EDE © | CAPÍTULO 14

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- Eliana -

Sentada en una de las tantas mesas que había disponible en la terraza del centro comercial, jugueteé con el collar que colgaba de mi cuello, intentando asimilar todo lo que ocurría en mi vida. Cerré los párpados por algunos instantes, y escuchando la notificación de un nuevo mensaje en mi celular, exhalé.

Observé la ubicación que Mónica Uralde me había enviado, bloqueando el teléfono prácticamente al instante, y subiendo la vista a observar a Anthony junto a María Victoria, sonreí. Ninguno de los dos sabia disimular la enorme sonrisa que llevaban pegada de la cara. Ambos caminaban hacia mi dirección, hablando entre ellos mientras sujetaban con fuerza dos bandejas llenas de comida.

—¡Llegamos! Un burrito de pollo con sour cream, papas fritas y una soda. ¡Esto es tuyo Liana! —escuchando la voz de Vicky, presté atención.

—Gracias. —

—Oye, flaca. Pareces tensa, ¿segura que estás bien? —preguntó Tony, tomando asiento junto a mi amiga en el lado contrario de la mesa.

Desde el día anterior, además de que no había tenido tiempo a solas para procesar la información, se me hacia casi imposible pensar qué estaría trabajando exclusivamente para Mónica Uralde. Y aunque había tratado de continuar buscándole el lado positivo, no podía dejar de pensar en las responsabilidades a las que me había comprometido.

Cecil decía que me estaba sobrecargando con ideas retorcidas, yo solo creía que me estaba tomando muy enserio mi puesto de trabajo.

—La verdad es que me siento ansiosa. Se... que la conocí ayer, pero quiero hacer las cosas bien. ¿Y si no me sale? —

—Lo vas a lograr. —añadió Anthony, sin dudar, comiendo los nachos de su almuerzo con los dedos.

—¡Me dijo que me contrató porque no tenía más opción! —

—¡¿Y eso qué?! Ahora tienes que demostrarle lo que eres capaz de hacer. ¡Ve con seguridad! Has dado tutorías, tienes experiencia. —añadió Vicky, desenvolviendo uno de sus burritos hasta darle un mordisco.

—Atiéndeme. —exigió Tony, llamando por completo mi atención. —Tú primera misión debe ser intentar llevarte bien con Gustavo. Es un buen chico, inteligente. Le gustan los videojuegos y ver videos educativos en YouTube. En definición, es un ñoño que juega al baloncesto. —

—¿Un ñoño? —susurré, frunciendo el ceño sin poder creerlo.

—Piensa que estás con Lucy y Sandra. Se te hará más fácil a la hora de intentar mantener una conversación. —continuó Vicky.

—Y si logras llevarte bien con Gustavo, te ganarás a Mónica. —completó el chico, relamiéndose los labios.

—Lo hacen parecer muy sencillo... —

—Eliana, se trata de un niño de doce años al que le encanta hacer travesuras. —Anthony sonrió con burla, subiendo las cejas. —No hablamos de un ex convicto, no tiene aportación de armas, así que es por lo menos que te debes preocupar. —

—¡Bien! —zanjé, comenzando a desenvolver mi almuerzo.

—Hagamos algo... soy muy bueno en clase de historia. —continuó éste, achicando los párpados de manera pensativa. —¿Conoces algo acerca de Mónica Uralde? Es muy famosa entre los estudiantes de negocios... y no exagero. Es como el... Pedro Albizu Campos de los profesores de Contabilidad. —

ENAMORADO DE ELIANA © - ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora