Capitulo 35

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- Ya han pasado varios años de aquella primera navidad en la que mi hermana y Amelia pasaron con mi familia, fue algo raro al principio para alguno de mis parientes que habían llegado, pero al ver como mi padre trataba a su "yerna" el ambiente se empezó a endulzar y todos aceptaron a la nueva integrante de la familia, el momento más emotivo fue cuando Benigna les dijo a Luisi y a Amelia que no tenían que preocuparse en buscar un departamento para vivir, ya que ella les dejaba su casa de Buenos Aires, ella había decidido que ya era tiempo de volver a Bariloche, extrañaba mucho su casa, a sus amigas, y su rutina diaria de desayunar en el asturiano para cotillear con mi madre sobre tal o cual vecina, así que sin aceptar un no por respuesta, le dio las llaves de la casa a las niñas para que pudieran instalarse, les dijo que podían quedarse con lo que quisiera de ahí, ya que sabía que al principio iban a estar un poco apretadas para poder comprar sus propias cosas, y con el tiempo, las cosas que no quisieran o que no les hicieran falta se la podrían enviar en un flete para Bariloche. Por supuesto que ambas comenzaron a llorar en el momento, y la llenaron de achuchones y besos. Luego de eso, trajimos las copas y mientras los grandes brindábamos por el año nuevo, dejamos salir a los pequeños para que jugaran y gastaran un poco de su energía afuera, realmente no sé cómo mi madre aún tiene energía para seguir criando niños.

Todos fue una luna de miel para ellas a partir de ese momento, salían, paseaban, hacían viajes juntas, por lo que aún me cuesta entender cómo llegamos a este momento el día del día de hoy, quizás tendría que hacerles un repaso para que supieran las cosas que vivieron las luimelia estos 5 años, pero antes quiero hacerles un pequeño spoiler, no todas las historias de amor terminan bien.

Enseñame lo que es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora