Capítulo XI

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La noche pasó sin más inconvenientes, y al otro día volvimos a trabajar. Cuando salí, ya había un par trabajando, entre ellos, Ben, quien me saludo alegremente y se sentó a mi lado. Llegando al mediodía, L salió por fin de su cuarto. Ya nadie intentaba hablarle porque ni respondía a los saludos de buenos días. Simplemente, se ponía en cuclillas sobre su silla y no movía su cabeza hasta que terminaba el día. Cada tanto lo miraba, estaba más callado que lo normal. Como que no se movía... no pude evitar recordar lo que me dijo aquella noche. Son todas excusas, no sé para qué me quiere con él si no me necesita ni me quiere. Lo que sí es verdad es que noto como si no pudiera pensar. Literalmente, no está haciendo nada para avanzar con este caso. Simplemente, convalida lo que digo.

Llegado el almuerzo intenté dejar de pensar en él y dejé de trabajar. Con Ben, fuimos a la cocina a comer con Milo luego de que les diera comida al resto en el comedor. Gun estaba trabajando fuera haciendo no sé qué, como suele hacer. Realmente, no quiero avanzar en elcazo parapoder seguir con ellos tre... dos. No me había dado cuenta que, eventualmente, tampoco vería mas a Milo, que se iría con L. Al menos, a él si podré contactatlo. Pasamos el almuerzo rápidamente mientras Ben nos contaba como avanzaban los preparativos de su boda.

Me senté a trabajan en los sillones mientras Ben escribía su informe atrasado. Al menos, estaríamos menos distraídos. Miré a L otra vez, seguía sentado en el mismo lugar sin moverse. El plato de dulces que supuse que Milo había dejado junto a él seguía intacto. ¿Qué piensa hacer? ¿Montar una escenita hasta que vuelva arrastrándome? Sé que L no es tan estúpido como para intentar matarse. Pasar un poco de hambre para nada no le vendrá mal. No es un mal castigo... volví a mirar los archivos. Volví a mirar a L y su plato intacto. Volví a mirar los archivos...

-¿Te vas a comer eso? -Dije mientras me movía a su lado. Hasta que no me detuvea señalar su plato, L no se dio cuenta de que le estaba hablando. El resto me miró por como había roto el silencio, pero todos volvieron a sus asustos.- ¿Si o no?

-No... -Tomé una silla y me senté con las piernas cruzadas mirándolo. Él miró a su pantalla y volvió sus ojos a mí mientras con el tenedor me llevaba un trozo de pastel a la boca.- podrías haberte pedido el tuyo.

-Pero este estaba aquí y no lo habías tocado...

-¿Estabas mirándome?

-De hecho, ya está medio derretido... -suspiré ignorando su pregunta- Nada mejor que pastel frío...

-Tienes razón... ¿No va a hacerte mal?

-No. No lleva mucho tiempo aquí. -Me llevé otro trozo a la boca. Los ojos de L, quien había girado su silla y estaba de frente, seguian los movimientos de mi brazo sin decirme nada. Corté otro trozo y lo moví hasta la boca de L. Él simplemente me miraba sin entender.- ¿Quieres un poco?

-No, gracias. No tengo hambre...

-¿Seguro? -Me comí ese pedazo y tomé otro asegurandome de pinchar la fresa. Se lo pusé aún mas cerca de sus labios.- Última oportunidad... incluso te dejo mi fresa...

Miró hacía un costado y luego sus ojos se posaron en mi cara. Se encorvó un poco mas escondiendose detrás de sus rodillas. Las manos que estaban sobre ellas se movieron para acercarlo más al tenedor y finalmente, llevarse el pedazo a la boca. Volví a comer una última vez; ninguno apartó la mirada del otro. Dejé el plato con un poco más de pastel y me volví a trabajar tomando unas hojas de expediente que estaban por ahí. Me puse dándole la espalda pero podía escuchar el ruido del tenedor contra el plato.

Volví a mirar la carta sobre los animales mientras comparaba las sonrisas con las que había dibujado en las escenas del crimen de las víctimas correspondientes. ¿Qué pensaba encontrar? Algo tiene que ser... no puede ser solo una manera de identificar sus asesinatos. Ya las usó para comunicarse una vez. Miré todos los rostros dibujados con sangre en las escenas. Me paré en la cuarta... ¿Por qué poner la tráquea ahí? ¿Por qué los mutila de esa manera y postmortem? ¿por qué todos distintos? Es ilógico... comencé a enumerar en mi cabeza: "Cuarta victima: tráquea. Primera victima: corte en el hombro. Segunda victima: le arrancó las uñas. Tercera: Nariz. Cuarta: partido a la mitad...". Repasé la lista mirando las fotos desplegadas en la mesa. "Hombro, uñas, nariz, traquea, ¿estomago?" No volvi a ver la foto de la sexta víctima, no lo necesitaba. Tenía la imagen en la cabeza. Tomé un papel y comencé a anotar una debajo de la otra: Hombro, uñas, nariz, traquea, esto...

Ilógico (Ilegal e Insípido: Tercera parte) [Death Note]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora