Fairy War: Capítulo XXXIII

141 8 0
                                    

-Lamento tener que pedirte algo así, Wendy -comentó Erza de repente después de acompañar a Wendy hasta el umbral de su habitación-. Es sólo que...después de lo que pasó hoy en el gremio, creo que mis aliados sólo los puedo contar con los dedos.

-No digas eso, Erza -replicó Wendy en voz dulce-. Ten por seguro que los demás aún tienes amigos en el gremio; no creas que por simple malentendido te van a dar la espalda.

Wendy se acercó a Erza y la rodeó con sus brazos en un cálido y sincero abrazo.

-Yo no lo hice.

Erza se ruborizó un poco; gentilmente acarició la cabeza de Wendy mientras que con la mano izquierda correspondió el abrazo.

-Y yo te agradezco mucho por eso -Wendy se apartó de Erza y abrió la puerta para salir y dirigirse a buscar a su amiga Charlie-. Cuídate mucho, Wendy.

-Tú también, Erza -dijo al voltear a verla una última vez antes de irse-. Nos vemos luego.

Wendy salió de la habitación, y cerró la puerta tras de sí.

Luego de que se fuera, Erza se sentía mucho más relajada, como si gran parte del peso que sentía sobre sus hombros se desvaneciera; ahora sabía, y era de esperarse ya que no eran en vano tantos años que vivió con sus demás compañeros del gremio y su en ese entonces cercana relación con Natsu y Gray, sus lazos de amistad podían superar cualquier inconveniente. Y ella buscaría fuerza en esos lazos que aún le quedaban.
La joven pelirroja se disponía a revisar una última vez sus cosas que necesitaría al momento de salir cuando alguien llamó a su puerta, lo que se le hizo un poco extraño; creyó que se trataba otra vez de Wendy, así que se acercó a la puerta para abrirla.

-¿Olvídate decirme algo más...? -dijo al mismo tiempo que abrió la puerta, y dejó la pregunta flotando en el aire al ver quien estaba del otro lado-. ¿Wendy?

-Erza Scarlet -dijo aquella persona a modo de saludo y haciendo una ligera reverencia-. Me imagino que sabe quién soy.

Aquella persona se trataba de un hombre delgado de estatura media, con pelo negro y largo recogido en un moño grande en la parte posterior de la cabeza, con dos golpes enmarcando su rostro y un mechón rebelde que cubre la frente y los ojos de color similar. Unos pomulos prominentes, y lleva un par de gafas alargados con lentes circulares.
Su atuendo, por otro lado, era el de un alto nivel del Consejo, que consiste en una chaqueta larga, azul, con bordes rosados ​​y correas en los puños, sobre una camisa de cuello alto con la firma del Consejo de Ankh como símbolo, pantalón blanco sostenido por una correa simple, guantes blancos, una capa blanca se mantiene cerrada por una hebilla decorada por una joya grande, y los zapatos distintivos, aparentemente teniendo un patrón de serpiente.

Erza sabía perfectamente de quién se trataba, pues anteriormente ya habían tenido algunos..."Roces" un poco subidos de tono. Si así se le podía llamar a tratar de encerrarlos en un calabozo.

-Capitán Lahar, del Consejo -respondió Erza de manera neutral.

-Hmm...como ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, creí que ya me había olvidado.

-No olvido a quienes se meten con nuestro gremio.

-Jaja, yo no me meto con su gremio, señorita Scarlet; sólo sigo órdenes, y ustedes no dejan de METERSE en problemas.

La Última Flama CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora