🐾 | Donde Min Yoongi es un estudiante de medicina veterinaria solitario, el cual decide adoptar un cachorro sin saber que este es un híbrido, uno al cual no le gusta ser tratado como mascota.
¿Que mejor roomie que un exigente híbrido de cachorro b...
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Resoplo con la cabeza apoyada en mi puño mientras trato de seguir vagamente la lección del profesor Beong sobre tratamientos de quemaduras y lesiones menores presentados en animales domésticos.
Algo muy tedioso si estas en tu ultimo semestre.
Aunque, realmente lo que hacia la clase pesada era la voz gomosa y monótona de Beong, lo cual me causa un sentimiento de fastidio y adormecimiento instantáneo.
—Para la clase del jueves necesito que me traigan un informe en grupos de tres sobre los posibles riesgos que puede sufrir un animal doméstico.— Comenta asiendo caso omiso a las quejas.— Y como tres cabezas piensan mejor que una, tienen que ser mínimo diecisiete cuartillas, sin contar la portada ni los anexos.
—¡Jodida mierda!.— Exclama Jackson apenas salinos del aula.— ¿Quien demonios manda una actividad tan larga sobre un tema tan estúpido en pleno final de semestre?
—Tranquilo Wang.— Exclama Hoseok.— Solo es un informe de muchos que ya hemos hecho en estos cinco años, lo terminaremos en un abrir y cerrar de ojos, ¿a que si Yoongi?
— Si, aunque igual es muy jodido.— Suspiro mientras acomodo mi gorro negro.— Bueno, es mejor iniciar con esa mierda ya, ¿Hoy a las cinco?
—Vale, nos vemos.
Jackson y Hoseok se despiden mientas cada uno dirige su camina hacia su respectivo auto.
Ya en mi departamento de tres ambientes, decido darme una ducha larga, para luego ir directamente a la cocina, en donde caliento algo de las sobras de la cena del día anterior.
Con calma —y en silencio.—, empiezo a comer mientras hago zappingen busca de algún programa para ver.
Pero, al no encontrar nada relativamente bueno, y como termine de comer, solo coloque un programa de musica, mientras iba a por mi laptop y algunos para empezar a investigar por mi cuenta.
Sin embargo, el sueño término por vencerme, así que sin mas, quede dormido a pierna suelta en el sofá.
Luego de lo que fue una siesta de casi cincuenta minutos, soy despertado por el sonido del timbre que avisa que hay alguien en la puerta principal esperando a que le de acceso.
Con el ceño fruncido y una mueca inconforme —Ya que odio en demasía que me despierten.— bostezo mientras camino hacia la puerta, en donde pulso el botón azul del aparatejo, el cual tiene una pantalla que le permite ver la cara nerviosa de Hoseok y su voz atropellada.
—Hola, Min...yo, ehm, ¿puedo pasar?.— Su voz tiembla
—Hoseok, ¿mataste a alguien? Porque si es así, yo...
—¿Que demonios Yoongi? Solo dejame entrar, vale.
Yo asiento como si pueda verme y sin mas aprieto el botón amarillo. Momentos después, el pelirrojo entra por la puerta sosteniendo una caja de cartón vieja, la cual tiene parches de humedad y trozos rotos; pero, pese a eso, no logro ver que tiene dentro.
Con la curiosidad burbujeando, cuestiono:—¿Que hay ahí Seok? ¿El cadáver?
Bromeo y el chico ríe más calmado
—Bueno, creo que deberías verlo tu mismo.— El chico esboza una sonrisa cuando coloca la caja en pésimas condiciones en la alfombra de la sala.— Antes que nada, se que no tienes mucho tiempo con tu trabajo de medio tiempo y la universidad, pero, este lugar es muy solitario y yo creo que...
La voz segura de Hoseok es interrumpida por un ladrido agudo, el cual me descoloca.
—Mierda, Hoseok, ¿me trajiste un perro? Hubiera preferido al cadáver.— Balbuceo suspirando.— Sabes que no puedo hacerme cargo, no tengo tiempo libre y me daría cosa dejar al pobre animal solo en el departamento, el cual tampoco permite mascotas.
Corto mis palabras cuando veo al pequeño cachorro blanco y felpudo salir de la caja hasta quedar en la alfombra azul cielo, en el cual se echa manteniendo su murada fija en mi mientras su cola se mueve con emoción.
—Miralo, te quiere, ¿a que si cosa linda?.— Dice el pelirrojo con voz suave, siendo acompañado por los ladrido a del cachorro, como si pudiera entenderlo.— Sabes que no puedo quedarmelo, comparto departamento con Taehyung, y ya es mucho tener a su conejo revoltoso mordiendo los cables y muebles, y este sitio es muy solitario, tao vez te haga bien algo de compañía.
—Esta bien, me quedare con el.— Afirmo y Hoseok chilla.
El pequeño perro mestizo camina torpe hacia mi, para luego empezar a morder mi manga con maña mientras ladra.
Creo que si me hacia falta alguien. Pienso sintiendo un calor en el pecho.
—Jimin.— Murmuro ensimismado.
—¿Ah?
—Quiero que se llame Jimin.— Sonrío mientras cargo al perro blanco, el cual lame mi mano.
