8-¡Empieza la carrera!

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— Despierta ___, que ya hay que bajar a desayunar.
—¿Eh, qué?¿Donde estoy?—dije mientras me levantaba a toda prisa mirando a mi alrededor, vi a Sarada riéndose a mi lado.
—Tranquilo, estás en una habitación en el País del Té.
—Me he dado cuenta—dije sentándome.¿Por qué me había asustado?
—____, hay que ir a desayunar—repuso Sarada aún con una sonrisa en la cara.
Salió de la habitación y yo la seguí hasta al piso de abajo. Me fijé en que ella ya se había cambiado de ropa y cuando vi a Boruto también vi que él tampoco tenía el pijama puesto.
—Buenos días dormilón.—dijo Boruto con tono de indignación.
—¿Por qué estás enfadado?—pregunté pues noté su tono de enfado.
—Porque a mí, mi padre me ha obligado a levantarme, en cambio, a ti no te han hecho levantarte temprano.—contestó Boruto.
—Pues haberle dicho a tu padre que te dejase un poco más en la cama.
—No le dejé—intervino Naruto.
—Vaya, una pena, al menos te ha hecho compañía Sarada,¿no?
—Si—respondió Boruto.
La criada nos trajo el desayuno y comimos en silencio, cuando acabé me fui a duchar.
Encendí el agua, al principio salía frío, pero luego salió caliente, me quité la ropa y me metí.  Cuando salí de la ducha me sequé y me cambié. Acto seguido, salí y subí arriba, a la habitación para hacer la cama. Cuando subí y entré al dormitorio vi a Sarada haciendo su cama.
—Hola Sarada.
—Hola ___,¿a qué has venido?
—A hacer la cama.
—No hacía falta, te la podía hacer yo.
—No, no hace falta.—una sonrisa se me escapó.—Oye Sarada, ¿por qué ayer te quedaste parada?No te gusto,¿no?
Ella se quedó con cara de sorpresa y cuando fue a contestar sus mejillas se tornaron a un rojo, pero de repente entró Boruto.
—¡____! ¿Entrenamos juntos?—me preguntó Boruto.
—Sí, un momento, que hago la cama.
—Vale, venga acaba rápido, que tenemos poco tiempo para entrenar.
—Voy.
Hice la cama deprisa, en cambio me quedó muy bien.
—¿Quieres venir Sarada?—pregunté.
—Sí, esperarme fuera.—respondió ella.
—No tardes mucho.—dijo Boruto.
Salimos de la habitación y esperamos a Sarada fuera de la casa. Había mucha gente paseando, yendo a comprar y sobre todo había niños pequeños con sus amigos corriendo de aquí para allí.
—Estoy—dijo Sarada cuando salió de la casa y se juntó a nosotros.
—Seguidme.—y dicho eso Boruto se fue, nosotros le seguimos, y nos condujo a las afueras de la cuidad.
—___, pelea contra mí.—dijo el chico rubio cuando llegamos a las afueras.
—Perfecto, empieza cuando quieras.—dicho eso utilizó un jutsu: el Kage Bunshin no Jutsu. Aparecieron clones de Boruto, para ser exactos 4, vinieron hacia mí, pero los desvanecí mediante esquivos, puñetazos y patadas. Mi turno, aunque yo no utilicé ningún jutsu ya que le iba a ganar igualmente. No podía hacer lo de siempre porque ya se lo esperaría, pero esto no era como aquella vez que me enfrenté a Sarada, con él tenía muchas opciones para alzarme con la victoria. Le metí un puñetazo en la cara y lo seguí con una patada, él no era capaz de predecir mis movimientos y menos aún protegerse de ellos. Cogí un kunai e hice como si fuese hacer la misma jugada de siempre, y, efectivamente él creyó que si la iba a hacer, miró para atrás pero yo en cambio estaba delante suyo. Le tenía contra las cuerdas, había ganado.
—¡Y el ganador es ____!—gritó Sarada.—Venga Boruto,¿quieres echar una contra mí?
—No, paso...—contestó él.
—Oye Boruto, ya verás cómo a la próxima me ganas, solo te tienes que entrenar un poco.—dije.
—¡Pues a entrenar se ha dicho!—exclamó y se fue lejos de nosotros, aunque le seguíamos viendo.
—Pues ya nos abandonó...—suspiró Sarada.
—Ya, bueno,¿qué quieres hacer?
—Me da igual.
—¿Vamos con Naruto?
—Vale.
Estábamos recorriendo el país pero de repente vi a un hombre un tanto extraño, llevaba una capa de color gris a sus espaldas.
—Sarada,¿tú también le has visto?—pregunté sin despegar la vista del callejón por el que había ido.
—¿A quién?—contestó mientras sus ojos iban a parar al mismo callejón al que yo estaba mirando.
—Al tío que tenía una capa a sus espaldas, el que se fue por ese callejón. Sígueme.
—No, no le he visto.
Salí corriendo hacia el callejón y vi a la persona rara meterse en una casa al final del callejón.
—Rápido, hay que entrar ahí.—susurré a Sarada.
—___, no puedes.—me susurró ella.—Tenemos que ir con Naruto.
—No me digas qué te da miedo.
—No es eso, es qué tenemos que hacer la misión acuérdate.
Vi salir de nuevo al hombre y cogí rápidamente a Sarada y la acerqué a mi boca, rozando nuestros labios, simulando que nos estábamos besando.El hombre siguió todo recto. Mi plan a última hora había funcionado, menos mal. Me separé de Sarada y sin fijarme en ella seguí al tío. Se estaba yendo hacia las afueras y cada poco miraba hacia los lados, se ve que no quería que nadie le siguiese, eso o sabía que le estaba siguiendo. Cuando llegó a las afueras se acercó a un árbol y miró a los alrededores, como no vio a nadie, siguió todo recto y se paró detrás de otro árbol. Cuando fui a mirar si seguía ahí porque ya hacía 1 minuto que no se movía de ahí no vi a nadie. Maldición, se me había escapado. Sin darle más vueltas a cómo había podido escapar volví a la ciudad, busqué a Sarada, pero cómo no la vi me supuse que se había ido ya hasta donde Naruto, así que yo también fui hacia la casa. Al llegar a la casa vi a Naruto, Boruto e Idate afuera esperándome.
—Hola ___, ya era hora,¿qué estabas haciendo?—preguntó Naruto cuando llegué hasta él.
—Nada,¿Sarada está aquí?—respondí, no quería decirle lo que había visto.
—Si, está aquí.—dijo Boruto.
—Vale bien.—suspiré.—¿Cuándo era la carrera?
—Ahora en 30 minutos,¿por?—contestó Idate.
—Por saber.—dije.
—Bueno, creo que es hora de ir yendo. Sarada, nos vamos a ir.—dijo de pronto Naruto.
—Ya voy.—chilló Sarada.
La chica salió de la casa y se dirigió a nosotros. Cuando llegó hasta nosotros Naruto e Idate empezaron a andar y Boruto, Sarada y yo les seguimos. Sarada en todo momento evitaba mi mirada y durante todo el camino nos mantuvimos en silencio.
—Chicos, estáis demasiados callados,¿qué os pasa?—preguntó Naruto.
—Nada, es solo que no tenemos ningún tema de conversación.—contestó Boruto.
—Ya queda poco camino, la carrera comienza en el puerto.—dijo Idate.
—Vale, por cierto, ¿exactamente qué tenemos qué hacer?—pregunté.
—Tenéis que protegerme, solo eso.—respondió Idate.
—Fácil. Vamos a ganar la apuesta, viejo.—dijo Boruto.
—Igual no va a ser tan fácil cómo parece.—contestó Idate.
Y entonces caí, si nosotros habíamos sido contratados, otros ninjas también podrían haber sido contratados, con que eso significa que el tío ese era un ninja que fue contratado por el equipo rival.
—Idate tiene razón Boruto, puede que no sea tan fácil.—respondí.
—Hemos llegado.—dijo Idate.
Sin haberme dado cuenta nos encontrábamos fuera del país, en un puerto donde ya empezaba a venir gente. Se hallaban 2 barcos justo enfrente de nosotros, uno a mano izquierda y otro a mano derecha.
Cuando pasaron 5 minutos el puerto se llenó de gente, nunca pensaría que fuese tanta gente a ver una simple carrera.
—¿Por qué tanta gente para una simple carrera?—preguntó Boruto, al parecer él estaba pensando lo mismo.
—No es una simple carrera Boruto, acuérdate que el que gane esta carrera su familia tendrá el poder sobre el país durante 4 años.—intervino después de mucho tiempo Sarada.
Boruto abrió la boca para hablar pero un hombre mayor llegó y exclamó...
—¡Todos a sus puestos!
Y acto seguido Idate y su rival, que no sabía cómo se llamaba se pusieron en posición.
—¡Preparados!
—¡Listos!
El nerviosismo se notaba en el ambiente.
—¡Ya!
Idate y su rival salieron corriendo hacia el barco, pero cuando estuvo a punto de llegar al barco giró a la izquierda. Nosotros que íbamos detrás de él nos pilló de sorpresa menos a Naruto.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora