—... Asura... —dijo antes de caer al suelo.
—¡Mikaela! —giró a ver a su hermano, corrió hasta él para auxiliarlo. No lo movió mucho, solo le tomo de la muñeca y checó sus signos vitales. Suspiró lleno de alivio, al sentir que su hermano aún tenía pulsaciones. Tomó su teléfono y llamó a urgencias —. Hola, buenos días. Habla Asuramaru Tepes, necesito una ambulancia aquí en la mansión Tepes. Que sea rápido, por favor. Muchas gracias —colgó y espero a que la ambulancia llegara.
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Los paramédicos atendían al rubio, pero este no reaccionaba, ni con un algodón con alcohol.
Lo subieron a una camilla y luego a la ambulancia. La pelirosa mayor decidió acompañar a su hijo adentro del vehículo. Luego, el motor arrancó y llevaron al menor al hospital.Asuramaru no quería preocupar a Yuu, pero debía de mantenerlo informado.
—¡¿Que Mika qué?! —gritó el azabache. El ojirubí alejó su teléfono en cuanto su cuñado soltó aquella exclamación.
—Lo que escuchaste, Yuu —respondió después del grito.
—¡¿Cómo carajos pasó eso?! —gritó, nuevamente, Asura alejó su móvil de su oído.
—Cálmate, me vas a reventar los tímpanos —carraspeó.
—¿Y cómo quieres que me calme? ¡Procuré que no comiera algo que le haga daño! Y lo único bueno fue que aún tuviera las mismas alergias. ¿En qué hospital está?
—Espera... —analizó un poco la situación —. En el general, es el más cercano a la mansión y se encuentra mi madre con él.
—Entonces iré para allá —colgó.
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Su cabeza dolía. Dolía a más no poder. Esos pitidos constantes le molestaban mucho. Sintió que algo le presionaba su dedo anular de su mano izquierda, como algo frío pasaba por sus venas de su brazo derecho y aire que le congelaba la punta de su nariz. Abrió sus ojos lentamente ya que la luz blanca le molestaba.
—¿Madre..? —logró pronunciar, la enfermera que estaba ahí le vio.
—Hola, Mika. Me alegra que hayas despertado —dijo Horn con una sonrisa cálida —. Tranquilo, llamaré al doctor para que te revisé —dió una reverencia y salió.
Cuando Horn ya no estaba, miró a su alrededor. Había una máquina a su izquierda que checaba los pulsos de su corazón. Y a su derecha había una cosa sostenía una bolsa con suero o glucosa, no estaba seguro que era.
¿Qué le había pasado? Según él, nunca ha estado así. En un hospital, recostado en una camilla y con suero pasando por sus venas.Suspiró con pesadez. Sentía su cuerpo debilitado. Quería dormir. No recordaba lo que pasó antes de que llegara a ese blanco cuarto.
Sus párpados ocultaron sus bellos orbes azules, para que pudiera descansar. Luego abrió sus ojos despacio y sintió como le quitaban la mascarilla.
Inhaló profundamente y expulsó el aire. Su respiración siguió normal.—Tepes-Kun, ¿cómo se siente? —cuestionó el médico.
—Can... sado... —respondió.
—Bueno. Déjeme decirle que sufrió un desmayo por falta de oxígeno. No reaccionó con alcohol. Al parecer le dio un paro cardíaco mientras venía en la ambulancia, pero fue corto. Los paramédicos decidieron traerlo al hospital para atenderlo mejor —Mika asintió despacio —. Hay algo más que debo decirle, pero mejor descanse. No quiero que se altere.
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Secretario ♠MikaYuuMika♥[Concluida]
Casuale"¿Conoces a alguien que no aparenta ser lo que dice que es? Yuichirou, un joven de 22 años decide trabajar como secretario en una empresa bastante popular en todo Japón. La paga es muy buena. Lo que no sabía, es que se enamoraría de su jefe. Quién e...