-Capítulo 10-
3 𝒂ñ𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔
El tiempo pasó, Chittaphon creció e intentó olvidar los malos momentos.
Se podría decir que intentó disfrutar un poco después de que su madre empezará a 'dormir', pero le fue casi imposible. Su preciada madre seguía en el hospital, Ten iba a visitarla todos los viernes, con la esperanza de que despierte, pero nada ha pasado.
Intentó olvidar los malos momentos que pasó en la estación de policía, todos los malos momentos vividos durante los interrogatorios.
Ahora, era mayor de edad, podía valerse por si mismo, como ha hecho durante los pasados años.
Vivió un tiempo con Kun, pero luego decidió independizarse.
Ahora, no estaba tan mal.
El joven tailandés estudia en una Universidad de prestigio, estudia medicina, pues quiere ayudar a otros... un poco cliché.
Aunque la vida ha sido un poco dura con él, supo levantarse y seguir adelante, pues eso era lo que su madre hubiera querido.
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—Muévete Chittaphon —le gritó su compañero de habitación—, vamos a llegar tarde.
—Ya va —respondió el menor con el mismo tono de voz—, espérame John.
Corrió y salió, sonrió al encontrar a su gran amigo esperándolo.
—Pudiste haberte adelantado —le dijo al estadounidense.
—Cállate —le contestó el mayor—, tú mismo me dijiste que te esperara. No te quejes.
Empezaron a caminar hacia el auditorio, su primera clase del día iba a dar comienzo.
—Oye Ten —llamó John.
—¿Qué quieres? —preguntó automáticamente el bajito.
—¿Cómo sabes que quiero algo?
—Siempre que me vas a pedir algo, en vez de decirme por mi nombre completo me dices "Ten", te conozco bien Johnny.
El mayor bufó ante la respuesta de su amigo, porque... era verdad.
—Bueno —habló John—, es que quería invitar a salir a alguien, pero...
—¿Me estas pidiendo consejos? —el menor no podía creer lo que escuchaba—, ¿pidiéndome consejos a mí? Wow, debes estar muy desesperado para acudir a mí.
—Eres el más cercano a mi —contestó el contrario—, y pensé que tenías experiencia.
—Yo no, pero conozco a alguien que sí.
Quedaron en ir después de clase.
La primera clase comenzó, aunque era un poco aburrida, Ten ya estaba acostumbrado, pues ya estaba en segundo año.
Cuando estaban en la última hora de clase, el menor, a demás de estar cansado, tenía sueño. No había dormido bien anoche por estar repasando para un examen que, al final, fue cambiado de fecha para la próxima semana.
Apoyó su cabeza en el hombro de Johnny, su amigo no se quejó, estaba acostumbrado a que el tailandés sea cariñoso y afectivo. El menor tampoco tenía vergüenza de mostrar su amistad con John.
Cuando la hora acabó recogió sus cosas.
—Sr. Leechaiyapornkul, quédese un momento —le dijo el maestro.
Un poco fastidiado Chittaphon le dijo a su amigo que lo esperará con el almuerzo listo. Después de comer irían a ver a la persona que ayudaría al americano.
Cuando no quedó nadie se acercó al escritorio de su maestro, esperando que este hablará, pero se quedó callado.
Ten se aclaró la garganta y espero unos minutos.
—¿Para que quería que me quedara? —al no recibir respuesta, habló otra vez—, disculpe, estoy con un poco de prisa.
Hizo un reverencia para retirarse, pero el brazo de su profesor lo detuvo.