【𝟎𝟏】

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Ten jugaba nerviosamente con sus manos mientras observaba el televisor.

En la pantalla se podía ver la clara imagen de otro chico, quien veía directamente a la cámara, causando escalofríos en el tailandés.

"Él no está aquí, no está aquí", la mente del chico no paraba de repetir una y otra vez esas palabras, como si fueran a calmar sus nervios. "Él no está aquí, todo estará bien".

A pesar de estar cansado, y de no haber dormido más de 5 horas en los últimos 3 días Chittaphon quería... no, tenía que ver ese juicio. Tenía que saber que todo terminaría, tenía que verlo con sus propios ojos y al fin quitarse todo ese peso de encima. Al fin podría estar en paz.

"El día de hoy 13 de Octubre del presente año, declaro culpable a Lee TaeYong  por los siguientes cargoshomicidios hacia Lee HwanChoi, Park JiHu y Kim HyoRi, además de haber sido el causante de varios 'accidentes' en varios lugares de la ciudad... se le dan dos cadenas perpetuas en la Prisión Nacional de Seúl".

Un gran alivio atravesó el corazón de Ten mientras veía como, a través de la pantalla, se llevaban a su ex-compañero a donde debía estar, pero sintió que una estalactita le atravesó el pecho cuando el condenado sonrió mirando a la cámara, como si el echo de pasar toda su vida en la cárcel no fuera algo malo.

"Inhala, exhala".

Apagó el televisor y bajó a la cocina.

TaeYong merecía todo eso, merecía irse a la cárcel. Entonces, ¿por qué Ten se sentía tan culpable? ¿Por qué sentía remordimiento?

El chico tomó un vaso y lo llenó de agua, lo bebió lentamente mientras pensaba en todo lo que había ocurrido... todo lo que había terminado y lo que podría empezar ahora. 

TaeYong había sido su compañero desde que se mudó a Corea, aproximadamente desde los 10 años, nunca habían hablado mucho, nunca intercambiaron muchas palabras, sin embargo se habían terminado conociendo de alguna forma y el pensamiento de que pudo haber ayudado a alguno de sus asesinados compañeros no le abandonaba la cabeza.

Siempre hubo rumores sobre Lee, pero nadie pensaba que eran ciertos, nadie pensaba que de verdad había asesinado a su padre, o tal vez nadie creía que fuera capaz.

—¿Qué haces despierto a está hora? —la luz del lugar se encendió y la madre de Chittaphon apareció con su habitual sonrisa—. ¿No deberías descansar?

—No podía dormir —mentiras—. ¿Y tú?

Un suspiro escapó de los labios de la mujer. —Escuché a tu amigo lo van a mandar a prisión —ese comentario ocasionó que el chico se atragantara y comenzara a toser de una manera fuerte—. ¿Estás bien?

—S-sí. Y no... no era mi amigo. Era... un conocido, un compañero. 

—Compañeros por 8 años. Algo cercanos deben haber sido.

Ten forzó una leve risa. —No mamá, nunca hablamos mucho, solo para trabajos que nos tocaba hacer juntos a veces. 

La mayor asintió y besó la frente de su hijo, le sonrió dulcemente y se retiró de la cocina, añadiendo antes de salir: —Ten cuidado con quien te juntas, nadie es lo que aparenta.

El tailandés asintió a pesar de que su madre ya que había retirado, tenía una mala sensación, de esas sensaciones que te causan un dolor agudo en el pecho. Se sacudió los malos pensamientos de la cabeza y respiró lentamente.

"Inhala, exhala".

Subió a su habitación y encendió el televisor de nuevo. ¿Por qué? Porque le encantaba torturarse.

TaeYong se había retirado ya de la escena, pero aun quedaban varios reporteros hablando, y lo que decían hacía que la piel se le erizara a Chittaphon.

"Se dice que el criminal Lee TaeYong ha admitido tener un cómplice, lo cuál no se ha comprobado y pasará a fase de investigación a manos del fiscal Yoon JiuSan"...

Oh no.



【Criminal】|| 𝒯𝒶𝑒𝓉𝑒𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora