Es de noche, y la luna está en lo más alto en el cielo.
Se ve brillante, por lo que JongHyun se queda mirándola con admiración, mientras que a su lado, TaeMin termina su tarea de matemáticas.
— Es linda ¿no? - comenta el niño, mirándolo después de un largo rato.
— ¿La luna? Por supuesto - responde JongHyun con una sonrisa.
— No - niega TaeMin, riéndose - Hablo de tu ex novia, Sekyung. Su nombre está como ejemplo en mi libro de matemáticas.
JongHyun se sonroja, le es un poco intimidante la forma en que éste niño le da un giro a su conveniencia.
Sabe de sus intensiones.
Sabe lo que pretende con todo esto.
— Deja de jugar - escupe JongHyun, entre dientes - ¿Quieres buscarme problemas?
— No - niega TaeMin de nuevo, susurrando bajito - Al contrario, quiero ayudarte a que de una vez KiBum recapacite.
— ¿Y piensas que hablando de Sekyung él lo hará?
— Por supuesto que sí - TaeMin sonríe, antes de alzar su voz para que el rubio lo escuche mientras está en la cama - Dicen que Sekyung es una mujer muy apasionada ¿no? Además, es hermosisima, yo creo que tuviste mucha suerte.
JongHyun se agarra la cabeza, no quiere responder a las locuras de TaeMin.
Quiere esconderse ahora mismo.
— Cuando salgan de aquí espero que me la presentes - dice TaeMin, giñandole un ojo a JongHyun - Oí que ustedes se siguen viendo ¿eh? Eres un pillín que...
— ¡Joder! ¿Quién quiere hablar de esa mujer? ¡Nadie! - exclama KiBum, bajandose de la cama.
— Yo sí quiero - responde TaeMin, recibiendo un golpe en hombro por JongHyun - ¿Qué? Tú dijiste que ibas a contarmela.
— Aish ¿Saben qué? ¡Yo me largo! - KiBum camina hacia el baño, y le da un portazo a la puerta. - ¡SEKYUNG ESTO, SEKYUNG LO OTRO! ¡IDIOTAS!
JongHyun se levanta del suelo, sigue a KiBum pero éste ha cerrado con seguro.
Joder.
— Ahora está enojado conmigo - se queja, acercándose a TaeMin - ¿Eso es lo que querías?
— Hyung... - susurra el menor, sin perder la sonrisa - En vez de quejarte deberías aprovechar para decirle lo que sientes, y cuando él te de besitos vas a venir a agradecerme.
— Este mocoso...
TaeMin se levanta, le da un golpecito en el hombro antes de salir. Tiene que ir al comedor porque la directora quiere hablar con él, y espera que esos dos tortolos aprovechen para juntarse de una vez por todas.
La cámara escondida está justo en el armario, y TaeMin guardará con fervor la mayor prueba de cómo mancharon sus sábanas.
Está orgulloso de su labor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
