¡Hola! ¡Sé que las he hecho esperar meses por esto! Les pido una disculpa, una gran, gran disculpa y de corazón les agradezco a todas las que se tomaron la molestia en escribirme y preocuparse por mí, de verdad créanme cuando les digo que son una lucecita en mi corazón...
Realmente no ha sido fácil sobrellevar la pandemia por muchas situaciones personales, pero ya me estoy encarrerando. No quería que pensaran que me iba a ir a hiatus o algo, sólo necesitaba un tiempo para poder acomodar mi vida y mis sentimientos. Pasé algunas pérdidas y algunas experiencias muy cercanas que tienen relacionadas a la pandemia, así que anímicamente no me sentía tan dispuesta a escribir sobre este proyecto.
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Anuncios parroquiales:
1) Hace unos meses hice un OneShot que está relacionado indirectamente con este capítulo y el que viene, se llama La sangre de un dragón: Historias para dormir , por si quieres leerlo, ¡me encantaría que lo hicieras!
2) AoD/NS está sufriendo una reestructuración, puede que estén viendo menos capítulos, sólo los he juntado y le he dado otras ideas a algunos personajes, digamos que es una re-re-corrección de estilo. Había capítulos demasiados enormes y otros demasiados cortos, les he dado uniformidad, es todo.
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Destrúyeme, arréglame: La redención de un dragón I
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Los vidrios de la pequeña choza estaban empañados, el fuego crepitaba con perezosa tranquilidad y el humo se arrastraba con suavidad por la chimenea, una escena pintoresca de una cabaña en el bosque. El sitio se encontraba en silencio casi total, los bowtruckles y las aves mágicas de la reserva habían huido a primera hora. Apenas el suave murmullo de los árboles rompía la tensión, sumiendo al bosque en una tranquilidad falsa; antecesor de una tormenta.
Narcisa limpió el vidrio empañado y miró al cielo. Ocultó un estremecimiento mientras sus ojos azules se perdían en la tormenta grisácea del tempestuoso cielo. Intentó no pensar en la similitud entre el cielo y los ojos de su hijo. Un gris oscuro y a su vez claro que prometía un desastre cuando se encontraba en aparente calma.
Un frío la recorrió y dio varias vueltas por la sala, poco dispuesta a mantenerse quieta mientras esperaba.
Echó un vistazo a la pócima que estaba hirviendo a fuego bajo en una mesita. Llevaba dos meses creándose, borboteaba lentamente y su color verde con tonalidades doradas en realidad era muy seductora. Olfateó la pócima mientras revisaba el fuego; olía a nostalgia. Algo en su garganta se anudó al dejarse llevar por el olor. Olía a madera y un toque de café recién molido y leche de fórmula.
Narcisa se tapó la boca y cerró los ojos. Olía a nostalgia, era el olor de Lucius. Olía a una mañana en la Mansión Malfoy después de una noche con lluvia; aquellas mañanas brillantes donde Lucius entraba por la puerta de la cocina con un pequeño Draco en brazos, ambos tenían las mejillas arreboladas después de un paseo matutino en el bosque. Entonces Lucius dejaría a Draco encima de la isla mientras preparaba café molido a mano, Narcisa haría su aparición en esos momentos, mientras Draco recitaba las especies de aves que había visto ese día. Era un momento de calma al escuchar su vocecita infantil hablando sobre ruiseñores, palomas, cuervos, fwoopers, garzas y cualquier otra ave que se le ocurriera mientras Lucius bebía una taza de café, recargado sobre la encimera, absorto en su hijo, corrigiéndolo, sonriéndole. A veces, reían y Lucius estiraba su mano y acariciaba la cabecita del niño que picaba su fruta con remilgo. Luego, la verían en la puerta y ella, ella se moría de amor. Era lo que siempre había deseado: su pequeña familia. Pero la mañana se iba y Lucius se marchaba. Y a su regreso, todos los días, era un poco más oscuro.
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Arréglame o Destrúyeme/Nuestro Secreto
Любовные романыHermione no sabe en qué parte Draco comenzó a formar parte de su vida y Malfoy no sabe cómo Granger dejó de ser Doña perfecta para convertirse en la chica que más quiere enredarse de Hogwarts y... a la que más quiere, en general, pero ¿eso será sufi...