After chaos. [TMC#2]

Capítulo 17

¡¡¡¡¡Sólo quedan cinco capítulos más!!!!! ¡¡Espero que os gusten!!🥰🥰🥰

Salimos del aeropuerto y en el momento veo a Dani parada junto a Izan salgo corriendo hacia ella dejando las maletas en el suelo. Abre sus brazos y me acoge en ellos mientras la abrzo con toda la fuerza del mundo.

—Oi, mi niña —dice sin soltarme. 

Yo, para no perder las viejas costumbres, lamo su mejilla y ella me mira de manera fulminante. Cuando me separo, saludo a mi cuñado y amigo quien también me recibe en sus brazos mientras coge a Jack con los mismos.

—Venga, todos al coche que hace frío —dice Izan y todos subimos sin emitir queja alguna.

Durante el camino el pequeño cae rendido y nosotros hablamos de cualquier cosa. Llegamos al piso que Kian se ha empeñado en alquilar para nuestros días aquí y la pareja se va asegurando que nos veremos mañana mismo. 

Sí, al final me convenció de venir pero no le dejé pagar el billete de avión, fue de mi dinero y así intentaré que sea todo lo que pasemos estas navidades, quiero decir, si hacemos algo juntos no es justo que lo pague él todo el rato.

Cuando estamos frente al portal una señora mayor nos entrega las llaves y nos acompaña hasta arriba mientras nos da indicaciones como nada de fiestas, mascotas, etc y avisa de que cualquier destrozo se pagará de nuestro bolsillo, tras eso se va. Una vez dentro del apartamento, miramos que todo esté en orden y deshacemos todas las maletas. Jack se echa a la cama porque está muerto de sueño y nosotros vamos al sofá.

—¿Mañana cenamos con tu familia? —le pregunto.

—Comida —me contesta bostezando.

—¿Qué?

—Que comemos con ellos, Izan no estará porque van a casa de Dani. Seremos nosotros tres, mi hermana, mi madre y no sé si alguien más.

—Está bien —digo nerviosa.

—No te estreses, les vas a caer bien. 

Sí, nunca he conocido a su familia exceptuando a Izan. Cuando estuvimos juntos lo veía muy pronto y no pudieron asistir a la inauguración del Soul of Ink por algo que ya no recuerdo. Así que esta va a ser mi primer contacto con su gente y me tiene alterada.

(...)

—Kian, estoy nerviosa —le digo cuando salgo de la ducha.

—No te preocupes, son gente sencilla y que te van a querer en cuanto te conozcan. 

—¿Qué me pongo? —digo frente al armario donde está mi ropa.

—No lleves nada —me contesta guiñando un ojo.

—Kian —reprocho y él ríe.

—Ponte cualquier cosa, vas a estar genial  —me dice dejando un beso en mis labios—. Voy a preparar a Jack.

Sale de la habitación y yo resoplo mirando el armario. Decido ir maquillándome mientras pienso en qué conjunto elegir y cuando termino me cambio la camiseta de Kian que me había puesto al salir de mi ducha. Cambio de outfit cuatro veces hasta que los dos chicos entran de nuevo en nuestro cuarto. Me preguntan si me queda mucho y Kian al final me ayuda un poco a elegir la ropa. Me visto y cojo todo lo necesario pero antes de salir escondo dentro de mi nariz el arito que la adorna atravesando mi tabique.

Salimos de casa y andamos un par de minutos hasta casa de Dani e Izan ya que hoy nos iban a dejar su coche porque no teníamos como ir a casa de sus padres y ellos no lo iban a utilizar. Cuando nos subimos y ponemos rumbo mis nervios solamente aumentan.

—Sácate el septum, mi madre tiene un hijo tatuado de pies a cabeza, ¿crees que le importa que tengas un agujero en tu nariz?

—No sé... —susurro y lo saco.

—Papi, ¿amos a tardar muxo en iegar?

—Una horita, campeón. 

—¿Pueo momir?

—Claro.

Durante la hora siguiente de camino, Kian intenta tranquilizar mis nervios en vano y el peque duerme en los asientos traseros como si le fuese la vida en ello.

—¿Mañana lo llevamos a la comida con tu familia o lo dejamos con Izan y Dani?

—Lo llevamos, ¿por qué deberíamos dejarlo? —contesto.

—Quizás no estaba en tus planes —me dice mientras bajamos los tres del coche.

Jack me pide que lo coja a brazos y yo encantada lo hago mientras andamos por un camino de piedras hasta una casa.

—Ahora somos algo así como una familia, ¿no?

—Por supuesto.

Y sonrío porque aunque no soy la madre biológica de Jack casi lo quiero como a un hijo y creo que él podría sentirse parecido conmigo. Pero es que encima que Kian me diga que somos una familia, me llena por dentro.

—Pues entonces se viene —digo dando un besito al pequeño.

Kian llama al timbre una vez estamos frente a la puerta y un nudo se instala en mi estómago. Mi pulso se dispara y me empiezo a preocupar por si acaso se me ocurriese tener un ataque justo ahora.

—¿Sabes si me he tomado hoy las pastillas? —susurro y justo en ese momento se abre la puerta.

Una señora que aparenta unos cuarenta años nos abre y aunque se que tiene unos pocos más me parece que se conserva de una manera envidiable.

—Ay, habéis llegado —dice y me mira extendiendo su mano— Soy Katherine.

—Yo Ginger, encantada —digo correspondiendo su saludo.

—Igualmente, cariño —me dice y abraza a su hijo para luego llenarle la cara de besos.

—Hola, agüela —dice Jack y ella lo carga en sus brazos.

—Hola, mi amor —le dice—. Pasad, pasad, no os quedéis fuera.

Kian coge mi mano y nos adentramos en la casa, me coge el abrigo y junto a mi bolso lo deja en un perchero que hay junto a la puerta. Su madre pasa por nuestro lado y nos dice que nos esperan todos en el salón.

—Deja de preocuparte, todo va a estar bien —dice mi chico dejando un suave beso en mis labios.

Pasamos al salón agarrados, la verdad es que es precioso, un par de sofás junto a un sillón y en frente de estos una mesita de cristal. Una gran tele y encima apoyados en un estante e madera unos objetos y fotos. En uno de los sofás hay una pareja abrazada, ella tiene el pelo castaño claro, llegando casi hasta su cintura en unas preciosas ondas y los ojos igual de claros que los de Kian, sus facciones están bastante definidas y sus labios son rosados, supongo que es su hermano. Por otra parte, él tiene el pelo oscuro y con aire despeinado, su mandíbula se marca mucho y sus ojos son muy oscuros, sobre su labio inferior un arito negro y sobre su nariz, el nostril del mismo color.

—¿Y tú quién eres? —pregunta Kian.

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1.