Me acabé de anudar la corbata y miré el reloj de mi muñeca, tendríamos que salir en dos minutos si no quería que llegase tarde.
-Vamos Jarek, vas a llegar tarde al colegio. - le dije a mi hijo de cuatro años.
-Ya voy papi. - respondió corriendo desde su cuarto hacia la puerta del piso, que era donde estaba yo esperándolo.
Cuando llegó hacia donde yo estaba le puse su pequeña mochila a la espalda, después de una chaqueta, y salimos de casa.
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-Recuerda que después te recogerá la abuela del colegio.- le dije a la puerta de éste.
-Ya lo sé papi.
Le di un beso en la mejilla y le acaricié con cariño el pelo, después me incorporé y esperé hasta que entrará en el edificio para irme.
-Buenos días señor Black. - dijo la madre de una compañera de mi hijo en clase, con una de sus mejores sonrisas.
Contuve poner los ojos en blanco, esa mujer era un verdadero fastidio.
-Buenos días señora Esst.
-Señorita.
-Perdone, señorita.
-Eso está mucho mejor.
Asentí y le di una de mis mejores sonrisas falsas, que no las utilizaba ni siquiera en el trabajo, para luego irme a mi coche.
Esa mujer era una madre divorciada que desde que nuestros hijos cayeron juntos el año anterior no me dejaba en paz cada vez que nos cruzábamos. No sólo era demasiado pesada y estaba llegando a la conclusión de que estaba obsesionada conmigo sino que aparte, me sacaba como quince años.
Aparté a esa mujer de mi mente y arranqué el coche, dentro de media hora tenía una reunión con mi jefe en el trabajo y no podía llegar tarde.
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Llegué a casa de la abuela de mi hijo sobre las seis de la tarde, hora a la que salía algunos martes aunque normalmente eran pocos. Me bajé del coche y llamé a la puerta. Al momento Caren, la abuela de mi hijo y lo más parecido para mí a una figura materna, abrió la puerta.
-Trevor, pasa cariño.
Le dí un abrazo cariñoso y pasé al vestíbulo.
-¿Cómo se ha portado mi pequeño bichito? - dije entrando al salón donde Jarek se encontraba viendo la tele.
-Muy bien, como siempre.
-¡Papi! - chilló éste levantándose del sofá, donde estaba sentado junto con su tía, para después correr hacia mí.
Lo cogí en brazos nada más que llegó a mí y empecé a hacerle cosquillas.
-¡Papi para! - dijo retorciéndose mientras reía.
Paré y se abrazó a mi cuello.
-Hola Lily. - le dije a la chica que se encontraba en el sofá.
-Hola Trev, ¿me puedes explicar una cosa de economía?
-Claro, ve a por el libro y te lo explico.
La chica de dieciocho años se levantó y salió de la habitación para ir a su cuarto en busca del libro en cuestión.
-Gracias por ayudarle Trevor. - dijo Caren.
-Sabes que no es nada, todavía me acuerdo de algo de economía. - dije guiñándole un ojo.
Caren rió mientras negaba con la cabeza.
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No me des las gracias.
Teen Fiction-Prometo cuidarlo, te lo juro por mi vida. Fue lo último que alcanzó a decirle antes de que se la llevaran de una vez. Si ya estaba roto de dolor, cuando vio como se la llevaban creyó que su mundo se había acabado. La vida es muy injusta con algunas...