Arréglame o Destrúyeme/Nuestro Secreto

Chica de elección

Gracias a todas las chicas que se han tomado el tiempo de leer, comentar y seguir esta historia, por tenerme paciencia y estar aquí, eternas lectoras de Dramione. Gracias por sus comentarios, son como besos de Draco para el alma.

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Chica de elección

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—Hombre, yo no sé por qué se lo toma tan a pecho, ella se ha estado besando con muchos, es una... una... —se excusó Ron mientras pateaba las bludgers en el campo de entrenamiento—, ¿qué quiere que diga o haga?, eso debió pensar ella antes de andar haciendo esas cosas con todo mundo. Además nunca firmé un contrato

Harry miró a su amigo con incomodidad mientras guardaba el equipo de Quidditch.

— ¿Sabes? Incluso puedo entender que estés enfadado por algo que pasó cuando ni siquiera la tratabas como tu amiga, que te hayas dado cuenta de muchas cosas apenas, pero déjalo Ron, eso fue hace años y eso no convierte a Hermione en lo que sea que hayas o no hayas dicho. Ella no se merece ese trato por algo que hizo en todo su derecho hace dos años... Es como si... Como si yo comenzara a salir con Ginny y ambos nos molestáramos por nuestros antiguos novios, es algo... infantil —dijo Harry mientras las orejas se le ponían coloradas. Sin embargo Ron sólo farfulló algo que sonó a "ella tiene la culpa por ser tan precoz" y se encogió de hombros.

Harry suspiró, derrotado. Estaba cansado de la actitud nefasta de su amigo, de su encimosa novia Lavender y de dividirse entre la pobre Hermione, quien ahora los evitaba a todas horas, incluso en clases y siempre parecía al borde del llanto.

Sacudiendo la cabeza, tomó su escoba y le echó una última mirada al pelirrojo.

—Como sigas con esa actitud, la perderás para siempre —le dijo Harry en un último intento—. Ella vale mucho y alguien se dará cuenta... supera lo que tengas que superar pero deja de cargártela contra ella, me marcho.

Ron lo miró con enfado y se giró, furioso.

— ¿"Supera lo que tengas que superar"? —le imitó—, no entiendo a qué te refieres, Harry, ella es insufrible, mandona, altiva, una mosca muerta— A cada palabra, le daba una patada al baúl de las pelotas—, siempre me mira como si me juzgara, se siente superior y su complejo de muggle siempre está fastidiándome, por mí, que alguien se dé cuenta lo antes posible, a ver si me hace el favor, total, siendo una cualquiera que ya se besó con medio Hogwarts, seguramente es la ñoña más experimentada del mundo. No la soporto, siempre llorando, siempre gritándome.... Debes ser un trol sordo para no escuchar cuando te chilla, por eso Krum se la tiraba, debía estar totalmente desesperado.

Harry lo miró boquiabierto y sin pensarlo dos veces, tomó carrera para lanzarle un puñetazo. Jamás había golpeado a su amigo, pero estaba demasiado furioso con él y había sobrepasado una delgada línea.

— ¡Depulso!

Ron salió disparado, golpeándose la espalda contra el baúl. Apuntándolo con tranquilidad, estaba Hermione.

—Soy todo lo que dijiste, pero al menos no soy imbécil —susurró la chica dando la vuelta.

— ¡Estás loca, te quedarás sola para siempre! —gritó Ron—. ¡Nadie en su sano juicio te elegiría para algo más que un faje!

—Hermione...—la llamó Harry, pero la chica lanzó un manotazo y caminó hacia el castillo. Había pasado toda la práctica mirándolos en las gradas, viendo cómo fallaban una y otra y otra vez, mientras se debatía entre acercarse o dejarlo pasar. Sin embargo, cada palabra dicha había sido un puñal clavado directamente que la había drenado de toda emoción.