Capitulo 18. Tío...

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Se despide con un casto beso de la joven Bra, muy cerca de sus labios, un beso sin permiso provocando que la muchacha quede paralizada momentáneamente y en unos segundos reacciona, las ganas de estamparle una bofetada que probablemente lo enviarían a urgencias la tentó pero no hace nada puesto que así debía ser, no tenía opción.

Kin - Nos vemos hermosa - le sonrío con emoción.

Bra - Adiós - corta con una sonrisa fingida.

Sin más su acompañante se retiró con una clara felicidad.

De igual manera la chica decide ir adentro para estar con su madre quien no ha parado de hacerle preguntas de su acompañante, preguntas que no hacen más que sofocarla, de igual modo ella no se sentía bien haciéndolo, una farsa que no tenía ningún sentido para ella.

Da una fuerte inspiración para intentar olvidarse de ello, dentro de su ser algo llamado corazón late fuertemente pidiéndole que valla con aquella persona que la hace sentir bien, que nunca la vera de igual modo como lo mira ella.

Detuvo su andar al percatarse quien está a tres metros de ella, se ha interpuesto en su camino sin más. Observa aquellos ojos negros, aquella mirada que la ve molesto como si quisiera reclamarle algo, sin derecho alguno.

El color de sus ojos le parecen los más bellos de entre los demás; aunque eran negros, los más comunes, sentía que los de él eran especiales, dentro de ella un mar de emociones se acumulan solo con verlo sin decir nada.

Bra - Me da permiso - pide sin ánimos de seguir mirándolo ya que siente que no podrá contenerse y lo abrazara cono una chamaca tonta.

Camina hasta ella, notando como su sobrina desvió su mirada de la suya. Lo que le parece más molesto. Vio como aquel joven casi la beso y eso no le pareció nada bueno.

G - No - responde de manera exigente.

Bra - Como quiera - finaliza y decide evadirlo. Honestamente no se encontraba de ánimos para pelear con él.

La tomo del brazo haciendo que se detuviera, no le importa si después su sobrina lo insulta por su imprudencia, ahora en este momento le importa nada. Tiene claro que ella está en todo su derecho de molestarse y quizás odiarle pero no puede solo dejarla pasar de su lado como si nada, necesita arreglar su situación con ella.

Sintió ser empujada hasta topar con algo en específico, una pared, no comprende que rayos le pasa a su tío para que actué de esa manera ya que nunca antes había hacho algo así.

¿Qué cambio?

Escucho como la otra mano de él choco con la pared en señal de que no la dejaría irse así nada más.

Tuvo que inclinarse solo un poco para estar a su misma altura, no dice nada por unos segundos, se acerca solo un poco más a ella, solo para impregnarse de su aroma dulce, sintiendo lo mismo que en aquella ocasión.

De la sorpresa paso al nerviosismo al sentir a su tío tan cerca de su cuerpo.

Bra - ¿Qué cree que hace? - Rompe el silencio intentando sonar más molesta que nerviosa - ¡déjeme pasar!

G - Espera... - susurra cerca de su cuello - tú...aroma...meda tranquilidad - termina. Entrecierra su mirada, lo que hizo no iba en doble sentido ni nada que se le parezca, simplemente deseaba sentir aquella sensación que ella le transmite.

Ahí tiene palabras que no hacen más que confundirla, no hacen nada más que enamorarla sin que él se diera cuenta...

Bra - ¿Qué con eso? - Dice seria, intentando aflojarse de su agarre pero no obtiene nada - ¡déjeme en paz! - Pide - no entiende que no quiero escucharlo - reprime sus lágrimas con toda su fuerza y orgullo, porque si algo no ara, será ser el segundo plato de nadie.

Mí Juguete Favorito...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora