14-Rasengan

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Otro día amanece sin el despertador, así que no sé qué hora es, lo único que sé es que los primeros rayos del sol se empezaban a asomar a través de la ventana e impactaban en mi cara.
Sin muchas ganas me levanté de la cama y empecé a hacer las cosas, al acabar fui hacia el puente rojo, y al llegar me encontré con Naruto y Boruto.
—¿Naruto ya estás bien?—pregunté al llegar.
—Bueno, sigo un poco débil pero ya no tengo fiebre.—contestó Naruto.
—¿Has visto a Sarada?—me preguntó Boruto.
Negué con la cabeza.
Iba a decir otra cosa pero vimos a una persona correr hacia nosotros, era Sarada.
—La...lamento llegar tarde.—dijo Sarada entrecortadamente.
—Tranquila.—respondió Naruto.—Bueno, empecemos, ya que todavía no estoy muy bien y Sasuke me dijo que a Boruto le salió el rasengan, ¿por qué no os enseño a vosotros dos esa técnica?
—Paso, esa técnica me la va a enseñar Kakashi a dominarla.—contesté.
—¿Y por qué no te digo un truco para que así lo practiques con Kakashi?
—Me parece buena idea.
—Vale, lo único que necesitaremos unos globos de agua. Boruto, Sarada, entrenad vosotros solos mientras nosotros nos vamos a comprar algo.—dijo Naruto señalando a Boruto y Sarada.
Ellos dos tan solo asintieron con la cabeza mientras Naruto y yo nos íbamos del lugar. Al llegar a la tienda Naruto se fue a por unos globos de agua y al salir los llenó con agua.
—Vale coge un globo y lo único que tienes que hacer es girar el agua haciendo que el globo explote. Cuando lo hayas completado me avisas. Voy a ver qué están haciendo Boruto y Sarada.
—Vale.
Me puse a hacer eso del globo durante un rato, sin ningún resultado, hasta que llegaron Boruto y Sarada.
—___, estás aquí, te estábamos buscando.—dijo Boruto.
—Dejadme solo.—contesté molestado por su interrupción.
Sarada se acercó a mí y me dio un puñetazo en la cabeza.
—Perdón, pero es que no me sale esto y estoy de mal humor.—me disculpé.
—Tranquilo.—respondió Boruto.—Bueno,¿vamos a comprar hamburguesas?
—Id vosotros yo os espero aquí.—repuse yo.—Quiero seguir con esto.
—Como quieras, ¿vienes Sarada?—preguntó Boruto.
—No, no tengo hambre, me quedo con ___.—contestó ella.
—Vale, me voy.—se despidió el rubio.
Boruto se fue y yo me volví a poner con el globo.
—Oye ____,¿qué tal todo?—preguntó Sarada con curiosidad.
—Bien,¿tú?—respondí sin mirarla.
—Estaría mejor si me mirases a la cara.
Eché un suspiro y levanté la vista parándome en su cara.
—Mejor.—dijo ella con una sonrisa.—¿Qué es lo que tienes que hacer?
—Romper el globo con el chakra.
—Mira déjame ayudarte.
Eché otro suspiro y le pasé un globo lleno de agua en su interior. Ella puso chakra en su mano y haciéndolo girar consiguió remover el agua con la consecuencia de que el globo se rompiese liberando el agua que se hallaba dentro haciendo que Sarada se mojase.
Solté una carcajada al ver su reacción.
—Nunca me había reído tanto...—empecé a decir.
—Cállate.—intervino ella.
—Toma anda.—respondí cogiendo una toalla la cual me la dio Naruto.
—Gracias.
Mientras Sarada se secaba yo me puse a pensar en cómo fue capaz de hacerlo.
—Oye Sarada,¿cómo lo hiciste?—pregunté.
—Verás, coge un globo.
La hice caso y cogí un globo.
—Vale, ahora lo único que tienes que hacer es lo siguiente, reúne chakra en tu mano y gíralo continuamente.—prosiguió ella.
Seguí sus indicaciones y acabé como ella empapado porque por fin había conseguido explotar el globo.
—Pásame la toalla por favor.—dije.
Ella me pasó la toalla y yo me sequé, cuando acabé volvió Boruto con dos hamburguesas.
Fuimos hasta la montaña y allí nos sentamos y nos pusimos a comer mientras que Sarada miraba el cielo.
—Chicos,¿qué hora es?—pregunté.
—Pues las 15:30,¿por?—respondió Boruto.
—Es que tengo que entrenar antes de que venga Kakashi.—contesté mirando al cielo al igual que antes Sarada.
—Solo piensas en entrenar, ¿por qué?—cuestionó Sarada.
—Fácil, tengo que hacerme más fuerte para vencer a mi padre.—respondí.—¿Os podéis ir?
Sarada dejó escapar un suspiro y luego asintió.
Se levantó y esperó a que Boruto hiciese lo mismo, cuando el rubio lo hizo se marcharon.
Yo me puse a entrenar hasta que llegó Kakashi.
—Buenas tardes ___.
—Hola Kakashi.
—Bueno, te dije que te ayudaría a aprender el rasengan y eso haré.
Asentí y fui a por un globo de agua haciéndolo explotar.
—Bien, lo has explotado,¿pero conseguirás hacerlo sin agua?—preguntó Kakashi al ver cómo explotaba.
Fue hacia un globo pero lo llenó de aire y me lo entregó.
—Inténtalo ahora.—me dijo y abrió su libro mientras se subía a un árbol.
Concentré chakra en mi mano y me imaginé una bola girando de derecha a izquierda e izquierda a derecha continuamente.
Solo un sonido hizo que abriese mis ojos y ese sonido fue un simple pof que cualquiera pasaría de él, pero a mí me ilusionó. Abrí los ojos y vi trozos de globo sobre mi mano.
Kakashi cerró su libro y se levantó, al fijarme en él pude ver su cara sorprendida.
—No me esperaba eso pero se ve que tienes potencial.¿Seguimos con el entrenamiento del sharingan para dominarlo?—dijo Kakashi.
—Sí,¿pero ya he dominado el rasengan?
—Dominar dominar no, ya sabes lo básico, ahora mismo tu rasengan es muy simple.
—Vale.—contesté y me dirigí a él para darle un golpe y como siempre él esquivó el golpe.
Me activé el sharingan y me puse a pelear en serio.
Cuando ya el sol se estaba empezando a guardar páramos de entrenar y yo me fui al Ichiraku Ramen a cenar. Al llegar me pedí lo de siempre y empecé a comer, pero Ayame empezó a hablar.
—____,¿qué tal el día?—preguntó la chica apoyándose en el mostrador con una sonrisa.
—Bien,¿el tuyo?
—Bueno algo cansada, hoy han venido muchos a comer ramen y...—comenzó pero no terminó.
—___, aquí estabas.—intervino una voz femenina a mi espalda.—Me ha costado mucho encontrarte.
Me di la vuelta y me fijé en donde provenía la voz, en el lugar se hallaba una mujer de unos 25 años, rubia y guapa con una especie de piedra en la frente como la que tenía Sakura en su frente.
—¿Quién eres?—pregunté a la mujer mientras volvía a comer.
—Tsunade, pero eso no importa ahora, el Hokage me ha dicho de encontrarte.—contestó ella sentándose a mi lado.
—¿Para qué?—volví a cuestionar centrado en la comida.
—No lo sé, solo me dijo que cuando te encontrase te dijera que fueses hacia él, es urgente.
Dejé echar un suspiro apartando la comida y me levanté.
—Bueno, entonces adiós.—me despedí.—Ah sí, gracias por la comida.
—Adiós ___—se despidieron todos.
Caminé hacia el Hokage sin saber lo que eso me depararía. Al llegar toqué a la puerta y esperé a que el del otro lado contestase con un adelante.
—Hola Kakashi,¿qué querías?—pregunté al Hokage.
—Siéntate ___, por favor.—se limitó a responder él.
Le hice caso y me fui hacia una silla que se encontraba allí y me senté.
—Voy a ir al grano, tenemos que hablar de tus padres, sobre todo de tu padre.—prosiguió él.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora