KiBum se encuentra apoyado en el pecho de JongHyun, éste le acaricia la espalda mientras deja besos en su cabeza rubia.
Luego de todo lo que compartieron anoche... iba a ser imposible negar sus sentimientos.
Aunque es extraño; nunca pensaron que finalmente terminarían así, en los brazos del otro, sintiéndose amados y felices.
— ¿Qué va a suceder ahora? - pregunta KiBum, jugando con los dedos del otro en su mano.
— Vamos a estar juntos - responde JongHyun con una sonrisa. Aprieta el abrazo en la cintura pequeña.
— Pero... ¿Y nuestra carrera? - insiste KiBum, con esa duda en su pecho - El manager dijo que no podíamos cometer el error de involucrarnos.
JongHyun suspira, entendiendo ahora la preocupación del rubio. Por un momento olvidó que tenían una carrera pública, bajo un contrato estricto, con condiciones a veces un poco raras, pero que ellos habían firmado con el objetivo de cumplir sus sueños.
Aunque jamás pensaron en enamorarse uno del otro.
Para JongHyun, amar a KiBum es como un sueño lindo en el que los poemas cursis vuelan en su cabeza. Ahora, tiene sus labios, sus sonrisas, su corazón... sin embargo, no quita que el miedo de que los separen esté latente.
Es preocupante.
— Supongo que debemos hablar con él - dice JongHyun, dándole un beso en la mejilla para intentar calmarlo - Y si no nos apoya... tendremos que ir con Sooman.
— ¿Qué...? - KiBum gira para mirarlo con angustia - Pero, con Sooman será peor, tú lo sabes.
— ¿Tenemos otra opción? - pregunta JongHyun, tomando las manos de KiBum - Quiero estar contigo, no importa lo que cueste.
KiBum inclina la cabeza, sintiendo a su corazón palpitar.
No puede evitar sonreír aún dentro de su preocupación, porque JongHyun hace que se sienta totalmente seguro de su amor.
Tal vez, deban perder cierto privilegios... pero ¿qué más da? Mientras estén juntos nada podría salir mal.
Nada.
— Yo también quiero estar contigo - le dice, acariciando su mejilla cálida - Sólo espero que todo salga bien, y sobre todo que podamos salir de aquí.
— Lo haremos - dice JongHyun, dándole un beso corto - Aunque me pregunto una cosa ¿nuestro manager nos estará buscando?
KiBum abre la boca, es la primera en que piensa en esa idea.
— Olvidé por completo eso - comenta, riendo - Deberíamos preguntarle al mocoso sobre eso. Él debe saber qué sucede afuera mientras nosotros estamos aquí.
— Cierto, quizá hay robots reemplazandonos ¿eh?
KiBum ríe ante la idea, y termina acurrucadose en el pecho de JongHyun.
Se quedan ahí, esperando a que algo nuevo pase.
O que TaeMin llegue a hacer un escándalo.
Lo que pase primero ¿no?
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JinKi abre los ojos despacio, entre bostezos y algo de cansancio.
De inmediato, ve a TaeMin acurrucado a su lado. Luce muy lindo, lo que le hace preguntarse ¿por qué MinHo es tan ciego y testarudo?
— Entonces KiBum vino y me dio un beso... - balbucea TaeMin, aun durmiendo.
JinKi sonríe, porque en serio éste pelirrojo es muy muy lindo.
Siempre lo ha sabido, sólo que ahora... es diferente.
— ¿KiBum te dio un beso? - le pregunta, tratando de no ser demasiado torpe.
— Ajam - responde TaeMin, sonriendo en medio de su sueño - Tiene labios dulces, y huele a naranja...
— Oww, eso es nuevo - comenta JinKi, tentado a acariciar los cabellos cobrizos - Deberías incluirlo en una de tus historias.
— Sí, hyung...
TaeMin se aprieta contra él, abrazándolo con fuerza por la cintura.
Hay un escalofrío que le recorre la columna, y su corazón está palpitando como loquito por lo cerca que están.
Los labios de TaeMin son rosas, se ven suaves...
¿Qué pasaría si...
— ¡Despierten, ya son las 8!
Tanto JinKi como TaeMin saltan de la cama al escuchar a la directora gritar.
Son tan torpes que termina golpeando sus cabezas una con otra, y cuando el mayor intenta levantarse de la cama sus pies se enredan, cayendo de ésta hacia el suelo duro.
— ¡Hyung! - exclama TaeMin, yendo tras él sin importar que esté descalzo - ¿Estás bien?
JinKi soba su cabeza, y asiente ante la mirada preocupada de su amigo.
— Creo que fue una mala idea dormir juntos ¿eh? - susurra TaeMin riendo - Pasan cosas raras cuando estamos juntos.
El mayor le sonríe de vuelta.
Por alguna razón las palabras del menor le han dolido, y prefiere quedarse en silencio.
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