Capítulo 4

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Compiii
Guapa
12:17
Sales esta noche con los del otro día? Yo te invito a cenar
12:17

Siiii, pero yo me pago lo mío, tranq
13:08

Compiii
No se supone que estás trabajando??
13:09
Aún te despedirán y tendré que hacer tu trabajo🙄🙄
13:09

Calla,idiota jajaja
13:09
No tengo a nadie hasta dentro de cinco minutos
13:10

Compiii
Venga, te dejo que curres
13:10
Paso a tu casa esta noche sobre las nueve, fea
13:10

Perfectoooo
13:11

Sigo trabajando y atiendo al par de clientes que vienen a hacerse alguna perforación. Cuando termina mi horario, me despido de mi jefe y salgo de la tienda en dirección a mi casa. Cuando llego me preparo una ensalada para comer y pongo una película de Disney y así paso la tarde hasta que veo que se me hace la hora para prepararme.

Justo cuando me levanto del sofá, la melodía de los años 70 resuena por el salón anunciando que tengo una llamada entrante. Descuelgo al  ver que es Carla y llevo el móvil a mi oreja.

—Dime.

—¿Qué vas a hacer esta noche?

—He quedado, ¿por?

—¿Con quién?

—Con Pablo, el de la tienda ¿Por qué preguntas? —digo rodando los ojos.

—Te iba a decir que había quedado con una amiga a cenar y probablemente pase con ella el día mañana, queríamos ir a mirar cosas para cuando nos vayamos a la nieve.

—Está bien, nena.

—Cualquiera diría que tienes ganas de verme —dice con ironía.

—Claro que quiero verte, pero aparte de mi tienes una vida y unas amigas y no va a pasar nada porque no nos veamos en un par de días —digo intentando sonar calmada.

—Tampoco te pongas a la defensiva que no tienes motivos, Ginger —me dice y sin más cuelgo la llamada.

No quiero discutir y se que se iba a enfadar de todas maneras así que más tarde o quizá mañana le hablaré para solucionarlo.

Voy hasta el baño y tomo una ducha exprés. cuando termino me maquillo y me peino dejando que mi pelo se seque solo. Voy hasta mi cuarto y mientras elijo qué ponerme suena el timbre así que voy a abrir. Por el telefonillo oigo la voz de Pablo y le digo que suba, dejo la puerta de mi casa y vuelvo a mi cuarto.

—¿Ginger? 

—Pasa y cierra. Coge lo que quieras mientras termino de prepararme.

Contesta con un simple "vale" y yo sigo a lo mío, me visto¹ y me aseguro de que todo en mi esté bien. Cojo las llaves, el móvil, dinero y tabaco y salgo a donde está mi amigo.

—Uh, pero que guapa que vas —me dice dándome dos besos.

—Gracias, guapo —digo sonriente mientras meto el dinero en la funda del teléfono.

—¿Vamos? —pregunta y asiento así que salimos de mi casa.

(...)

Nos despedimos del resto y Pablo se ofrece voluntario a acompañarme a casa. Vamos hablando del trabajo cuando una idea surca mi mente.

—¿Y si nos tatuamos? —propongo y él me mira sonriente.

—Sí, Dios sí. Entramos al primer sitio que veamos y lo hacemos ¿eh? Pero no vale echarse a atrás.

—No, no, no —digo negando con la cabeza— Y ¿qué nos hacemos?

—Una polla pero que tenga alas —dice como un niño pequeño y yo asiento, conforme con la idea.

El primer sitio que vemos abierto entramos sin si quiera mirar el nombre. Las luces están encendidas pero en recepción no hay nadie. Veo el típico timbre de hace años y empiezo a darle hasta que me quedo en shock al verlo frente a mi.

—¿Ginger? —pregunta pero no puedo responder.

—Queremos tatuarnos —dice mi amigo pasando un brazo por mi hombro.

Kian no le hace caso, me mira bloqueado y yo noto como las lágrimas se acumulan en mis ojos.

—Ginger...

—No puede ser real. Quizá es porque voy borracha y me estoy imaginando cosas pero Pablo estoy viendo a mi ex justo enfrente de mi —digo con la voz rota a mi amigo.

—Soy real, Ginger. Yo... Jamás pensé que cuando te volviera a ver iba a ser de esta manera...

—Que nos queremos tatuar —repite mi amigo.

—No la voy a tatuar estando borracha.

—No estoy borracha, solo un poco contenta —digo en mi defensa.

—Creo que tú sabes lo que quieres decir y crees que lo haces bien pero me está costando entenderte —dice— Además, tu misma acabas de decir que vas fatal.

—Pero ¿nos vas a hacer lo que queremos o no? —dice Pablo.

—¿Eres gilipollas? No, no voy a tatuaros.

—Oye, tu ex es un aguafiestas —me dice mirándome.

—Vete, joder. 

—Ay, vale ¿Te vienes? —me pregunta.

—Sí.

—No —dice Kian a la vez que yo.

—Bueno, me quiero ir a dormir así que si quieres vente —dice dándose la vuelta y cuando me suelta me balanceo pero Kian me consigue coger por el brazo antes de caerme.

—Siéntate en ese sofá —dice señalando un sofá de cuero que se ve realmente cómodo—, recogeré todo y te llevaré a casa ¿Puedes llegar tú sola o te vas a caer?

Asiento con la cabeza y me suelto de su agarre pero no puedo ni dar dos pasos sin tambalearme. Mi exnovio me coge de nuevo, solo que esta vez por la cintura. Mi corazón empieza a latir más rápido de lo normal y todo me da vueltas. Ay no. Me deshago de sus manos y salgo corriendo hacia unas puertas donde pone "ASEOS",  tal cual entro por la puerta me tiro al suelo y antes de ser consciente estoy echando por el retrete todo lo que he tomado. Noto como me recogen el pelo y yo vuelvo a vaciar lo que me quedaba dentro de la tapa mientras las lágrimas se salen de mis ojos aunque no se si es por la desagradable sensación de vomitar o por la situación tan vergonzosa en la que me encuentro. La última vez que lo vi me encontraba en un centro de desintoxicación y cuando me vuelvo a encontrar con él voy demasiado borracha y acabo vomitando en el baño de su estudio de tatuajes. 

Él me recoge el pelo con una mano para salvarlo de cualquier mancha posible y con la otra me acaricia la espalda mientras susurra que esté tranquila, probablemente porque nota mi respiración entrecortada y oye mis sollozos. El alcohol va desapareciendo de mi organismo y cuando me he calmado un poco me ayuda a levantarme del suelo y me acompaña hasta el sofá donde me recuesto. Me ofrece un vaso de plástico con agua y yo me incorporo para beberlo dejándole así un hueco para sentarse.

—¿Estás mejor? —me pregunta y asiento con la cabeza— Recojo mis cosas y nos vamos, ¿vale?

—Está bien —susurro.

Kian se levanta y yo me acurruco apoyando mi cabeza sobre mi brazo que descansa en el reposabrazos. Unos segundos después el sueño está tan presente en mi que caigo en brazos del Morfeo sin poder evitarlo.

After chaos. [TMC#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora