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El club estaba tan abarrotado de personas que nos fue difícil poder acceder a la zona VIP, todo gracias a las conexiones del "Todopoderoso" Taehyung que conocía muy bien a la hija del jefe. Una vez arriba todo el bullicio excesivo desapareció dando paso al sonido de la música que antes no lográbamos distinguir y ahora causaba que mi cuerpo se moviera involuntariamente al ritmo de esta.

Como ya era habitual Nam fue el primero en arrimarse a mí y seguir mis movimientos con su anatomía bien cerca de la mía, pero él no era el único, cierto chico pelinegro no perdía ni el mínimo movimiento de mis caderas que ahora se encontraban aprisionadas por las grandes manos de mi amigo, o de la manera peligrosa en la que ambos nos acercabamos mientras que él, por su lado, trataba de provocar a una morena que tampoco perdía pie ni pisada de sus astutos movimientos.

Con el paso de las horas las botellas vacías iban aumentando en cantidad sobre nuestra mesa, así como las risas sin sentido y las ganas desmesuradas de bailar hasta llegar al punto en que todos estábamos súper agotados y descansábamos un poco hasta la segunda ronda de la noche, todos menos el nuevo integrante que solo se limitó a beber y observar desde su lugar como bailaba con todos y cada uno de sus amigos.

–Entonces me estás diciendo que prefieres pasarte toda la vida compartiendo piso con Namjoon y tener algo así como una película porno en vivo toda la noche a tener tu propio espacio donde puedes hasta ir desnuda por todo el lugar?– Pregunto Taehyung como parte de su cuestionario de borracho "razonable"

–En realidad si te lo piensas bien tiene sus ventajas– Respondí ganándome varias miradas confusas por parte de todos los presentes

–Oh, por favor, que puede tener de bueno vivir con Namjoon? Más bien yo le veo muchísimas trabas, por ejemplo, ahora mismo te acaba de dejar aquí tirada por irse tras esa tipa por una noche de sexo– Habló ésta vez Jimin como si fuera lo más razonable del mundo pensar que estaba loca por optar tener semejante amigo

–Ese es el punto y ninguno lo entiende– Contraataque una vez más ganándome una que otra risa burlona por parte de los chicos –Ok, esto es así, cada vez que salimos de fiesta Nam suele irse con algún nuevo ligue, dejándome sola en casa por al menos unos tres días, lo cual es bueno porque tengo el piso para mí sola, porque si, está totalmente prohibido tener encuentros sexuales, a menos que uno de los dos no esté presente, además de que él se encarga de las compras y todo esto por la mitad del alquiler. Yo por lo menos no tengo problemas con eso– Una sonrisa triunfal apareció en mi rostro tras haber ganado esa tonta discusión sin sentido –Y ahora todos van a levantar sus traseros para seguir bailando, porque yo por lo menos no vine hoy aquí a estar sentada hablando–

Y como si mi palabra fuera ley todos me siguieron a la pista de baile, sorprendiéndome de sobremanera al ver que YoonGi también se unía a nosotros pero no más que cuando posó sus manos en mi cadera y pegó mi pecho al suyo.

–Creo que ahora es mi turno de bailar contigo, llevo toda la noche esperando por ello– Habló tan cerca que pude sentir su caliente aliento en mi rostro junto a ese olor que le aportaba todo el alcohol ingerido esa noche.

Lo observé atónita por unos segundos pero luego opté por no quedarme en silencio y responder a tan petulante comentario. –Y a mí me parece que te quedarás con las ganas de hacerlo, ahora mismo no me apetece bailar con nadie, así que si me disculpas– Tenía la intención de marcharme pero sus manos afianzaron su agarre en mí haciendo que me fuera imposible soltarme de él y acercó peligrosamente su cara hasta la mía de manera que sus labios rozaron los míos cuando habló

–Cuando me hablaron de ti nunca mencionaron que eras tan malditamente caliente– Sus ojos oscuros adoptaron un brillo que no supe descifrar que era, pero me ayudaron a reunir la valentía suficiente como para decir aquello que tenía en mente desde que le ví por primera vez

–Creo que ambos pensamos igual, jamás pensé que me iba a gustar tanto salir con un desconocido– Sus ojos cínicos me escrutaron una vez más y pude sentir como una sonrisa afloró de sus apetecibles labios haciendo que mis deseos de besarlo aumentaran

–Debes tener en cuenta en dónde te metes niñita, eres muy inocente para meterte con un tipo como yo– No daba crédito a lo que mis oídos escuchaban, este tipo realmente tenía que ser bipolar

–Permíteme entonces tener el beneficio de la duda, ya veré después si realmente no me convenía meterme con un tipo como tú–