Cuando desperté, seguía sentado en el mismo lugar, con las piernas entre mis brazos; tenía las mejillas mojadas. Me pareció escuchar mucho ruido en algún momento mientras dormía. Por la luz que traspasaba por las cortinas, creo que era la tarde. ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Un día entero? Examiné el lugar, parte del desorden que había hecho había sido ordenado. Había una bandeja con comida a la que me acerque. El té aún estaba tibio y había un trozo de pastel de chocolate, pero no tenía ganas de comer. Me volví a la ventana y la abrí. Estiré mi cuerpo hacia afuera para ver el árbol. Estaba vacío. Me volví hacia adentro y cerré todo. Abrí la puerta de mi habitación con cuidado y caminé hasta la biblioteca.
Al llegar, no había nadie, como siempre. Ni siquiera había nadie controlando los libros que se llevaba. Parecía como si el mundo se hubiera esfumado de la faz de la tierra. Ja, que estupidez. Suena a algo que diría I... En fin, recorrí las estanterías en busca de algo interesante, pero no encontré a nadie... no encontré nada. Me fui hasta los estúpidos libros de romance y no había nad... Entonces, noté el libro aburridísimo que me quiso hacer leer. Lo tomé. ¿Quién lo notaria? Me volví rápidamente hacia mi habitación. No me crucé a nadie en el camino al igual que en el camino de ida. Al llegar, cerré la puerta y me metí debajo de la cama con el libro y lo empecé a leer nuevamente.
Me sorprendió que cayera la noche y nadie haya venido a traerme nada para comer. ¿Qué clase de broma es esta? El té ya estaba frío y la crema del medio del pastel se había comenzado a derretir. Dejé el libro debajo de la cama, escondido en la esquina mas lejana al ojo de visitantes y salí de allí. Abrí la puerta de mi habitación y miré a ambos lados. No vi a nadie. Cerré la puerta detrás de mi y comencé mi travesía.
Mis pies me llevaron contra mi voluntad hasta la habitación de Isa. Apoyé mi oreja contra su puerta, pero no podía escuchar nada. Miré hacia ambos lados; nadie. Me agaché para intentar ver por el espacio debajo de la puerta. La luz no estaba prendida por lo que no debía estar allí o estaba durmiendo. Me levanté, volví a mirar a los lados, seguía sin haber nada. Moví mi mano hasta el picaporte, pero cuando lo toqué me detuve. ¿Qué hacía allí? ¿Qué sentido tenía? Ella me remplazó. Saqué la mano del picaporte y volví a mirar a ambos lados. Ni siquiera está ahí. ¿Qué sentido tiene? ¿Habrá escuchado lo que dije? Claramente lo hizo. Mejor, ya no va a molestarme. Se puede quedar con el otro estúpido y ser estúpidos juntos. Volví a poner mi mano en el picaporte y lo bajé para abrirla luego de mirar a ambos lados. La puerta estaba cerrada. Volví a mirar a ambos lados.
-¡Eres una idiota por remplazarme! ¡Te odio!
Miré a ambos lados y me fui de allí rápidamente. Corrí lo más rápido que pude hasta mi habitación y cerré la puerta detrás de mí. Me dejé caer mientas sentía los músculos de mi mandíbula temblar involuntariamente y las comisuras de mis labios comenzar a arquearse cada vez más. Mi vista se nubló y comenzaron a salir suspiros fuertes por mi boca. Era como si me estuviera muriendo. ¿Sería este el final? ¿Por qué lo prefiere a él? Yo... yo no soy tan malo, ¿no? ¿Fui malo con ella? No. Largué una gran bocanada de aire. Mi respiración se calmaba. Me pasé las manos por los ojos y volvía a ver claramente. No, no necesito a nadie. Si estoy solo, no hay problemas. Es la solución. Mejor librarme de ella más temprano que tarde. Ja, estoy actuando como si me interesara. Lo único que necesito es seguir aprendiendo, enriqueciendo mi cerebro. No estúpidas relaciones... El té estaba helado y la capa de arriba del pastel estaba a punto de derrumbarse.
Volví a salir de allí cerrando la puerta detrás de mi y caminé hasta el despacho de Watari. Caminaba decidido, casi que enojado. No es que lo estuviera, pero así caminaba. Golpeé la puerta, pero no hubo respuesta. Podía escuchar el ruido del televisor, así que abrí. Mis ojos se clavaron en el lugar del que provenía el sonido. En la pantalla cuadrada se veía un edificio, que me resultaba muy familiar, detrás de unas rejas. Era una foto y se escuchaba a la voz metálica decir: "...así se veía el orfanato antes del ataque terrorista...". Era muy extraño, era como estar viendo Wammy's, el lugar en el que yo estaba, pero no lo era., el fondo, los árboles eran distintos. Moví la vista hacia el escritorio vacío, pero me volví a concentrar en el televisor. "...y estas son las imágenes del lugar. Se puede apreciar el estado de destrucción en el que quedó el edificio luego de la detonación. Rescatistas, voluntarios y bomberos siguen trabajando en la zona tratando de rescatar al mayor número de víctimas posible, pero el estado de la situación es crítico. Aun no podemos precisar el número de víctimas fatales, pero en su mayoría serian menores de edad y niños de entre...". Seguía diciendo la voz metálica. El edificio, si así se puede llamar a ese montón de ruinas, estaba rodeado de ambulancias, camiones de bomberos y otros vehículos tratando de obstruir la vista de la gente fuera del lugar. De lo que era el edificio todavía salía fuego y una cortina de humo que subía hasta el cielo interminable.
Me senté en el piso anonadado. Esos podríamos haber sido nosotros. La cantidad de muertos... la mayoría niños... toda la gente que trabajaba para cuidarlos... El dinero que significa una perdida así. Ataque terrorista dijeron... ¿vendrán aquí? "Esos podríamos haber sido nosotros". No, esos todavía podemos ser nosotros si verdaderamente fue un ataque. ¡¿Qué hacemos todos tranquilos aquí?! Miré alrededor del despacho, pero Watari no estaba allí. Entonces, la vi. Isa estaba acostada en el sillón con su espalda hacia mí. Me acerqué y miré por encima de ella. Estaba durmiendo. ¡¿Cómo puede estar durmiendo en una situación así?! ¡¿No entiende la gravedad de la situación?! ¡¿No se da cuenta del peligro inminente en el que estamos?! Tomé uno de los papeles que había sobre el escritorio y algo para anotar. Me puse a ver la televisión. Mostraron un mapa del lugar para mostrar las calles por las que no se podía transitar. Comencé a diagramar los planes que podrían tenerlos atacantes, cómo podrían entrar y cuáles serían las mejores rutas de escape de acuerdo a la entrada. Llegué a la conclusión de cuál sería modo de ataque que debían seguir, el más probable, y decidí protegernos de ese.
Me acerqué a Isa y la empecé a mover por el brazo hasta que despertó. Ella se sentó en el sillón mientras se frotaba los ojos; los tenía rojos e inflamados. Parpadeaba como tratando de que sus ojos enfocaran, que se acostumbraran a la luz, pero no había tiempo para eso, así que la tomé de la mano e hice que me siguiera. Ella no oponía resistencia, era como si aún siguiera dormida mientras caminaba detrás mío. En la otra mano, llevaba todos los papeles que no tenían sentido porque ya había memorizado todo lo que estaba allí. Por la hora que era y la modalidad de ataque, lo mas seguro era estar lejos del edificio, en el parque. Los atacantes saben que estan todos adentro, entonces no tiene sentido atacar donde no hay gente o no parece haberla. Si su objetivo fuera destrucción, que no parecia porque podrían haber hecho más cosas en la otra cosa, es poco probable que ataquen la zona más alejada. Sabía que las puertas iban a estar cerradas y que todas las habitaciones tenían sus ventanas con seguridad para que nadie saliera por ahí... todas menos una.
Llegamos a mi habitación. Por el té y el pastel ya rondaban algunos bichos buscando algo de comer. Solté su mano por primera vez en el camino, ella se detuvo. Fui hasta la ventana y la abrí. Tomé el tablero de ajedrez y lo hice pasar al otro lado, al menos no nos aburririamos. Volví a agarrarle la mano para hacerla salir, pero ella me esquivó. Volví a intentarlo con el mismo resultado. La miré a la cara, algunas lágrimas le rodaban por sus mejillas, pero no hacía ningún ruido. Entonces, suspiró fuertemente y se pasó las manos por la cara para secarse las mejillas. Finalmente, rompió el silencio:
-¿Qué quieres? -Sonaba enojada.- ¿Por qué me trajiste hasta aquí?
-Porque nos van a atacar y tenemos que ponernos a salvo. -Se quedó en silencio, mirándome confundida.- Muévete.
-¿Cuál es tu problema?
-Ninguno.
-Si de verdad nos van a atacar y vamos a morir, ¿por qué no me dejas aquí? Si es lo que quieres, ya lo dijiste. -Me quedé en silencio.- Eso pensé. No me molestes entonces. -De nuevo hubo un silencio.- ¿O querías hacerme algo y todo esto es una trampa?
- No...
-¿Entonces?
-Nada... es que...
-No, no me interesa. Watari me dijo que me quede en su despacho y tú me sacaste de allí. -Se sentó en el piso cruzando las piernas.- No me pienso mover.
Volví a mirar hacia atrás, hacia la ventana, que iba a ser nuestra única manera de sobrevivir al ataque... Bueno. Me senté en cuclillas frente a ella. Me miró extrañada, pero volvió a apartar la mirada, ofendida. Nos quedamos en silencio por mucho tiempo, ninguno se movió ni dijo nada. Eventualmente, golpearon mi puerta y Watari entró al lugar. Se sorprendió al verla aquí.
-¿Qué están haciendo, niños?
-Ser secuestrada, eso hago.
La respuesta tomó a Watari por sorpresa, quien dejó salir una risita y se acercó a ella. Le extendió la mano y ella se levantó para tomarla. Entonces, con su mano libre, levantó la bandeja en que aún seguía en el piso con la comida hecha un desastre. Camino hasta la puerta, se detuvo y se volteó hacia mí.
-Vamos.
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Ilógico (Ilegal e Insípido: Tercera parte) [Death Note]
Fanfic*Tercera temporada de Ilegal, en base al primer final de la historia. Continuación de Insípido. Luego de una "despedida" amarga, L e Isa se rencuentran de la manera menos pensada.