—Oh Kristinne, no puedes esconder esta cara de cansancio— me decía a mi misma. —Tan solo olvidare el pasado de una vez por todas— había tenido un mal día, recordando cosas, pensando y cuestionándome unas cuantas más.
Esta soy yo; mi nombre es Kristinne Lust, tengo 27 años, soy una joven tranquila, tengo un trabajo un poco diferente, soy hija única, mis padres, creo, me amaron en sus vidas, pero mi madre tenía/tiene un problema, un trastorno, fue el causal de que me alejara de mi familia, y yo quedara, completamente sola.
—Un poco más de maquillaje y lista.—mire lo bien que lucia para partir a mi trabajo, una vez lista corrí hacia los ascensores del edificio donde vivía. —hoy si que será un gran día— reí bajo, mire mi abrigo el cual cubría mi tenida de trabajo, me gustaba verme perfecta, una vez estando en la calle, miraba a todos lados tratando de encontrar la razón por la cual se demoraba el auto que usualmente me llevaba a mi trabajo —¿Por que tardará tanto Walter? Se me hace tarde— expreso con molestia.
Pasaron unos minutos hasta que apareció aquel auto negro polarizado, subí a él con cara de desaprobación.
—Llegas muy tarde, Walter— tome el celular para enviar un mensaje, avisando que llegaré atrasada al trabajo.
—Señorita lujuria— ríe Walter y agacha su marida. —cómo es lunes; ud sabrá qué hay demasiado tráfico en las calles.—
—Si, lose, pero también sé que te he pedido que... ¡ Seas puntual !— grité enojada —sabes que no manejo mi auto por un caso especial — el asiente —así que; si quieres conservar tu trabajo, se más responsable.—
El camino a mi trabajo se hizo realmente largo, era de noche y hacía frío, solo llevaba puesto el abrigo, bajo este mi pequeño atuendo de trabajo, las piernas descubiertas, al menos, mis botas negras de cuero cubrían un poco el frío,al ver mi lugar de trabajo, dejé encima del asiento 25 dólares; Walter era un chico de confianza el cual me llevaba al trabajo dos veces por día de lunes a sábado, el sabía mi "secreto", por esa razón me decía; señorita lujuria... sé que yo le gusto, se que no tiene necesidad de llevarme ya que él trabaja de Uber y le va bien, creo que lo hace por cuidarme, porque sabe que estoy sola y el manejar hasta mi trabajo me colocaba tan nerviosa al punto de chocar a los demás autos, en fin, hemos llegado a mi destino.
—Adiós, Walter—guiñe un ojo —nos vemos, cariño.— dijo mientras arrancaba a gran velocidad del movimiento de esta ciudad —Buenas noches, Brian— dije al gran hombre que estaba en medio de la puerta de acceso a mi trabajo. —señorita.— asiente con su cabeza, como siempre , lucia serio aquel hombre calvo con unos lentes negros y brazos cruzados.
Entre hasta mi camerino, colgué mi abrigo y saludé a las demás chicas, hasta que, Sonia, una joven de mi edad aproximadamente, se acerca corriendo. —Kris— gritaba —Kris, el jefe está enojado, dice que llegaste atrasada, los espectadores te están esperando y hasta algunos ya se fueron— decía con cara de pánico —rayos, esto me costará caro.— tome mi cabeza con mis manos —salgo en tres minutos.—
Después de aproximadamente 45 minutos en el escenario, al fin acabó todo. Regrese a mi camerino, busque mi abrigo y cartera, saque un cigarrillo, fumar hacia que me tranquilizara de aquel amargo momento, claro todo podía empeorar.
—Kristinne ... debemos hablar—con su mirada fulminante, mi jefe, ordenó que conversáramos —dígame Sr.— tengo miedo —Kristinne, ¿Sabes lo que sucedió hoy?— asentí con mi cabeza. —muy bien, lamento decirte que por Tú culpa, hoy unos 10 clientes se fueron, te esperaron, sabes que eres la chica fundamental del día lunes.— tomó mi barbilla, y me miro con odio. —¿sabes que prosigue?— oh no, no por favor, mi mente ya sabía lo que podría pasar. —Mateo, no, no lo hagas, te prometo que el dinero que no entró hoy... te lo devolveré, pero no me hagas nada— mis ojos comenzaron a aguarse. —pequeña, no llores, no hare nada que no te guste—.
En ese momento vino a mi mente lo que mis compañeras de trabajo me habían contado, Mateo, cada vez que sucedía algo en el trabajo, ya sea bajas propinas o perdida de clientela, él abusaba de las chicas, que por necesidad, debían seguir trabajando.
—Mateo, te ruego no hagas nada— el comenzó a subir mi abrigo y a tocar mi muslo —Querida Kris, sabes que no me gusta ver menos ganancias— tomé su mano y la quité con rapidez —Ya se que hacer, Mateo, tú sabes que estoy ahorrando para mi viaje, te transferiré todo lo que me digas pero te ruego no hagas nada— me miró con la expresión de un hombre ganador —esta bien, pero tarde o temprano tendré el gusto de estar contigo y lo sabes.— asentí con miedo mientras mi cuerpo tiritaba de los nervios que sentía
—no volverá a suceder esto, te lo prometo.— él solamente me dio la espalda y procedió a caminar fuera del camerino.Suspire ante tal acontecimiento, me había salvado de ser abusada por Mateo. Ahora solo quería ir a mi departamento, ducharme, cerrar mis ojos y no pensar en nada. Que difícil era este trabajo pero no tenía otra opción, llevaba 5 años trabajando en esto, ¿porqué?, Por qué antes, solo había tenido trabajos esporádicos que no dejaban que, yo, pudiera ahorrar ningún centavo.
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"Lo daría todo y más..." -•Tobias Forge•-
FanfictionCuidemos de quien nos enamoramos, puede ser una mala decisión en tú vida. Kristinne es una joven, la cual ha tenido una vida poco usual, ella, enamorada de un hombre el cual no conoce, Tobias Forge, líder de la Banda "Ghost", dará todo por conocerle...