Capítulo 8

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El día hoy en la cafetería estuvo muy aburrido, me la pasé casi todo el dia en la cocina haciendo tartas, galletas, algunos budines y pastelitos para dejarlos guardados ya que mañana es sábado, así que no vengo

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El día hoy en la cafetería estuvo muy aburrido, me la pasé casi todo el dia en la cocina haciendo tartas, galletas, algunos budines y pastelitos para dejarlos guardados ya que mañana es sábado, así que no vengo.
A Miriam no le gusta que trabaje los fines de semana, pero cuando estoy aburrida vengo igual.
Hoy trabajaba hasta las 8 pm. Miro el reloj que está arriba del mostrador y me emociono. Me quedan 3 horas y media para poder irme; la cafetería está relativamente vacía así que lo que hago es ponerme a limpiar las mesas y acomodar algunas sillas.

Estaba terminado de acomodar una silla cuando escucho la campanita que anuncia la entrada de un cliente,  veo que el hombre no va a dar su pedido a la caja donde está Miriam, así que saco mi libreta y me acercó a la mesa en donde el hombre se acomodó.

-Hola buenas tardes, que le gustaría pedir.- le sonrió.

El hombre me mira serio, pero no dice nada y eso me dejó un poco descolocada así que me pongo alerta y me llega el aroma a lobo.

¡JODER! no, no,no porque tengo tan mala suerte.

Lo miro gentilmente y le preguntó amablemente.

-¿disculpe señor va a ordenar algo? 

Este sólo me queda mirando, ya estoy perdiendo la paciencia pero no soy capaz de tratarlo mal ya que amo mi trabajo. Así que me queda solo una salida.

-Bueno señor, cuando decida que va a ordenar solo levanté la mano y yo vendré a tomarle el pedido.

Iba a darme vuelta para hacer cualquier cosa que sea alejarme del maldito lobo cuando este habla.

-Quiero un café intenso sin azúcar y una porción de tarta de chocolate sin crema.

Lo miro sorprendida y lo anoto en la libreta.

 Si sabia desde un principio que iba a ordenar para que me tiene como una idiota parada frente a él. No soy un puta pintura.

Me trago mis "modestas" palabras para sonreir.

-enseguida le traigo su orden.

Me fui al mostrador y le di la orden a Miriam para que prepare el café y me fui a cortar la porción de tarta.
El estúpido chucho estuvo todo el tiempo con su vista en mi espalda, queda decir que eso me molesto muchísimo así que mientras hacia mi maldito trabajo trataba de no gritarle que dejara de mirarme.

-¿pasa algo querida?

La voz de Miriam me sacó de mis pensamientos, la mire y le sonreí.

-no, no pasa nada Nana ¿porque preguntas?

-porque te noto algo molesta y estas muy rígida haciendo tu trabajo.

-No pasa nada, enserio nana estoy bien.

-si ese hombre te molesta o te dice algo inapropiado me dices ¿ok?

Wow eso definitivamente no me lo esperaba y menos de ella.

Allison y el AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora