𝟔. 𝘀𝗲𝗿𝗽𝗼𝗹

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– No… espera –Josh sintió un escalofrió recorrerle cuando las manos de Tyler le sostuvieron la cadera, los dedos aflojando y apretando el agarre, masajeando los músculos–. Espera… por favor –una de las manos dejo su cadera y sintió la húmeda punta de la erección del mayor empezando a frotarse contra su entrada–. Hoy tengo que ir a la escuela –se mordió los labios al sentir como empezaba a introducirse lentamente–. Mhn… espera, no –sus brazos temblaron y apretó los ojos sintiendo una capa de sudor empezando a formarse en su cuerpo.

– Relájate –el aliento caliente cerca de su oreja hizo que un nuevo escalofrió le recorriera la espalda–. No me aprietes tanto —Tyler respiraba entrecortadamente y soltó un jadeo cuando se introdujo por completo.

– L-lo siento… –sus brazos no pudieron seguir sosteniendo su peso cuando las embestidas empezaron, pegando su pecho al colchón.

– Relájate… es difícil moverme –solo pudo soltar un jadeo en respuesta, entreabrió los ojos al sentir la lengua del alfa pasando por la piel que estaba descubierta de sus omoplatos, lentamente, humedeciendola–. Mierda… deja de apretarme.

Josh apretó la almohada mientras intentaba que su cuerpo no se sacudiera por las embestidas, las fuertes manos sujetándole le ayudaban con eso. Inclino su cabeza a un lado cuando sintió el pecho de Tyler pegarse por completo a su espalda, sintiendo su lengua de nuevo, subiendo lentamente por su cuello haciéndole soltar pequeños jadeos.

Las manos soltaron su cadera. Una de ellas se apoyó en la cama y la otra en su hombro, empujándose con más fuerza, el mayor había enterrado su rostro en su cuello, chupando con fuerza–. ¿Q-qué estás? –Soltó un grito, Tyler le había clavado los dientes en el cuello, justo debajo de la oreja–. Espera… duele –una nueva descarga eléctrica hizo que se retorciera y soltó un pequeño gemido cuando sintió como se venía dentro de él. El calor llenándolo por completo, asentándose en su vientre.

Como siempre, se quedaron en la misma posición por un momento, respirando de forma agitada. Josh se acomodó en la cama, dejando la almohada que había estado apretando a un lado, miro a Tyler con la respiración aun irregular y se llevó una mano al cuello, sintiendo dolor ahí.

– Me mordiste –el mayor se dejó caer al otro lado de la cama, jaloneando la sabana para cubrir el cuerpo semi desnudo del otro, dejándolo preservar el calor–. ¿Por qué?

Tyler se tomó su tiempo para contestar– Porque me dieron ganas –el sonido de la alarma de Josh lleno la habitación haciendo que se apresurara a apagarla.

– Voy a ducharme rápido –se levantó. Aún estando la habitación oscura busco su ropa interior en el piso y se la puso, acomodándose la camisa desarreglada del pijama, apresurándose hasta el baño. Entro a la ducha cuando la temperatura del agua fue agradable y se lavó rápido, el calor que le llenaba ahora deslizándose por sus piernas.

Al salir limpio, con un trozo de papel higiénico limpió el espejo y se miró en él. Sentía que se veía diferente, pero no sabía porque, inclino el rostro a un lado y miro la marca que le había quedado en el cuello. Era evidente que era una marca de mordida. Succionó su labio inferior, no se le ocurría ninguna forma de cubrir esa marca, una bufanda ayudaría, pero los maestros no lo dejarían usarla en todas las clases.

Suspiro. Al menos ya no le dolía tanto cuando lo hacían. Suponía que su cuerpo empezaba a acostumbrarse al tacto de Tyler, y eso era bueno. Un omega debía adaptarse a las necesidades de su alfa.

Se sonrojo, sintiendo un cosquilleo en el estómago. La sensación no le incomodaba por alguna razón.

Salió de nuevo a la habitación y vio que Tyler aún seguía recostado–. ¿Quieres desayunar algo en especial?

SIN ESENCIA || TYSH Where stories live. Discover now