20. Asfódelo azul

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A Gerard no le gustaban demasiado las celebraciones navideñas, le resultaba incómodo estar en el mismo lugar que su madre y más aún estar en la iglesia en donde no era bien recibido por el pastor, quien no perdía oportunidad de recordarle mientras predicaba que el deber de un omega era dedicarse a su alfa y la completa sumisión.

La otra razón por la que no le gustaban las celebraciones navideñas era porque tenía que ver a su madre quien tampoco perdía oportunidad de recordarle que había puesto el nombre de su familia en la burla durante años. Para ella el reconocimiento que había ganado por sus acciones no era suficiente para remediar el daño que le había hecho a su familia, y que ayudase tanto a los de su raza parecía ser también insuficiente para demostrarle que era independiente de un alfa.

― Ven a comer con nosotros mañana ―su padre lo miró tranquilo, como siempre sabiendo leer como se sentía sin que él le hubiese dicho algo.

― Si papá, llevaré algo para el postre, bueno, si mi madre no tiene algún problema con eso.

― Pues si ese dichoso trabajo tuyo te da tiempo de cocinar algo eres libre de hacerlo ―se mordió los labios por dentro y asintió volviendo la mirada al señor Way, quien le miraba tranquilo recordándole que era noche buena y no debía alterarse por cosas así―. Solo seremos nosotros ¿Verdad?

― Los Joseph vendrán a comer con nosotros ―abrió los labios sorprendido y su padre simplemente asintió palmeándole el hombro antes de despedirse.

Dentro de su Lamborghini siguió pensando en eso. Eran años desde la última vez que la familia Way y la familia Joseph se reunía en alguna celebración.

Cuando era niño su familia era muy cercana a la Dun y Joseph porque habían invertido en muchos proyectos juntos, ahí que Tyler y él manejaran puestos en la empresa, pero desde que él rompió su compromiso con Dallon muchas de las familias de sociedad con las que tenían relación se habían distanciado, eso incluyendo a los Dun y los Joseph.

Quizás por los recientes eventos los Joseph habían decidido dejar de lado lo que pasó, después de todo ninguno de ellos estaba libre de la muerte y era mejor tener aliados en caso de que algo llegase a pasarle a los cabezas alfa de cada familia.

Suspiró recordando a Josh mientras recogía una caja envuelta al pie de la puerta de su departamento. Había hablado con él por teléfono y lo había ido a visitar un par de veces desde el funeral de Ashley y por mucho que intentará disimularlo era obvio que estaba deprimido.

Solo esperaba que las celebraciones lo animaran un poco más.

Miró la tarjeta navideña que acompañaba el regalo y después lo abrió sin leer el remitente. No tenía que pensar mucho para saber quién se lo había enviado.

No rechazaba los regalos de Dallon por pura educación pero estos le parecían vacíos, además de que se habían vuelto repetitivos. Botellas de vino, flores, dulces. Incluso una vez le había mandado un brazalete que había tenido que regresar. No tenía problemas con las flores, ni con ninguna de las otras cosas que le mandaba, ¿Pero joyería?, Parecía que se había olvidado lo mucho que odiaba esa clase de presentes, mucho más aún después de lo que hizo antes. Más aun sabiendo él la clase de regalos que prefería.

Cerró la caja llena de dulces de temporada y fue a sentarse a leer los mensajes que le habían llegado mientras estaba en la iglesia. Había rechazado las invitaciones de sus amigos para ir a celebrar la noche buena, incluso había rechazado asistir a la fiesta navideña de la empresa.

Aún no se sentía de humor para estar rodeado de tanta gente, mucho menos para estar todo el tiempo junto a Frank con la incomodidad dividiéndolos.

SIN ESENCIA || TYSH Where stories live. Discover now