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Que si el agua estaba fría? Para nada, estaba helada!!!!! Y eso que me había tomado bastantes chupitos de tequila y vodka. Todo mi cuerpo temblaba y ya no sentía mis piernas, así que hice lo que cualquier persona con sentido común haría, salir de ahí.

En realidad no, tome la botella de lo que sea que estaban tomando los chicos y bebí todo lo que mi garganta pudo soportar, bueno, eso tampoco, dejé de beber cuando YoonGi me arrancó la botella de las manos y la despegó de mis labios. La cabeza me daba vueltas y no sentía mi garganta, literal, pero al menos el frío se había ido por completo de mi sistema.

–Despacio gatita, aún es muy temprano para eso, y te necesito lista para follar al final de la noche– me susurró con esa gruesa voz suya que tanto me encantaba

–Igual y podemos follar ahora por si no llego a más tarde– le respondí también en un susurro cerca de su rostro mientras me pegaba a él y tomaba su mano y la metía dentro de mi braguita (porque si, estaba en ropa interior en ese lago helado mientras que él invierno estaba casi al llegar) –en esa parte no hay casi nadie y está bastante oscuro– un gemido salió de mi garganta cuando dos de sus dedos se introdujo en mi vagina mientras que con su pulgar hacia círculos sobre mi clítoris

–Tanto alcohol hace que se pongan a mil tus hormonas, eh?– sus palabras cerca de mi oído, mis piernas al rededor de su cadera provocando una fricción deliciosa entre los dos y sus dedos jugando en mi interior eran la peor combinación para mí cuerpo rebosante de deseo.

–Quisiera culpar al alcohol pero no puedo, el culpable aquí eres tú y la manera en que me pones caliente solo con mirarme– mi mano bajo hasta su pene erecto una vez llegamos a la zona solitaria del lago y comencé a acariciarlo lento.

Sus manos apartaron mis bragas a un lado y se enterró en mi de una sola estocada luego de que volvió a cargarme y enredé mis piernas al rededor de su cadera. Nunca lo había hecho dentro del agua y debo admitir que se sentía divino, el agua al rededor de nosotros, la fricción deliciosa que se creaba gracias a esta, sumándole la manera en la que él movía sus caderas y apretaba mi trasero, esto es el cielo.

Mi orgasmo estaba cerca, muy cerca y pude sentir que el suyo también lo estaba cuando su agarre en mí tracero se volvió más fuerte al igual que sus estocadas y fue increíble. Sus dientes se clavaron gentilmente en mi cuello para acallar sus gemidos mientras que yo estaba ahí, gritando como loca, y gracias a qué la música estaba relativamente alta nadie podía escucharme.

–Joder, es que me encantas Yiren, en serio que me encantas– murmuró YoonGi en mi oído y puedo jurar que algo dentro de mí se sintió raro. Que él me dijera eso me dejaba totalmente descolocada y no supe cómo responder así que solo lo besé, como nunca antes lo había besado, dejando el deseo sexual de lado y él me respondió de la misma manera, en este beso nadie mandaba, solo lo que se estaba formando entre los dos, ese peligroso sentimiento estaba aflorando y esperaba no ser la única en sentirlo.

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