Capítulo 11 ; "Eres tan difícil..."

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Al día siguiente, Justin no había asistido a la universidad y Ryan junto con ___________ estaban preocupados y preguntándose cada uno donde podría estar, o si le habría pasado algo. Ryan intentó llamar a Justin durante los cinco minutos que daban después de cada materia, ninguna señal de vida. Por otro lado, ____________ daba vueltas a su cabeza de lo ocurrido anoche, Ryan vino a su casa y Justin se fue, pero, ¿como?

Después de hablar con Ryan y ser comunicada que no había señal de Justin, se preocupó más, Justin no contestaba a sus llamadas, eso quería decir que había pasado algo con él y lo tenía que averiguar por si misma, no había tiempo que perder. Después de escuchar el timbre dando la cuarta hora de clases dejó la carpeta en su taquilla del profesorado y se dio la vuelta hacia la puerta que ponía “Dirección”, colocó la mano sobre el manillar lentamente, con miedo.

Se sobresaltó cuando una mano se posó sobre su hombro.

-Lo siento ____________, no quería asustarte. -Dijo Eduard, sonriente.

Ella posó su mano sobre el pecho y intentó respirar con normalidad.

-No te preocupes, Eduard. -Intentó formar una sonrisa, forzada.

-¿Qué estabas haciendo? -Preguntó, mirando de reojo a la puerta en la que iba entrar.

Ella carraspeó la garganta, antes de contestar.

-¿Está dentro el director?

Eduard frunció el ceño, pero se asomó por la puerta de cristal visible y asintió con la cabeza, afirmando su pregunta, con confusión.

-Bien, ¿me puedes hacer un favor?

Suplicó, esperando a que Eduard la ayudará ante su desesperación.

Él suspiró. -Claro, pero con una condición.

Ella rodó los ojos, se imaginaba que esto pasaría. -¿Cuál?

-Sal conmigo mañana por la noche. -Dijo, con una sonrisa en el rostro.

-¿Una cena? -Preguntó ella.

Eduard asintió con la cabeza, afirmando.

-De acuerdo.

-Genial, ¿qué tengo que hacer? -Preguntó curioso.

Ella suspiró, después de todo. -Necesito que distraigas al director, fuera de su despacho.

-¿Para que quieres que haga eso? -Frunció el ceño, sin entender.

-Solo necesito que lo hagas, nada de preguntas. -Dijo, firme.

Eduard asintió con la cabeza y tocó la puerta de cristal del despacho del director, asomó la cabeza por la puerta y dijo unas cuantas palabras para luego ver salir a Mike, el director de la universidad junto a Eduard, él se dio la vuelta y le guiñó el ojo, ella le sonrió y entró rápidamente al despacho, con rapidez fue directa al archivador donde estaban todas las carpetas y fichas de los historiales de los alumnos, buscó su apellido, Bieber y lo dejó sobre el escritorio, abrió la carpeta e inmediatamente encontró lo que buscaba, su dirección.

Después de estar dando vueltas con el coche, estaba en la puerta de su casa.

Intentó respirar con tranquilidad al ver su motocicleta a un lado de la casa, pero no iba a descartar que estuviera en casa en esos momentos, pero esperaba que lo estuviera para debatir algunas dudas que a ella le carcomían.

Llamó al timbre y segundos después, Justin estaba en la puerta.

-Hola. -Saludó ella, haciendo una mueca.

-¿Qué haces aquí y que no estás follándo con tu querido Ryan?

Ella entreabrió los labios, sorprendida. -¿Com-

-¿Qué como sé eso? -Preguntó, cruzándose de brazos.

Ella asintió con la cabeza, sin articular palabra.

-¿Cómo te sentirías estar encerrado en un armario mientras escuchas a la persona que te importa gimiendo de placer con tu mejor amigo?

-¿Estabas a-

-Sí, lo estaba. -Afirmó, mirándola con desprecio.

-Just-

-No digas nada. -La acortó, por tercera vez.

-¡ME QUIERES DEJAR HABLAR! -Gritó, enfadada.

-¿Por qué tendría que hacerlo?

-Justin, lo siento… -Dijo, a punto de soltar una lágrima.

-Si lo sintieras no lo hubieras echo, en mi cara.

-No sabía que estabas ahí. -Señaló.

-Aunque supieras que estaba allí, lo hubieras echo, no niegues la realidad. -Dijo, sonriendo.

Ella lamió su labio inferior, y agachó su cabeza. -Eres tan difícil…

-Siento ser tan difícil, esa es la única palabra que encuentro para definirme, difícil en cuanto a mi forma de ser, mi manera de pensar, soy difícil de tratar, de querer, de soportar, créeme que sé lo que soy… por otro lado, no sé ni quien eres en estos momentos. -Dijo, con dureza.

-Justin… no me juzgues, sólo entiéndeme. No te pido nada a cambio, solo te pido que te quedes conmigo, que me abraces y que me digas que todo va a estar bien entre nosotros… -Dijo limpiando las lágrimas que salían de donde estaban escondidas.

Justin negó con la cabeza. -Te has dado cuenta demasiado tarde.

-No. -Negó ella, no quería que la dejara.

-No pienso quedarme de brazos cruzados para ver como te follas a mi mejor amigo, delante de mis ojos, no voy a permitir eso, porque no quiero sufrir con esto, nunca lo he hecho por una chica y no vas a ser la primera en destruirme, así que es mejor dejarlo, espero que seas feliz con él, porque quiero que te olvides de mí, no voy a ser el segundo plato de nadie. -Dijo, cerrando la puerta en sus narices.

Las lágrimas no paraban de descender por su cara, se apoyó en la pared y lloró desconsoladamente con las manos en la cara, solo lo necesitaba a él, no quería que se fuese de su lado, pero al parecer la había jodido todo y no había marcha atrás.

-¡JUSTIN! -Sollozó, sintiendo el dolor que le había dejado en su pecho.

Es difícil tener que aceptar que todo acaba algún día.

*~*

La cosa se a complicado, Justin ya no la quiere ver y ella está sufriendo las consecuencias por lo ocurrido.

¿Créeis que Justin a echo bien en alejarla de su vida? 

¿Qué podrá hacer ahora ella, después de lo que a pasado?

ereѕ nυeѕтra {נυѕтιɴ&тú} #Book 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora