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Dos meses después.

Jueves.

Malayka.

Termine de ponerme las zapatillas y agarre la mochila para salir al trabajo. Me puse los auriculares y agarre las llaves.

Le pegue un grito a mí hermana de que me iba a lo que me respondió con un "bueno, te amo". Sonreí y cerré la puerta.

Empecé a caminar hacia el local, una llamada llego. trolazo <3 pareció arriba en el centro de la pantalla, Mateo.

-Hola bebe- Lo salude mientras agarrada el micrófono del auricular.

-Hola reina-Me saludo esa voz que tanto me gustaba- Estoy en el estudio te paso a buscar cuando termine y dormimos juntos?.

-Tengo turno a la tarde- Dije mirando para los costados fijándome que no venga ningún auto así podía cruzar la calle- Y dudo que puedas quedarte a dormir.

-Ufaaaaa-Se escucho del otro lado- Yo quería verte- Sonreí -Venis a mí casa.

-¡Ay no que vergüenza!.

No estaba preparada para ir a dormir a su casa.

-Dale boba, te va a caer cheto-Dijo del otro lado-Aparte seguro Emi se vaya a la casa de mí tía.

-Bueno si me insistis entonces si- Dije desconectando el auricular y llevando el celular a mí oreja.

Estaba a dos cuadras de llegar.

-Paso a eso de las ocho.

-Dale te espero, chau bebe.

-Te quiero, cuídate.

Corte la llamada y guarde mí celular en el bolsillo de mí campera. Seguí caminando hacia el local.

(...)

A las siete ya estaba volviendo a mí casa, tenía una hora para bañarme y hacer la mochila para ir a la casa de Mateo.

Y no, no somos nada. Estos últimos dos meses estuvimos más pegados de lo normal pero no pasó nada entre nosotros, ni un beso. Solamente nos juntamos a dormir o ver series, pero nada del otro mundo.

Deje sobre el sillón la campera y me dirigí hacia la cocina dónde estaba mí mamá, mí hermana con mí tía y mí primito bebé.

-Hola mí amor- Caminé hacia el bebé de apenas seis meses después de haberme lavado las manos.

Apenas se dio vuelta soltó una carcajada y me tiró los brazos. Lo alce y salude a los demás presentes.

-Me voy a la casa de Mateo- Le avise a mí progenitora mientas dejaba un beso en el cachete de Ramiro.

-¿Quién es Mateo?- Hablo mí tía.

-El novio de Mala- Le respondió mí hermana.

-No es mí novio- Rodé los ojos.

-Se queda a dormir-Me levanto la ceja.

-¿Y que tiene? Es mí amigo-Bufé.

-¿Te pasa a buscar?- Hablo mí mamá, le asentí.

-Preparo todo y vuelvo-Dije entregandole el bebé a mí tia.

Agarre la mochila que había dejado tirada en el piso y fui hacía mí pieza. La deje sobre la cama.

Agarre ropa interior junto con mi toalla y caminé hacia el baño. Una vez que termine salí rápido a mí pieza, ya que estábamos en otoño y hacía bastante frío.

MALAYKA || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora