Supongo que esto terminó.
Digo que supongo porque la verdad no sé si terminó o que verga.
Joder... Yo tratando de poner en calma el ambiente ¡Já!
Ya han pasado cuatro meses, navidad y año nuevo me la pasé bien con Mika, además de que nuestras tres familias estuvieran juntas.
Descubrí que tengo una hermanastra, bueno dos, por parte de mamá Miranda.
Sí, Aoi y Mitsuba. Fue una gran travesía, la uva de Shinoa comenzó a decirme cuñado. Esta loca esa mujer, metafóricamente.También hay otra cosa. Ya tengo mi consultorio (un regalo de mis suegros que no quería aceptar, pero ALGUIEN [Alguien = Mika] me puso mirada de perro medio a morir y tuve que aceptar). Y me llega gente de a madres. Igual adoro andar de chismoso.
Aquí mismo incluyo que Krul y Urd renunciaron a sus trabajos en la empresa, se casaron y tienen una pastelería, además de una hija.Mika tomó el puesto de Urd, Asuramaru el de Krul y Akane el antiguo cargo de Mika. Lo más extraño es como si fue predestinado o una profecía... Lástima, yo no creo mucho en esas cosas.
Ahora, estamos a 25 de Abril, dentro de cinco días será el cumpleaños de Mika. Y planeo darle una sorpresa.
Pero primero, mando al infierno a Misao. Me vale 4 kilos de mierda si soy cruel. Debe de entender que ya no somos nada. Creí que le había quedado en claro, pero veo que es un completo idiota.En primera, solo piensa en coger. En segunda, sigue pensando en coger y en tercera, coger hasta quedar inconciente. Si lo violan en un secuestro, al cabrón le va gustar y luego desarrollará síndrome de Estocolmo. Joder quiero ver eso, pero no atenderlo.
Yuu, no desees el mal a nadie.
Observó mi café, esperando a este tipo. No tengo mucha prisa, es sábado y yo no trabajo.
En este momento estuviera tocando todos los lugares del cuerpo desnudo de Mika, cuando ya lo hice, claramente. ¡Pero no! Vine aquí a esta cafetería a esperar como idiota a ese oxigenado.
Maldito canario.-¡Yuichi! -dijo Misao, me dolió la cabeza de repente.
-Siéntate -indiqué.
Ese rubio con una sonrisa asintió y tomó asiento frente a mí. Puso sus codos sobre la mesa y recargó su rostro sobre las palmas de sus manos. Tomé la taza de mi café y dí un sorbo. Amargo como me gusta.
-¿Vamos a regresar? -cuestionó. Puse nuevamente la taza sobre aquel plato de cerámica de un tamaño menor.
-No. Tengo pareja -dije.
-Puedes tener dos -me guiñó. ¿Se puede degollar a alguien con un cuchillo para mantequilla?
-No, que flojera. Me quedaré pobre si tengo otra pareja.
-¿Qué? -al parecer no entendió.
-Olvídalo -suspiré irritado -. Mira, Misao, no entiendo qué mierdas te pasa por la cabeza, pero siento que quieres engancharme a ti a algo que no va a funcionar. Habla con la verdad. Yo sé cuándo mientes -hablé con mucha seriedad. Los pómulos de Misao se pusieron rojos, además bajo un poco su cabeza.
-Y-Yo... Intenté seducirte para... Pa-para... -tartamudeó y dejó de hablar por un momento.
-Ya suel-
-¡Me gustas! -¿Me puedo clavar un cuchillo de mantequilla en el pecho?
-¿Qué? -estoy confundido. No entiendo nada.
-T-Tal vez no me vayas a creer. Pero es la verdad. Todo lo que sabes de mí es verdad. Yo solo buscaba el mismo placer que mi padre me otorgó en mi preadolescencia. Y cuando lo encontré, fue contigo. Pero no siempre correspondías a mi tacto -levanté una ceja-. Tu mente la ocupaba otro chico, que no me prestabas mucha atención... Cuando terminamos, era porque ya estaba harto de que siguieras pensando en él... -calló unos segundos -. Creí que si te insistía, regresarías a mí y olvidarías a tu primer amor. Pero... No fue así. Ahora, estás feliz con él. Aparte... -¿Ahora con que pendejada más pendeja me va a salir? -. Antes, mi cabello era castaño avellana. Y cuando me enteré que te gustaban los rubios, me lo teñí, pero creo que quedó un poco más vivo -levantó un mechón de su cabello para verlo.
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Secretario ♠MikaYuuMika♥[Concluida]
De Todo"¿Conoces a alguien que no aparenta ser lo que dice que es? Yuichirou, un joven de 22 años decide trabajar como secretario en una empresa bastante popular en todo Japón. La paga es muy buena. Lo que no sabía, es que se enamoraría de su jefe. Quién e...