ஜ Cuando el rey de las Tinieblas y la reina de la Luz consumaron su amor, un hijo híbrido, de sangre gris, nació de ellos y junto a él... un portal interdimensional que destruiría los dos mundos mientras el niño crecía. Para evitar su inminente mue...
Capítulo seis: "S e n t i m i e n t o F a m i l i a r".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─No importa lo que pase y que no quieras mi ayuda, no te dejaré sola de nuevo...
Esas palabras rebotan en la cabeza caótica de Danielle, ¿en verdad Anthony ha dicho eso? Claro que sí, no le queda duda. Lo oyó perfectamente al ver con los ojos entrecerrados como entraba a la cueva.
~¿Conocí a Anthony antes?~
De ser cierto, ¿por qué no lo sabe?
─Danielle, ahora tú eres la callada ─bromea con una sonrisa deslumbrante.
─Oh, eh ¿Yo? ─ríe─. Lo siento, "ando pensativa".
Anthony le sigue la risa.
Ambos caminan sin apuros, la oji-rosada se mantiene detallando cada parte de la naturaleza casi abiótica, encuentra toques de belleza abstracta entre tantas tinieblas. El bosque ─cuna de cada una de sus infortunios─ impregna un olor hipnotizante de flores marchitadas, las ramas hacen figuras escalofriantes y divertidas de adivinar, con miles de cosas en las cuales distraerse, nada la hace dejar en pensar en lo sucedido...
Debe averiguar.
─Cuéntame de ti, Anty ─indaga la radiante Danielle─. Ya sabes, para pasar el rato.
─¿Qué quieres saber? ─él enarca la ceja con cierta picardía.
El gris vuelve a sus mejillas como una bofetada de bochorno.
─B-bueno, lo que quieras.
─A ver... ─posa su mano en la barbilla─. No hay mucho que contar, solo anécdotas de un niño perdido.
─¿Desde cuándo sobrevives a la masacre Raimbark? ─pregunta con la tristeza del comentario.
─Desde los diez años ¿Y tú?
─Nueve ─lo mira─, parece que no soy tan menor a ti.
─Wow, la señorita tiene 17, casi eres legal en el mundo humano ─guiña un ojo.
Vuelve a reír.
─¿Has ido al mundo humano? ¡Eso es asombroso!
─Hace mucho tiempo, tenía unos ocho, quizás.
─Yo siempre he querido ir. ¿Alguien te acompañó?
La vibra jovial de Anthony cambia o mas bien, se nubla por un vestigio en su lastimada memoria.
─No me acuerdo..., mejor cuéntame de ti, Danielle.
─Pues... ─ella da una vuelta alrededor de sí, suspirando─. Tampoco hay mucho. He estado en varios refugios Raimbarks alrededor de mi vida, aprendí a esconderme de los soldados, crear campos de fuerza con mi magia es lo único que domino para defenderme y... más allá de los nueve no podría decir nada.
