Capitulo 3

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Aveces, en los libros e historias, las personas se conocen de forma rara, creía que era imposible chocar con un chico en clases y terminar a su lado el resto de tu vida, lo que me resulta extraño, porque los libros son algo que alguien ya vivió, para ser honesta, no creo Suzanne Collins haya tenido que ir a los juegos del hambre.

Iba caminando por las partes de Sidney que con dificultad recordaba, el vecindario se veía seguro y agradable, a decir verdad no recordaba este lugar, así que estaba perdida, ahogué un grito cuando alguien puso su mano en mi hombro, era un chico con cabello rosa, y aunque su cabello tenía ese color él me intimida, por su altura y sus fachas, me liberé de su agarré, estaba asustada, lo primero que se me vino a la cabeza fue correr, ¿Y sí es un violador? ¿Me va a asaltar? ¿O es un asesino?

-¡Oye!- Gritó desesperado el chico en mi dirección.

Sólo seguí corriendo, había un bote de basura tirado, no había tiempo de detenerme, salté encima de él, y yo que creía que cuando nos ponían esas cosas en educación física no servirían de nada, y finalmente mis esfuerzos por huir se fueron por el retrete cuando el rosado llegó a mi.

-Eso es todo lo que tengo, lo juro- Dije sacando mi dinero, el teléfono y un chicle a la mitad-. No me mate, por favor, juro que no diré nada, y si me viola, déjeme reconocible para mi mamá, y cerca de un bote de basura...- Estaba muerta de miedo, las palabras apenas me salían y cuando salían me delataban que estaba al borde del llanto.

-¿Eres Sian Elliot?- Dijo tan de pronto que la pregunta me tomó por sorpresa.

-¿Como sabes?- Dije casi atónita.

-De hecho, esto es pura casualidad, te reconocí por... ¿Sabes no tengo idea de por qué te reconocí?- Dijo incómodo rascándose la nuca.

-La estas asustando- Dijo un rubio acercándose-, no te haremos nada.

El rubio parecía agradable, a pesar de su perforación en el labio inferior.

-Yo... Hay que pena, creí que- Dije poniéndome roja.

Agarré mis cosas y las guarde en mis bolsas hechas bola, me levanté del piso y me quité el polvo del pantalón.

Un moreno se acercó corriendo, y como si yo no estuviera ahí empezó a hablar como loco.

-Perdón chicos, pero enserio tenia que ir al baño, y cuando salí ya no estaba él y...- Hizo un pausa para mirarme- Hola.

-Bueno chicos, fue un gusto conocerlos, feliz verano y todo eso, yo me largo de aquí- Dije por varias razones, 1)Ya era algo tarde y tendría que aguantar el sermón de mamá, y 2)Parecía que ellos estaban completamente locos.

-Pero te necesitamos- Dijo el rubio casi inaudible.

-¡Ni siquiera los conozco!- Dije subiendo el tono de voz, sin embargo evité gritar.

Y después de años, alguien más pronuncia aquel nombre que solo salía en susurros de mi boca.

-Pero a Ashton sí- Dijo el moreno.

-¿Qué pasa con él?- Dije en voz baja después de un rato.

Ellos intercambian miradas, y luego me contaron todo, cada palabra me rompía más.

¿Cómo salvar a Ashton Irwin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora