10. Escaramujo

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Josh estaba sentado a la orilla de la cama con Tyler a unos pasos delante de él. Tenía en su mano la caja de parches que distraídamente -y al habérsele hecho tarde en la mañana- había dejado ridículamente oculto en el baño en lugar de guardarlos entre las ropas en su parte del clóset. Había olvidado guardarlos cuando regreso de la escuela, y además Tyler había llegado temprano ese día.

– ¿Algo que quieras decir? –negó en silencio. El alfa estaba molesto, podía escucharlo en su voz–. Muéstramelo –alzo la mirada para verlo–. ¿Qué estas esperando? Muéstramelo –se levantó avergonzado y se levantó la playera para dejar descubierta la piel de su espalda, en el centro se veía el cuadro que se camuflaba con su piel. Sintió como Tyler lo arrancaba con fuerza haciendo que apretara los ojos, no había dolido pero al estar nuevo había tironeado su piel dejándole una sensación incomoda–. ¿Quién te los dió?

Se acomodó la ropa y se dió la vuelta para no seguir dándole la espalda–. Mi madre. Dijo que tenía que usarlos para que mi celo llegara.

– Tonterías –soltó molesto y el menor miro el piso–. ¿Tienes una idea de lo que hacen estas cosas? ¿Siquiera si tienen efectos secundarios? –negó sin levantar la cabeza–. No puedo creer que seas tan idiota como para haberlos usado.

– No quiero seguir siendo un infértil –alzo la mirada herido por el insulto–, si eso puede ayudarme entonces…

– Estas cosas no te van a ayudar en nada, ni siquiera sabes que tienen ¿O acaso tú o tu madre se volvieron expertos en chino como para poder leer estas cajas? ¿O se volvió medico de un día para otro? ¡Dime! –el omega negó en silencio de nuevo–. ¿Tienes más? –no respondió–. ¿Dónde están? –se levantó y busco entre sus ropas el par de paquetes sin abrir, Tyler se los arrebato–. Pobre de ti si veo que los vuelves a usar.

– Mi madre dijo que debía usarlos.

– ¿Y a quien vas a obedecer? ¿A mí o a tu madre?

– A ti… pero –alzo la mirada para reclamar pero la bajo de inmediato–. Son para poder ser un buen esposo, un omega que te pueda dar hijos y del que no te avergüences –escucho suspirar al castaño.

– Vete a dormir ya, yo me desharé de esto.

Se acomodó la pijama asintiendo y fue a su lado de la cama, deshaciendo las cobijas y acomodando todo para dormir.

Cerró las cortinas, apagó la lámpara de su lado y se metió a la cama dándole la espalda a la puerta, cubriéndose hasta poco más arriba de la nariz.

Cuando escucho que Tyler entró a la habitación y se metió a la cama se encogió un poco más sobre sí mismo–. ¿Estás enojado? –murmuró aún debajo de las sábanas.

– Bastante.

– Lo siento.

– Esas cosas son ilegales por una razón, deberíamos ir a que te revise un médico –Josh se giró despacio encontrándose con la mirada de Tyler.

– No es necesario… prometo no hacerlo de nuevo.

– Eso espero. Ahora duérmete, mañana tienes que levantarte temprano.

– Buenas noches –se froto contra la almohada y le miró una última vez antes de cerrar los ojos y ponerse a dormir.

__________

Gerard estaba harto, Dallon siempre había sido insistente y parecía que eso era lo único que no había cambiado de él. Ya era una semana que había estado despertando con regalos del Alfa frente a su puerta y él simplemente no sabía qué hacer con ellos porque no quería conservarlos.

SIN ESENCIA || TYSH Where stories live. Discover now