SEPTIMO AÑO V - PARTE II

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Crucio... —escuché y todo mi cuerpo se congeló.

Apuntando a Malcom Callen con su varita y con una mirada que jamás, en todos aquellos años juntos había visto, se encontraba mi mejor amigo.

De forma instantánea, me alegré por su presencia. Mis rodillas abandonaron el suelo y me levanté con dificultad, comenzando a correr de la mejor manera en que mis tambaleantes piernas me lo permitían, a su encuentro.
Sin embargo, mientras más me acercaba, más podía ver el odio que emanaba de sus ojos. Tan frío, tan oscuro, que mi alegría inicial comenzó a transformarse en otra cosa. Dudé entonces, en los pasos que daba, acercándome cada vez más hacia él, ahora con temor.

—Critt...—intenté llamarlo cuando llegué a su lado, pero Critt solo tenía ojos para Callen, quien seguía en posición fetal en el suelo.

¡Crucio! —volvió a repetir. Mis cabellos se erizaron por el tono de su voz y por la maldición que conjuraba.

Callen se retorció de un lado a otro. Gimiendo cada vez más alto. Su cuerpo se puso rígido, y su espalda se encorvo tanto que pensé que en cualquier momento podría escuchar los huesos de su columna vertebral quebrarse por la fuerza de su movimiento.

—¡Critt, basta!

—¿Basta? —preguntó incrédulo, dejando de lado a Callen y posando, ahora sí, su vista en mi. El cuerpo del slytherin cayó de inmediato, en seco al césped— ¿Basta? —volvió a repetir, con indignación. El azul de sus ojos estaba oscuro. Su pupila dilatada. Esa sola mirada me aterró por completo— ¿Estás defendiendo a este monstruo, Rose?

—¡No! No estoy defendiéndolo, pero Critt...vas a matarlo.

—Solo quiero devolverle todo lo que nos ha hecho a nosotros todo este tiempo ¿No deseas lo mismo, Rose? ¿Venganza?

—Estás utilizando una maldición imperdonable, Critt ¡Reacciona!

—¡Tu eres la que debe reaccionar, Rose! —vociferó, tomándome de los brazos para sacudirme con fuerza. Sus dedos se incrustaban en mi piel, haciéndome daño—. Ellos nos odian, nos tratan como fenómenos, como si no tuviésemos el mismo derecho que ellos por haber nacido en el otro mundo. Quieren nuestra extinción, Rose ¿Cómo no lo entiendes? ¡Ellos! —chilló, señalando a un inmóvil Callen—. Los herederos de la voluntad del Señor tenebroso. Siguen su mismo legado. Solo bastaría un segundo de debilidad por parte nuestra y serían capaces de eliminarnos sin dudarlo. Estas serpientes arrastradas, inmundas y todos los de su maldito linaje ¡Ellos son los malos!

Había un tinte tan diferente en su mirada que me pregunté interiormente si realmente estaba hablando con mi amigo o si quizás, alguien había intentado hechizarlo de alguna manera.

Ese no era el Critt que yo había conocido y con quien había compartido todos mis años en Hogwarts. No era el chico que amaba las criaturas mágicas, que era fanático del quidditch y que quería con todo su corazón a mi amiga Beatrice.

¡Me rehusaba a creerlo!

Pero de su boca habían salido aquellas letras que juntas hacían una de las maldiciones imperdonables, prohibidas, malignas. Además de aquellas palabras de odio contra los sangre pura que parecían reales y salidas desde lo más profundo de su corazón.

Su mirada no parecía tener indicios de que estuviera mintiendo y mientras pasaban los segundos, la pelea en mi interior, sobre si creer que aquel Ravenclaw era verdaderamente Crittiabras Blue, no hacía más que aumentar.

—Critt, está bien —intenté persuadirlo, haciendo que su doloroso agarre se ablandara y me soltara—. Ya lo hiciste pagar, déjalo y vayamos de vuelta al castillo.

Rose Grey y la historia perdida en el tiempo [#1] [Charlie Weasley x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora