Hermione
Mi vida era un auténtico asco.
Llevaba meses sin ver un solo galeón, y mis libros apenas se vendían. No lo comprendía, me llevaron su tiempo y dedicación y al final ¿para qué? ¿para acabar muerta de hambre? De momento tenía unos cuantos ahorros en Gringotts que me permitirían pagar durante un par de meses más el alquiler de mi apartamento pero después... La idea de pensar en volver a casa de mis padres hacía que se me revoviese el estómago y me entrasen arcadas. No es que me cayesen mal, pero sería humillante y no quería pasar por eso. También podía quedarme en casa de mis amigos, pero suponía que no les haría mucha gracia. Al fin y al cabo, ellos tenían una vida, pareja y un trabajo.
Me recosté incómoda en el sofá del salón y me quedé mirando al techo con la mente en blanco, sopensando mis opciones. Nada se me ocurría. Apunto estuve de gritar de la frustración. Sin embargo, llamaron al timbre y tuve que ir a abrir.
-¡Hermione! -chilló Ginny Weasley.- ¿qué tal te va?
Ginny -suspiré.- pasa.
La pelirroja entró en el apartamente y se tumbó en el sofá que antes ocupaba. Buscó el mando de la televisión y cuando lo encontró encendió el aparato. En ese preciso instante, estaban anunciando un nueva poción antiacné.
LA verdad es que los magos cada vez se reinventaban más para no quedarse atrás. Hacia ya un par de años que se habían empezado a vender las primeras televisiones mágicas, las cuales básicamente funcionaban como las muggles, salvo que las primeras emitían programas apropiados a la población mágica.
-¿Cómo le va a mi escriotora preferida?
-Igual. Sinceramente, no se que voy a hacer Ginny. No vendo ni un ejemplar y necesito pagar el alquiler.
-Tranquilízate, si necesitas ayuda nos tienes aquí, a Harry, a Ron y a mí.
-No, tengo que ser independiente. No puedo depender de la caridad.
-Somos tus amigos, tú harías lo mismo por nosotros.
Suspiré dándome por rendida y contemplé la televisión con aire abatido. Ahora estaban anunciando un nuevo concurso que pronto estrenarían. Al parecer, escogerían a doce personas elegidas por un casting que se celebraría pronto, y esas doce personas se irían a una casa donde serían grabadas dia y noche y donde les mandarían hacer prubas hasta que solo quedase uno. El ganador se llevaría 5000 galeones.
-¡Madre mía! -chillo Ginny.- ¡5000 galeones es mucha pasta!
-Y que lo digas.
Hubo unos segundos de silencio, hasta que mi amiga de repente pegó un gritito de la emoción y se levantó de un salto. Yo pequé un brinco, me había asustado.
-¿Qué te pasa?
-¡Hermione! ¡Tú deberías apuntarte a ese concurso, es tu oportunidad para ganar dinero!
-¿QUEEEEE? ¡Estás loca! No pienso apuntarme a eso. Para empezar, seguro que no paso los castings. y segundo, a esos programas solo va gente desesperada por ligar. Créeme, en el mundo muggle hay muchos programas de estos...
-Hermione, piénsalo. Estás desesperada y podría ser tu última oportunidad.
-No Ginny, no.
Ginny frunció el ceño y después me miró fijamente con el rostro suplicante. Sin embargo, hice como que no la veía y cambié de tema. Odiaba cuando Ginny se ponía cabezota. Tenía que darse cuenta de que apuntarse a un concuros no era mi opción, debía de hav¡ber otro camino para salir del agujero.
A eso de las diez de la moche, me despedí de mi amiga y me puse a leer El Profeta. Estuve ojeándolo un rato, hasta que me topé con otro anuncio del concurso, que al parecer se llamaba Magicians. Cerré enfadada el periódico, quizá con demasiada fuerza porque las hojas volaron por la cocina. Me quedé pensativa un rato hasta que me fui a la cama, donde intenté conciliar el sueño. Sin embargo, me fue prácticamente imposible pegar ojo. No paraba de darle vueltas al anuncio del concurso. Quizá si solo fuese al casting. Total, el no ya lo tenía. ¿Por qué no probaba suerte? Sabía que no me iban a escoger. Al fin y al cabo, decían que era un concurso internacional y que los cast se harían por todo el mundo. Lo siguiente que recuerdo, fue haner cerrado los ojos con la decisión ya tomada.
A la mañana del día siguiente, me conecté a la Red Flu para hablar con Ginny.
-He tomado una decisión con respecto al concurso ese -dije muy seria.- voy a probar suerte en el casting. Necesito dinero.
-¡¡Sí!! Sabía que recapacitarías -dijo ella sonriendo.- ¿y ya sabes cuándo es el casting y dónde?
-Sí, en El Profeta dice que las audiciones son dentro de dos semanas en Londres y que el programa se grabará en Nueva York.
-¡Qué pasada! Al final me vas a dar encvidia y yo también me voy a acabar apuntando.
-No digas tonterías, sabes que lo hago por el dinero.
-Bueno, y si encuentras al amor de tu vida en el programa, mejor que mejor.
-Jaja muy graciosa.
Dejé a Ginny y miré decidida al espejo. Nunca me daba por vencida, y ahora menos que nuna. Póxima parada: Magicians
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Magicians (Dramione)
FanfictionHermione Granger tiene 24 años y es escritora. Sin embargo, no ha tenido mucho éxito y es por eso que se apunta a un concurso llamado Magicians, en el que tendrá que convivir junto con otros magos en una misma casa mientras les graban y les hacen di...