27

151 20 14
                                    

Nunca es tarde para arriesgarse...

Reproduce la canción hasta que se indique...

Narrador

Emilio no estaba del todo bien, su hermana le hiso saber de los tantos lugares que llegaron ir juntos cuando salían de vacaciones con su familia, resulto que la mayoría asistida Joaquín con el fin de pasarla bien. Esa tarde con su hermana se habló de cómo es que no lo recordaba y sinfines de pláticas y teorías que resultaban tediosas y con dolores de cabeza. En fin de cuentas Renata convenció a su hermano de llevarlo a esos lugares para ver si lograba recordar algo de lo tanto que se vivió, Emilio preocupado accedió y así es como se dio el propósito de ir aquellos lugares.

Lo que Emilio no sabía, es porque hacia todo esto por el pequeño de cabello rizado, quiso en su mente estaba poder recuperar esa amistad o tal vez ese amor que se le hace tan extraño y curioso.

Ese día no cabe duda que se dieron a conocer cosas que al más alto le hicieron daño, saber que Joaquín el niño que ya conocía desde hace ya bastante tiempo y quiso de una forma que nadie entendía ni el mismo, estaba sufriendo de una manera que nadie merecía. Pensar que era su culpa tampoco salía de su cabeza, Joaquín se lo hiso saber más de diez veces seguidas que no fue su culpa, pero de alguna manera el persistía ante el dolor de su corazón.

Joaquín de alguna manera se preguntaba cómo es que se dio toda esa situación, estaba más que claro que la actitud y emociones cambiaban de una manera drástica cuando estaban ambos junto, pero sin duda le agrado salir y poder disfrutar de la árida compañía del más alto. Emilio se había estado comportando raro pero lo que no sabía el pequeño era que lo hizo para reanimar su memoria, sin duda al más alto se llevó más de una impresión ante los tantos recuerdos cercanos que él vivía lo hizo sentir pleno y con más ánimo de poder a lo mejor recuperar todo lo que el chico llego hacer en cierto momento. Le lleno de alegría que recordara al caballo que siempre elegía las veces que venían y le contara todo lo que le sucedía.

Sin duda ese día se quedaría grabado en las memorias de ambos olvidando todo lo malo...solo pensando que fue un cambio.

[...]

La linda luz de la mañana entraba por las finas cortinas, los lindos cantares de los pájaros y el cielo lleno de esponjosas nubes mostraban sin duda un buen día. Joaquín tallando sus ojos e incorporándose en la cama, sonrió dulce como los anteriores días. Ya habían pasado unos días desde aquel viaje que sin pensarlo mucho se la pasó muy bien a pesar de las verdades que salieron a la luz.

Se levantó en dirección a su baño pensando en todo lo que haria hoy. Retiro su ropa y dejo que la tibia agua mojara su cuerpo, por primera vez se sentía bien sin ninguna preocupación. Mientras se enjabonaba recordaba cómo se la pasó mensajeando con Emilio todas las noches como las anteriores. Como era posible que cambie todo en tan solo uno días; ya salían a comer, paseaban y se la pasaba haciendo maldades en el estudio donde involucraban a Aron, sin duda se la pasaban bien.

Miro su cuerpo por el espejo donde por primera vez le dedicó una cálida sonrisa por no ver una nueva coartada o moretón. Salió seleccionando su ropa más cómoda, se decidió por aquella ropa que ya no se atrevía vestir, tomo unos pantalones cortos que mantenían una trasparencia gracias a la comodidad de un short por debajo y una linda playera corta color blanco, por último, sus vans color negro. Sin duda vestía diferente.

 Sin duda vestía diferente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Notas del destino (Emiliaco) #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora