La parte buena del amor |

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Pero el amor tiene su parte buena ¿no?—

—¿la tiene?— respondió.

Entonces, ¿El amor tenía verdaderamente su parte buena?, es un sentimiento inexplicable, que te consume el aliento cuando observas colores de piel expuestos al cariño.

— Completamente.

Lo sabía en el fondo cuando respondí, o simplemente cuando lo miraba, porque me desgasto en gloria cuando lo veo, es  un sentir irónico, no si es por el cariño interno que resguardo por el, o porque de alguna u otra forma me atrae de la manera en la que me atraía Asher, no lo veo imposible, pero tampoco me agrada esto.

— ¿En qué?.
— Se aprende de ello, de las personas, incluso cuando no es correspondido.— respondí.

— Nosotros no tenemos muchas opciones, nunca he tenido la oportunidad de conocer a más personas, tampoco es como si lo necesitara.— declaró
— Pero lo deseas, ¿o me equivoco?.
retiré el cigarro de sus labios de nuevo, y aspire el humo que parecía radiar a estas horas de la tarde.

—No aspiro a eso.— reiteró, juntó sus manos con una actitud de querer irse y espetó — y tu manera de intentar seducirme me parece pobre y sin gracia.

Realmente no era eso lo que estaba buscando, o un poco, talvez, pero es un montón de acciones involuntarias buscando respuestas, buscando una explicación a mi sentimiento, y se que por ahí debe de estar, acumulado de realidad y muy poca felicidad, me acostumbraré, pero necesito mi explicación.

Lo miré de lado y le sonreí sincera.
— No era esa mi intención.

hizo una mueca y asintió como respuesta.

— ¿Tu como lo harías?.
— ¿El que? ¿seducir?.— cuestionó confundido.
asentí con las cejas en alto.
No haría tal cosa.
Acomodó su cabello que en ocasiones enloquece con el viento y el clima, y miró por la ventana iluminando la parte clara de sus ojos, acarició su mano y levantó una ceja.
y ahí estaba, seduciendo a mi incontrolable persona, maldito hijo de perra. Lo hacía, y no sabía si lo intentaba o si ni siquiera lo pensaba, me contestaba cada pregunta a su manera egocéntrica y totalmente cautivadora.

Odio tanto amarlo por cosas tan insignificantes.

Me aterroriza lo nuevo, y esto se siente como si fuera una primera vez, me da pavor hasta su respirar acabado y lo que puede pensar de mi, nunca me había sentido tan ridícula.

— Entonces, ¿lo logré?.— dijo sonriendo victorioso dando el trago definitivo a su café después de sacarme bruscamente de mi mente interesada en el.

— por supuesto...que no.— si, completamente si.

— No lo niegues numero 12.
— ¿Crees que miento numero 5?
— De hecho sé que mientes.— se acercó a la mesa recargando sus codos mirándome atentamente, quería ver mis mentiras, materializadas, transmitiendo mi terror a sus ojos.
— No me seduce un hombre acomodando su cabello, opino que fue mejor lo que yo hice. — sonreí segura, y mierda, no lo estaba, no lo estaba para nada.

Tiempo Posterior [ Timothée Chalamet  Y Tu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora