Capítulo 29

114 9 35
                                    

Narra Olivia:

Me desperté mucho antes de que hubiese sonado la alarma y es que no podía parar de darle vueltas a todo lo del día anterior aunque lo último era lo que más espacio ocupaba. No pretendía casi llorar delante de Trevor ni mucho que estuviésemos a punto de besarnos, fue algo tan inesperado como raro. Y no es que me hubiese molestado como cambió el rostro de Trevor cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, ya que yo debí de quedarme con uno muy parecido. Intentaba encontrarle una explicación pero no la encontraba, puede que fuese el momento de bajón o lo que fuera pero lo que más pavor me daba era que en algún momento cerré los ojos y para mí a quien tenía delante era a Marc. No es que me asustara el haberme imaginado a Marc cuando estaba a punto de besar a Trevor, ya que sabía desde hacía tiempo que Marc había llegado fuerte y con ganas de quedarse en mí pero sí que me sentía mal por qué hubiese pasado si nos hubiésemos llegado a besar. Porque ya daría igual que me estuviera imaginando a Marc o no y por otra parte Trevor se creería que lo estaría besando por él y no sería así. 

Justo después de que Trevor se metiera en su cuarto me levanté y salí a la terraza para que me diera aire fresco, solo podía repetirme que había estado a punto de liarla demasiado y de meter la pata hasta el fondo además. Entonces ahí me puse a pensar y tampoco es que Trevor nunca me hubiese llamado la atención, ya que cuando lo conocí le vi algo que me hizo quedarme pensando en él y aunque al principio fuera borde cuando cambió su comportamiento todo en mí me dijo que mis sospechas eran correctas, y que seguramente ese comportamiento solo era una armadura que él mismo había creado. Pero sin embargo desde el primer momento que vi a Marc, Trevor pasó a un segundo plano y todavía más a medida que Marc y yo nos conocíamos. Aparte después de todo lo que había pasado estos meses sabía que el intentar algo con Trevor sería difícil y no estaba en ese momento para derribar ninguna armadura que no quisiese ser derribada. ¿Y por qué empeñarse en complicarse la vida intentado derribar una armadura que seguramente no iba a poder derribar pudiendo seguir gran parte de mi corazón y terminar de romper la armadura que estaba ya a medias? No sé, pero a mí una corazonada me dijo que hacía bien en poner todas mis ganas en tener algo con Marc. Aún así todo eso estaba haciendo que me sintiera mal: mal por Trevor porque se pensara algo que no era, también por arruinarle el viaje, mal por Marc porque había estado a punto de besar a otro chico aunque él estuviese en mi cabeza como si fuese el otro chico,... Mi cabeza era una carrera de idas y venidas, y al final cuando me levanté decidí que Trevor y yo nos debíamos una charla y que también debía explicarle las cosas a Marc, confesarle lo que desde hacía algo de tiempo estaba sintiendo por él y lo que había estado a punto de pasar en el viaje aunque siempre siendo sincera, a ambos. 

^

Después de estar preparada salí y ese día yo fui la primera, decidí que no le metería prisa. No después de como habían quedado las cosas el día anterior, y estaba a punto de ir a la terraza cuando me sonó el móvil. Lo cogí del bolsillo de mi chaqueta y una sonrisa salió inmediatamente en mi cara al ver su nombre, ya que la noche anterior no hablamos. 

-Buenos días. - dijo una voz ronca de recién levantado nada más descolgué mientras yo me sentaba en la terraza. 

-Buenos días. 

-Siento no llamarte ayer pero es que me quedé dormido sin darme cuenta. 

-No pasa nada, lo supuse y por eso te mandé el mensaje en vez de llamarte. 

-Sí lo he leído cuando he cogido el móvil para llamarte.

-Mañana ya vuelvo. 

-Y no sabes las ganas que tengo, necesito ya tener una de nuestras no citas. 

-Yo también, las estoy echando de menos. 

-¿Solo eso, las no citas? 

-No, a ti también. Aunque sólo un poco. 

No me des las gracias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora