C5-. Aqui viene el Sol.

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9:00 Am

—que resaca, gracias a ti, querido Tobias—. Me senté en la orilla de la cama con los brazos cruzados. Mire hacia mi celular que aún estaba en el suelo, camine y lo tomé. Comencé a leer las páginas relacionadas a Ghost. Ahí estaba él, con su fans, yo miraba con rabia más que dolor, me pregunté muchas veces, ¿Que hice yo para que me tratara así?. Quizás estoy exagerando, pero cuando dijo: "sáquenla de aquí" no fue buena manera de tratar a una fan.

Comencé a ducharme, lo necesitaba, todo estaba tranquilo hasta que comenzaron a llamar por cito fono.
—rayos, justo ahora—. Tomé una toalla y la coloqué en mi cuerpo. —¿Diga?—. Conteste amablemente.
—Señorita Lust, le quería informar que acaba de llegar un hermoso detalle a su nombre, ¿Gustaría se lo llevarán a su habitación?—. Mi mente quedó en blanco, un detalle... ¿Para mi?. —Creo debe ser un error, yo no conozco a nadie en este país, Nadie.— enfaticé. —Bueno Señorita Lust, Si no quiere el detalle, lo desecharemos...— hubo un silencio incómodo. —Ok está bien, que lo traigan a mi habitación, gracias por avisarme—. Coloqué mi dedo índice en mis labios, pensando en la extraña situación que estaba sucediendo. Rápidamente me coloqué ropa, amarre mi cabello en una coleta alta y me perfume un poco.

Dos toques en la puerta bastaron para que Kristinne se acercara y abriera.

— Señorita, aquí está su presente— dijo aquel hombre de ojos verdes, con un arreglo de rosas rojas sosteniéndolo entre sus manos

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— Señorita, aquí está su presente— dijo aquel hombre de ojos verdes, con un arreglo de rosas rojas sosteniéndolo entre sus manos.
—No, tú aquí, ¡No!— comencé a cerrar la puerta en su nariz.
—hey, déjame explicar lo sucedido ayer— trató de hablar, mientras yo seguía intentando cerrar.
—No, se que eres un Divo y con Divos yo no hablo.— empuje fuerte hasta que esta se cerro. En ese entonces, desde el lado de mi puerta escuché cómo algo cayó al suelo.
—Al menos lo intente, lo lamento pequeña— al escuchar esas palabras, mi corazón decidió abrir la puerta nuevamente, ahora lo hice poco a poco mientras asomaba mi cara. —he bueno, yo lo siento, no quería estropear ese lindo detalle— dije cabizbaja.
—No importa, mi actitud ayer fue peor— camino adentro de la suite.
—Espera, ¿Para que entras?— dije con un tono autoritario. —Veras, soy muy fiel a mis fans y no quiero tener un remordimiento contigo.— se sentó en un sofá, cruzó una de sus piernas y despeinó su cabello. —¿Como están esos hermosos ojos celestes, muy a doloridos de tanto llorar?— hizo un puchero.
—Primero lo primero, ¿Como ubicaste mi paradero?— mientras permanecía de pie frente a él, cursé mis brazos. —te informaré que anoche hablaste con Tom, el chico del Staff, él me dijo dónde estabas,además, te alojaste en el hotel más costoso de Milán, la banda y los demás nos hospedamos aquí, vecina.— se encogió de hombros.
—bueno, gracias por tu visita, no es muy grata, pero se agradece, ahora, ¿Me dejarías sola?, Debo empacar mis cosas, necesito irme de acá para despejar mi mente, la cual atormento un hombre, oh, ese hombre eres tú.—  dije alzando las cejas.
—Que mujer más densa, por Satan— comenzó a reír, como si de un chiste se tratara.
—No soy densa, soy realista, debo hacer cosas, ¿Te puedes retirar?—. Él negó con su cabeza, se levanto lentamente hasta quedar frente a mi. —Kristinne es tu nombre, Lust tu apellido, eres una mujer con carácter— alzo una ceja. —Lust... me gusta— río con picardía —si aceptas salir a cenar conmigo, yo te dejaré en paz y olvidaré aquella escena de anoche—. Rodee mis ojos — Esta bien, ven por mi a las 7:30 pm—
—Es una cita— dijo mientras se alejaba caminando hacia la puerta. —Si, es una cita Divo Forge— reí en tono de burla. —El Divo que te vuelve loca— dio su última mirada llena de risa, mientras cerraba la puerta.

"Lo daría todo y más..." -•Tobias Forge•- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora