SIN ESENCIA || TYSH

19. Albahaca

Josh se aferró a los hombros de Tyler mientras se movía encima de él. El alfa estaba con la espalda apoyada contra la cabecera de la cama sosteniendo al omega sobre su regazo, ayudándolo a moverse de arriba, abajo, sin problemas por la corrida en su interior. Una de las manos de Josh fue hasta el cabello del mayor mientras se besaban, ahogando el gemido que soltó al venirse entre ambos cuerpos. Su espalda se arqueó ligeramente cuando un último espasmo de placer recorrió su cuerpo.

Ambos se acomodaron en la cama y Tyler lo rodeó con uno de sus brazos, Josh de inmediato se acurrucó contra él, jalando más las cobijas para que no le diera frío―. Feliz cumpleaños ―el menor ronroneó con una ligera sonrisa cuando lo escuchó susurrar, y se apoyó en su hombro.

― Gracias ―cerró los ojos.

― ¿Estas muy cansado?

― Sí, cuidar a los perros y hacer la limpieza no es fácil — Sonrió con los ojos cerrados―. Tyler ―soltó adormilado, el mayor hizo un sonido para decirle que lo estaba escuchando―. Hueles bien ―el alfa abrió los ojos sorprendido y lo miró en la oscuridad.

― ¿Qué?

― Hueles bien ―bostezó y se frotó contra la almohada casi dormido. El castaño quiso seguir preguntando pero supo que iba ser imposible que el menor respondiera de forma coherente.

Pero esas palabras fueron suficiente para impedir que no se quedara dormido, y cuando lo hizo había sido porque simplemente no había podido mantener más los ojos abiertos. Hoy Josh había insistido en que cambiaron algunas cosas de la casa.

Al día siguiente despertó y se dio cuenta de que Josh no estaba en la cama con él. Gruñó frotándose un ojo.

― No te talles los ojos ―el omega entró a la habitación seguido de los perros.

― Ya te he dicho que no te levantes antes de que yo despierte.

― Quería ir al baño ―se sentó en la cama―. Mira ―subió a ambos perros―, te dije que se verían adorables con sus nuevos suéteres.

Tyler alzó una ceja mirando los dibujos de un alien y una calavera en los suéteres y volvió a acomodarse en la cama, para su mala suerte Jason tomó eso como una señal de que quería jugar y empezó brincar a su alrededor―. Ya, sí me gustan.

― Ya es tarde ¿No vas a ir a trabajar? ―tomó a Jason para que dejara de brincar en la cama―. ¿O no vas a ir?

― Es una idea demasiado tentadora ―se sentó en la cama―, a todo esto hay algo que no te he dicho del trabajo.

― ¿Qué cosa? ―le acomodó el suéter a Jason.

― Me informaron que después de navidad tengo que ir a Inglaterra, tengo que estar un par de días ahí. Sé que es muy pronto para decírtelo, pero quería que supieras.

― ¿O sea que no vas a estar para las celebraciones de año nuevo?

― Mis planes son volver más tardar el treinta en la noche pero…

― Pero no puedes prometer nada ―miró como se levantaba de la cama―, pero está bien, eso dijiste en mi graduación y sí fuiste ―sonrió acariciándole la cabeza a Jason―. Voy a preparar el desayuno.

― Oye ¿Estás seguro de que no quieres que hagamos algo por tu cumpleaños? Aún tengo tiempo para hacer una reservación en algún restaurante para tu familia y nosotros.

― No… prefiero que solo salgamos tú y yo ―el alfa se encogió de hombros y tomó su toalla para salir de la habitación―. Tyler… ¿Puedo decirle a Oliver la dirección de la casa? Él quería que saliéramos mañana con mis amigos de la escuela, porque hoy voy a pasar el día contigo ―lo miró un momento―. ¿Puedo?