.—intervine mientras trazaba un plan, pero me había bloqueado, algo pasaba que no me cuadraba.—Tened cuidado.—susurré a Boruto y a Sarada, y me adelanté.
—No, todavía no estás recuperado.—dijo Sarada.—Voy yo primero.
—No vayas, vas a perder.—repuse.
—Sarada, ____, tiene razón.—intervino Boruto.
—¿Acabáis de hablar?—dijo de repente el hombre.—Me aburro.
—Dejadme a mí, tengo una revancha todavía con él.—repuse, y, antes de que me pudiesen detener fui hasta él para darle un puñetazo, él lo volvió a esquivar, me di un poco para atrás e hice el jutsu de multiplicación. Aparecieron 5 clones, ósea que en total éramos 6, fuimos hacia él y 4 clones se pusieron por delante y un clon y yo nos fuimos a su espalda y le conseguimos dar entre todos. Bien. Igual se utilizaba el Chidori acabaría con la pelea más rápido y fácil. Así que utilicé el Chidori para vencer pero me lo paró con la mano.
—Demasiado previsible chiquillo.—dijo mientras me daba una patada y me mandaba lejos.
—¡____!—escuché chillar a Sarada.—Para, no ves que te estás esforzando demasiado.
—Cállate, le tengo que ganar.—me levanté y volví hacia él.
—Con que vuelves... bueno, habrá que ponerse serio...—dijo el hombre y sus ojos pasaron a ser de color rojo con 3 aspas.
Le intenté golpear pero si ya me costaba antes ahora que podía ver mis movimientos era imposible. Me dio un puñetazo en la cara haciendo que me cayese al suelo, me levanté y escuché un "___, para ya" de Sarada pero lo ignoré.
De repente el hombre iba se movía más rápido que antes, me dio un par de puñetazos más y me volví a caer al suelo. Esta vez me costó más levantarme, aunque al final lo conseguí. El ninja vino hacia mi, solo que esta vez sus movimientos se hacían más lentos, podía ver un poco mejor sus movimientos, eché un vistazo hacia Boruto y Sarada y antes de que me diese un puñetazo en el estómago me moví. El hombre se sorprendió y luego me miró más detenidamente a los ojos.
—Chaval, has despertado el sharingan—dijo.
—Deja de charlar.
—¿Entonces no lo quieres saber?
—¿El qué?
—Por qué te abandonamos.
—¿Abandonamos?
—Sí, tú madre y yo, te abandonamos a las puertas De la Villa de Konoha.
—¿En serio quieres que me crea que eres mi padre?
—Deberías de haberlo adivinado ya, es un poco raro que te encuentres a otro con el poder del sharingan que no sea de Konoha, además nos parecemos físicamente. Te voy a ser sincero chaval, te abandonamos porque eras muy débil, de hecho no me puedes ganar por ser demasiado blando y sacó una espada Una lágrima recorrió mi cara.
—¡____, cuidado!—dijo mientras salía corriendo hacia mi, de repente noté que alguien cargaba contra mí tirándome a la izquierda. Levanté la vista y vi a Sarada recostada y la espada de mi padre sobre su estómago, al quitar su puño Sarada dejó escapar sangre por la boca y cayó al suelo. Noté un sentimiento que crecía poco a poco, una furia fue creciendo y mi chakra se desbordaba. Fui hacia mi padre y le di puñetazos y patadas hasta que se cayó al suelo, cuando de repente esa ira se fue desvaneciendo y me acerqué a Sarada.
—Sarada, ¿por qué? Tenía que recibir yo ese espadazo—dije mientras la cogía y me la ponía encima.
Otra lágrima resbaló sobre mi cara.
—Boruto, tenemos que irnos de aquí, tenemos que llevar a Sarada a Naruto.
—Lo sé.
Nos pusimos a correr y para estar yo más cómodo puse a Sarada a mí espalda, subimos las escaleras,las cuales no se acababan,lo más rápido que pudimos y cuando las escaleras se acabaron vimos a Naruto a lo lejos. Naruto también nos vio y vino hacia nosotros, pero a mitad de camino cuando vio a Sarada sobre mi espalda vino más rápido.
—¿Qué la ha pasado?—dijo Naruto cuando llegó.
—Te lo explico más tarde, ahora hay que llevarla a un médico.—contesté.
—Seguidme.—repuso Naruto y empezó a correr, nosotros le seguimos y fuimos a parar hasta una casa en cuya parte alta ponía: MÉDICO.
Entré lo más rápido que pude ya que tenía que tener cuidado de no hacer más daño a Sarada de la que ya había sufrido, y llegamos a una especie de recepción, Naruto nos adelantó y empezó a hablar, pero en ese momento me daba igual la conversación, lo único que me importaba era Sarada, el muchacho que había en la recepción que me imaginaba que era el hijo se fue, y volvió más tarde con un hombre más mayor.
—¿Donde está la herida?—preguntó el médico.
—Aquí.—dije y dejé a Sarada en manos del médico.—Cuídela, por favor.
—Sí, en nada estará aquí de nuevo, tranquilo.—contestó el hombre mayor.
—Gracias.—respondí.
—Podéis sentaros allí.—dijo y señaló unas butacas que había en una sala a mano derecha de la recepción.
Nos sentamos,y, mientras esperábamos me puse a pensar en las palabras de mi supuesto padre. ¿En verdad era tan débil? ¿Me habían abandonado por ser débil? No, no creo que me hayan abandonado por ser débil, no tiene sentido,¿verdad? A ver, si puedo ser débil pero tanto cómo para qué me abandonasen...
—Ya está mejor, ahora está descansando.—dijo el médico haciéndome salir de mis pensamientos.
—Vale, muchas gracias.—contestó Naruto.—¿cuánto tenemos que pagarle?
—Nada, no me tenéis que pagar nada.—respondió el médico.—Estos dos chicos estaban preocupados por su compañera, así que no hace falta que me paguéis nada, tomarlo como un favor.
—Muchas gracias—dijo Boruto.
Nos volvimos a sentar y volví a pensar en lo de antes. El tan solo, ¿de verdad me habían abandonado por ser débil?me tenía preocupado. Después de un rato pensando en lo mismo llegó Sarada.
—Hola chicos.—dijo Sarada—Lamento haberos preocupado.
—Tranquila, lo importante es qué estés bien.—respondió Boruto.—¿Estás bien no?
—Sí—contestó ella.
—Vale chicos, tenemos que volver a la aldea, hemos completado la misión con éxito.—intervino Naruto.—Idate ganó la carrera.
Boruto y Naruto se levantaron, pero yo me quedé en el sitio.
—___,¿te pasa algo?—preguntó Boruto.
—No, nada...—respondí y me levanté.—Vamos.
Fuimos hasta casa de Idate y nos despedimos de él, luego volvimos a la villa, estuve todo el camino pensando en lo mismo, excepto en los momentos en los cuales mis compañeros dialogaban. Una de esas veces fue la apuesta que habíamos realizado.
—Al final no ha sido tan fácil.—empezó Boruto.
—Es verdad, al final Naruto tuvo razón.—siguió Sarada.
—Je, he ganado la apuesta, ahora tendréis que hacer una cosa que yo os mande.—dijo Naruto.
Después de un tiempo andando y ya cuando se estaba poniendo el sol llegamos a la aldea.
Fuimos hacia el despacho del Hokage y Naruto le dijo que habíamos completado con éxito la misión, el Hokage nos mandó a todos a casa y yo simplemente me despedí con un adiós.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora