"Lo daría todo y más..." -•Tobias Forge•-

C7-. Nuestro momento.

En este capítulo aparecerán nombres de los ex Ghouls. Claramente, esta es una adaptación, ya que Cardinal y los ex no están en una misma Banda.

5:00 am

Tobias se encontraba en su habitación junto a unos amigos, compartiendo un Whisky Sinatra Century.

—le dije, "¿Cuando nos vemos?", ella solamente negó mi propuesta, entró a su habitación, y ¡cerró la puerta!.
Todos rieron de Tobias.
—Vamos chicos, no es gracioso—. Hice una mueca.
—hermano—. Martin coloca una mano en el hombro de Tobias.
—lamento ser yo quien te lo diga pero, Kristinne, a ella... ya no le interesas—. Soltó una carcajada, mientras le daba palmadas en la espalda a Tobias.
—No lo creo, o quizás tengas razón y todo por culpa de esa confusión el día del concierto.— se rasco la nuca, y miró a sus amigos. —algo me gusta de ella... no es sumisa para nada, me gusta su altanería—.
—Vete con cuidado, Forge—. Dijo Simon, mirando con expresión de duda. —no vaya a ser que te esté embrujando poco a poco —. Tomó un sorbo de su Whisky.
—Su cara es de un ángel, mal hablado—. Con su puño le golpea el hombro. Todos rieron.

En la mañana Tobias amanecía con una resaca, en la primera persona que pensó fue en Kristinne.

—M*erda—. Baje mi mirada hacia mi ropa interior. —oh amiguito, ¿Por que despertaste tan activo?... Kristinne—. Saboree mis labios, cerré mis ojos e imagine a esta chica. —será mejor que tome una ducha helada.— no tarde nada en ducharme, debía ir a buscarla, no me quedaría así como así, ella me había contado que se iría a su país el día de mañana. Debo hacer algo para tenerla entre mis brazos, sentirla, sentir su lujuria. No hay mujer que se resista a mis encantos, ella será muy dominante pero esta vez la dominaré yo. Me arregle, coloqué mi chaqueta de cuero y mis gafas. Sabía que no se resistiría a mi.

A paso apresurado Tobias llego al piso 19, habitación 199, Kristinne estaría allí.

—todo en su lugar—. Dijo Tobias mientras miraba su chaqueta. Inhalo y exhalo para tocar la puerta. —a ver, parece está con alguien.— acercó su oído a la puerta, desde allí se oía...

—Si mateo, quédate tranquilo, mañana viajaré, claro, estaremos juntos y ya verás, todo vuelve a la normalidad. Yo también quiero estar allá, no fue un buen viaje. Gracias por todo...—

—Ella es una mentirosa, tiene pareja— tocó la puerta con fuerza.

Kristinne abrió la puerta rápidamente —¡Tobias!—. Mire asustada. —te dije que no quería nos viéramos ...—
—¡Ahora entiendo el porque !—. Gritó mientras entraba a la habitación.
—explícate, que no entiendo nada, Tobias— se sentó en la cama.

—Kristinne me mentiste, dijiste que eras soltera.— con su mirada fulminante se sentó a mi lado.  

— y lo soy, Tobbe— tomé su mano y la coloqué en mi pierna. — ya veo que no sabes, no hay que escuchar conversaciones ajenas... El hombre con el cual estaba conversando es mi jefe, nada más que eso.—

Me miro con desaprobación. — ¿Así conversas con tu jefe? Son muy cercanos he—. Bufo girando su cara hacia el techo.

—Tobias, si no me crees, ya no es mi problema, si quiere puedes seguir tu camino... que yo no te he llamado.—

Tobias noto que las manos de ambos estaban entrelazadas encima de la pierna de Kristinne.

—no seas rebelde Kris, me hace mal—. Miro con una extraña cara de dolor.
—he, Tobbe no entiendo—.
Bastó un silencio y Tobias colocó la mano de Kristinne en su entrepierna. — a esto me refiero, Kris, me prendes demasiado—.
—¡Ay! Tobias, sucio—. Me levante rápidamente. —no hagas eso nunca más—. Me aleje de él.
—lo siento Kris, pero eres tú, toda tú, no quiero te vayas sin antes poseerte—. Le di una bofetada.
—hey Tobbe, si me crees una mujer fácil te equivocas —.
—Lo siento, Kris, me dejé llevar, disculpa de verdad—. Acaricio su mejilla.
—oh, eso debe doler—. Quite su mano y comencé a acariciarlo, su mejilla estaba roja, al acercarme mucho, sentí en mi vientre su aún prominente bulto.

—Kris, yo no soy así... soy peor—. Soltó una carcajada.
—ridículo—. Lo empuje suavemente. —me gustaría conocer esta faceta tuya—. Acerque mi cara a la de él. —quisiera demostrarte algunas cosas, que descubrieras mi universo—. Dije mientras comenzaba a danzar lentamente y acariciaba las curvas de mi cuerpo.
—Por Satan— exclamó Tobias. —No me hagas sufrir mujer del demonio—
Trató de acomodar aquella sensación incómoda en su entrepierna.
—Tobbe, trae unas velas que tengo en el Walking closet, quiero las negras en forma de diablillo.— él asintió y fue buscarlas.

Mientras tanto Kristinne se acomodó en el sillón de una forma sensual, ella haría una de las cosas que la excitaban; sentir la esperma caliente de las velas sobre su piel.

—Kris, aquí están...— quedó boquiabierto. —Tu quieres que el Señor Forge te devore.— se abalanzó sobre ella.
—Tobbe, bésame—. Cerró sus ojos.
—te besare hasta no poder más—.

Kris separó sus piernas dándole paso a que Tobias apoyara su bulto encima de ella, comenzaron a besarse de manera apasionada, se tocaban como si no hubiera un mañana. Tobias comenzó a causar fricción sobre la intimidad de Kris, así comenzaron a jadear sin parar, el roce entre ellos era mutuo, Tobias bajo con cautela su mano hasta la ropa interior de ella, estaba húmeda de tanta excitación que sentía.

—Bebé, hagámoslo, ambos queremos—. Tobias expresó en medio de sus jadeos.
—N...o Tobbe, no debemos, sería un error.— Tobias se levantó de manera brusca.
— Está bien, yo me iré mejor—. Acomodó su cabello hacia atrás y trató de ordenar su jean. Tomó su chaqueta y la apoyó en su ante brazo.
—Tobbe, quédate a mi lado hoy—. Quite la chaqueta del ante brazo de Tobias y comencé a quitarle su playera de F.N.M. —te haré un delicioso masaje, y después te dormirás, ¿Esta bien ?—. Dije mientras besaba su espalda.
—está bien, bebé— se recostó en la cama.

Entre juego y juego, nada sucedió, Kris, no quería hacerse un daño mayor.