The mission: Capítulo III

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(En un lugar no muy distante)

-Krecht, ¿Tienes alguna información sobre nuestro agente de campo?-preguntó una persona escondida entre las sombras.

-Hace más de tres horas que no recibo información, señor.

-Hmm...tal parece que esa tal "Titania" es un hueso duro de roer. No por nada su reputación le precede.

-Eso la hace aún más peligrosa de lo que imaginábamos, señor. Permítame reunir a un grupo y la eliminaremos de inmediato.

-...de acuerdo, Krecht. Pero no te atrevas a regresar sin una prueba de tu misión cumplida.

-Así se hará mi señor.

(En la aldea)

-Deben saber un par de cosas más sobre "Discentra"-continuó explicando el señor Lock-cada cierto tiempo la reliquia emite una débil cantidad de energía mágica. Siendo ustedes magos pueden podrían percibir esa energía.

-No está tan equivocado, señor-dijo Erza-pero para eso necesitamos una especie de "Prueba" o de lo contrario seguiríamos cualquier señal mágica y terminar engañados.

-Pues...si ese es el caso, les pido de favor que extiendan su mano-Lock extendió su mano esperando a que Erza y Natsu hicieran lo mismo.

La pelirroja fue la primera en extender la mano. Natsu tardó un poco más en aceptar, ya que no le veía ningún sentido. Pero también extendió su mano. Lock cerró los ojos para concentrarse. Entonces su mano comenzó a brillar, una cálida y hermosa luz azul cubrió su mano, para luego cubrir las manos de ambos magos. Lime observaba con mucha atención, y totalmente Fascinada. La sensación que provocaba esa luz era extraña. Les generaba un hormigueo en la palma, seguido de un pequeño cosquilleo en la punta de los dedos.

-Es muy extraño-musitó Natsu.

-¿Qué tipo de magia es ésta?-le preguntó Erza al señor Lock.

-Es complicado de describir. ¿Es suficiente para que ustedes la puedan reconocer?

-S-Sí. Será más que suficiente. Ahora si nos permite, ya nos tenemos que ir.

-¿No quieren quedarse al festín de la tarde? Todos los días a la misma hora, mi gente y yo preparamos una gran mesa de comida para cenar todos juntos. Nos ayuda a conocernos mejor.

-No quisiéramos causar inconvenientes.

-Para nada, señorita. Ustedes son mis invitados. Acepten, por favor.

-Si insiste.

-¡Comida!-gritaron Natsu y Lime al unísono.

Los aldeanos ya estaban llevando a cabo las preparaciones de la cena. Una familia acomodaba la mesa principal adornándola con un mantél blanco con detalles en color azul. Unos cubiertos de plata. Y una vajilla de porcelana con un emblema de la empresa que las había fabricado.

El olor de la comida inundó el ambiente. Un aroma dulce. Salado. Picante. Natsu, Erza y Lime salieron de la casa del señor Lock y observaron cómo los hombres sacaban de sus repectivas casas las enormes ollas repletas de comida, y las colocaban cuidadosamente sobre la mesa.

La Última Flama CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora