SIN ESENCIA || TYSH

14. Crisantemo rojo

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Siempre había sufrido de insomnio, pero ya tenía un tiempo desde la última vez que se le iba el sueño por toda la noche. Durante tres largas noches apenas pudo dormir una o dos horas, no importaba lo cansado que estuviese física y mentalmente, algo le impedía conciliar el sueño pero esperaba que esa noche por fin pudiese descansar, ahora que por fin volvía a sentirse lo suficientemente calmado para hacerlo.

Cerró los ojos pegando su nariz a la nuca del muchacho que dormía tranquilamente a su lado, con uno de sus brazos rodeándole la delgada cintura, e inhalo despacio empezando a sentirse más y más cansado. No lo admitía pero sabía que era gracias a esa fragancia que podía conciliar el sueño, y cuando creyó que por fin podría quedarse dormido tuvo que aflojar el agarre que mantenía alrededor del otro al sentir como se removía en sueños hasta darse la vuelta.

Se le quedo viendo en medio de la oscuridad y alzo uno de sus dedos para acariciar su frente y bajar por el puente de su nariz hasta llegar a sus labios entreabiertos. Tan suaves. Tan esponjosos. Tan tibios a comparación del resto de su piel que siempre se sentía fría.

Deslizó su dedo de un lado a otro, despacio y no pudo evitar soltar una ligera risa burlona cuando Josh se pasó una mano por el rostro y se tallo suavemente soltando un quejido. Después se movió por la cama de nuevo hasta acercarse más a él, acurrucandose contra su cuerpo.

Suspiró frustrado. Odiaba que hiciera eso, odiaba que se pegara a él y que él no pudiese resistir la tentación de envolverlo entre sus brazos y enterrar la nariz en su cabello e inhalar profundamente hasta recobrar la compostura y alejarse lo suficiente de él para seguir viéndolo.

Empezó a sentir los párpados pesados y a pesar de que se quedó dormido, despertó al cabo de un par de horas cuando la habitación ya estaba un poco más iluminada y con la mirada de un par de ojos miel fijos en él.

– Buenos días –su voz salió rasposa y muy bajito indicándole que no tenía mucho desde que había despertado–. Creí que llegarías hasta mañana.

– Terminé antes las cosas que tenía que hacer allá –se acomodó mejor sobre la almohada sintiéndose aún cansado.

–  Deberías descansar un poco más ¿Qué hora era cuando llegaste? Era muy tarde –Josh se removió en la cama para intentar desperezarse–. Ya casi es hora de levantarse, me daré un baño y prepararé el desayuno.

– Aún es temprano…

– No lo suficiente para que pueda dormir más y sé que si me quedo en la cama es lo que voy a querer hacer –se descubrió y Tyler no pudo evitar fijar su mirada en sus piernas blancas, desde que la temporada de calor había empezado, Josh había tomado la manía de dormir únicamente con una camisa–. Por cierto… bienvenido a casa –le sonrió y salió de la cama. Tyler le siguió con la mirada hasta que cerró la puerta del baño.

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Tenían una semana de haber iniciado ese intentó de relación, y lo llamaban intento porque en eso habían quedado, no había ninguna formalidad aún. Dentro del trabajo se seguían comportando igual y era hasta ese momento que Gerard entendió cuáles eran las preocupaciones de Frank, esas de los chismes que soltaban todos. Jamás se había dado un momento para ver de cuán cercana era su relación.

Lo único que había cambiado de la rutina era que se besaban al inicio y al final del día. Y era así porque Frank le había pedido que fueran despacio. Él se sintió extraño porque usualmente era un omega el que hacía esa clase de peticiones, pero no podía quejarse porque estaba de acuerdo con eso, después de todo habían roto una de las reglas principales en cualquier empresa, nada de relaciones en el lugar de trabajo. También eran adultos y sabían con lo que se estaban metiendo.