La espera parecía eterna. Marggaret jugueteaba con sus dedos nerviosa, si era sincera, no tenía ganas de saber la respuesta.
Se acomodó de nuevo en la cama de su padre y madrastra y se cruzó de piernas.
Su teléfono móvil sonó avisando de que alguien había mandado un mensaje. No quería verlo, tenía miedo de que fuera él y que la notara rara y comenzara a preguntar y...
Suspiró de nuevo y se cruzó de brazos también.
—Creo que deberías decírselo —propuso Shakura sentándose a su lado, comenzó a acariciarle la espalda. La más joven comenzó a negar reiteradas veces, parecía horrorizada por la idea que su madrastra proponía— Cariño... —murmuró sin estar de acuerdo con su decisión.
—Primero deberíamos saber si es un sí o un no, preferiblemente la segunda —admitió llevándose un dedo a la boca para comenzar a morderlo.
Una alarma sonó en el teléfono de Shakura, indicaba que era la hora de saber la verdad. Miró a su hijastra y la sonrió.
—Pase lo que pase, él va a estar a tu lado —aseguró.
Sin embargo, Maggie no estaba tan segura. Algo que su novio le había dejado claro durante los años que habían estado juntos —unos siete años ya— eran dos claras cosas.
Vio como la figura esbelta de Shakura desapareció en el baño y un minuto después, salía con la prueba en la mano.
Maggie solo tuvo que mirar su expresión para saber el resultado. Se tapó la cara con las manos y soltó un par de sollozos. Su madrastra se acercó a ella rápidamente dejando la prueba en la cama y la abrazó con todas sus fuerzas.
Aquello que más la asustaba en el mundo se iba a convertir en realidad, iba a ser madre.
— ¿Qué vas a hacer? —preguntó la mayor.
[ . . . ]
Maggie era buena ocultando cosas, durante más de la mitad de su vida escondió la existencia de sus segundo kosei y sobre la existencia de su progenitora.
Pero siendo totalmente honestos, esto era incapaz de esconderse. Incluso si lo consiguiera, en poco comenzarían los vómitos y su barriga comenzaría a hincharse y la tripa de embarazada era distinta a la de grasa.
Suspiró, no tenía ni idea de cómo decírselo a su pareja.
Abrió la puerta de la casa que compartían y entró con el cuerpo temblándole.
— ¡Ya estoy en casa! —exclamó procurando que su garganta no le traicionara y soltara un sollozo.
— ¡Ya era hora, joder! —respondió inmediatamente su novio. El sonido de la sartén friendo algo delató que estaba cocinando.
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ᴊᴇʀᴋ; ᴋᴀᴛsᴜᴋɪ ʙᴀᴋᴜɢᴏ x ᴏᴄ
Fanfiction𝓙 | MAGGIE nunca creyó poder enamorarse de ese espécimen... KB fanfic x fem!oc