Prólogo

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Era un gran día en la reconstruida Madriguera, donde se celebraba el compromiso del tercer primogénito de los Weasley, Percy, con su antigua secretaria, Audrey Warhol

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Era un gran día en la reconstruida Madriguera, donde se celebraba el compromiso del tercer primogénito de los Weasley, Percy, con su antigua secretaria, Audrey Warhol. Pese a la tensión familiar vivida durante la guerra, los vínculos en el último año se habían vuelto a restablecer, en especial debido al duro golpe producido en la familia por la pérdida de uno de sus hijos.

Era principios de julio, sin embargo, allí, en la base de las colinas al sur de Ottery St. Catchpole, el aire era más fresco que en la ciudad, simulando un clima primaveral.

La mesa de la cocina tuvo que ser ampliada para que todos los presentes pudieran sentarse en ella, siendo los integrantes de aquella reunión familiar: los progenitores Weasley, todos sus hijos, Fleur Weasley (Delacour, en su soltería), Audrey Warhol, Angelina Johnson (actual novia del propietario de Sortilegios Weasley), el Niño-Que-Sobrevivió-Dos-Veces y la mejor amiga de este y actual pareja del varón menor de la familia, Hermione Granger.

El festín hecho con tanto amor por madre e hija hechizó, metafóricamente, el paladar de todos los allí presente.

La joven castaña y de cabellos rizados se sentía extraña en ese lugar, aquel que tan solo unos años atrás había considerado como su familia. No sabía por qué tenía en su interior aquella sensación de disconformidad.

- Atención, por favor - el rompemaldiciones llamó la atención tintineando el vidrio de su copa con su tenedor -, no es mi intención robar el protagonismo de este día a el Señor Recto y a su futura esposa, pero... - dirigió la mirada un momento a su mujer, meditando sus siguientes palabras - Me hace inmensamente feliz poderos anunciar que voy a ser padre - concluyó, sin apartar la mirada de la joven de ascendencia francesa.

- Oh, cariño - la progenitora de los Weasley se puso inmediatamente de pie y corrió a abrazar a su hijo. Seguidamente, lo hizo con su nuera.

Palabras de felicitación y alguna que otra palmada en el hombro a Bill no se hicieron esperar.

Tras la partida de los hijos que ya no vivían en la Madriguera, todos se marcharon rumbo a sus habitaciones.

- Herms, ¿te quedarás conmigo? - preguntó la chica pecosa y de cabello rojizo.

- Por su...

- Se quedará conmigo - intervino rápidamente Ron.

- ¿Y yo que? - cuestionó Harry sintiendo que su amigo lo quería dejar de lado.

- Tú dormirás con Ginny, obviamente - volvió a intervenir el antiguo guardián del equipo de quidditch.

- Me parece bien - la chica agarró a su novio del brazo y rápidamente se lo llevó escaleras arriba.

Ron miró con una sonrisa nerviosa a Hermione y le tendió la mano. Esta, no muy segura, la agarró, subiendo hasta el cuarto donde siempre había visto a sus dos amigos.

Ella entró al cuarto de baño a cambiarse y al salir, Ron estaba ya acostado en la cama, hechizada con un encantamiento expansor, y mirándola con ternura.

Al meterse entre las sábanas pudo notar que él estaba solo con unos pantalones. Ambos se quedaron mirando

Su relación era así, hablaban poco, y 4 de cada 5 de esas veces acababan discutiendo. A pesar de ser gentil con ella, Ron nunca había destacado por su inteligencia ni madurez sentimental. Ambos se querían mucho, aunque quizás no de la misma forma.

Tras un rato de silencio él la abrazó con fuerza, gesto que ella le devolvió con la misma intensidad. Luego vino el beso, era húmedo, hambriento, pero esos besos por extraña razón no la encendían, no hacía subir su libido.

Desconectó de todos sus pensamientos cuando sintió sus gentiles labios sobre su cuello. Aquello sí hacía efecto sobre ella, sintiéndose levemente húmeda en una zona que ningún hombre había tocado.

El pelirrojo desabrochaba torpemente la camiseta del pijama de la chica, lleno de botones, hasta que tuvo libre acceso a los pechos de esta.

A pesar de sus dudas constantes, ella estaba dispuesta. Cerró los ojos cuando el chico dejó de darle cariño a su clavícula para sumergirse en su pecho.

Al abrir los ojos se encontró algo totalmente diferente. Ya no se encontraba a oscuras, había bastante iluminación artificial y miraba como alguien que no era su novio tenía el pezón de uno de sus pechos en su boca. La cara del hombre estaba ocultada por un cabello negro, medianamente largo, solo se observaban sus labios.

Hermione debería sentirse asustada en esa situación, pero algo en su interior le decía que aquello era correcto. Su pulso aumentaba a cada segundo, al igual que la excitación.

Al pestañear volvió a aquella oscura habitación. Instintivamente apartó al joven que estaba sobre ella.

- Ron, no creo que esto sea lo correcto - se sentó en la cama mientras se recolocaba la camiseta de pijama.

- ¿He sido muy brusco? - preguntó realmente preocupado el chico.

- No es eso, solo...

- ¿No estabas preparada? - la cortó el chico. Ella odiaba que la interrumpieran.

- Tampoco es...

- Vamos, no me vendrás con la excusa de que el problema era yo, ¿no? Lavender siempre me decía que la dejaba muy satisfecha.

- ¡Ronal Bilius Weasley! Estoy harta - explotó -. Esta ha sido la gota que colmaba el vaso. He y puedo soportar mil y una cosa que odio de ti, pero no voy a pasar por que me compares con una buscona que se acostó con medio castillo. Se acabó, Ron - se puso de pie la chica -. Si crees que vale siquiera la pena retomar nuestra amistad búscame, pero yo ya estoy cansada de ti y de esta situación.

Antes de que el pecoso pudiera responder ya no había nadie en la habitación.

Hermione se apareció en el número 12 de Grimmauld Place. Después de quedarse sin nada, Harry la "acogió" en su propiedad, aunque el chico pasaba más horas y noches en la Madriguera que allí.

Chrookshanks se restregó por la pierna de su ama, dándole la bienvenida. Ambos se dirigieron hacia la habitación de Hermione, en la segunda planta, de donde no tenía planeado salir hasta la mañana siguiente.

Cansada, ella se metió en la cama. Había sido un día demasiado largo. A pesar del golpe emocional, pudo dormir tranquila tranquila aquella noche fría de comienzos de julio.

 A pesar del golpe emocional, pudo dormir tranquila tranquila aquella noche fría de comienzos de julio

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Encuéntrame ~ SevmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora